El vínculo de la madre con el bebé durante el embarazo supone sentir diversos movimientos que se esperan con cierta ansiedad. Sin embargo, el hipo fetal es una situación que muchas veces desconcierta a las embarazadas, fundamentalmente porque no se conoce. ¿Por qué se produce?, ¿es normal? A continuación, te contamos todo lo que necesitas saber.
El hipo fetal: ¿es normal?
Que el bebé tenga hipo dentro del útero durante el embarazo no debe ser causa de alarma. Es una situación que se presenta muchas veces y forma parte del desarrollo del feto. Por ello debe vivirse como algo normal. Puede que dure solo unos minutos o se extienda durante media hora. Lo importante es saber que no resulta molesto para el bebé. Es más, muchos especialistas lo vinculan con un signo de vitalidad.
Debido a que los órganos del bebé no están maduros, su diafragma se contrae en ciertas ocasiones y produce hipo fetal. En definitiva, se trata de un espasmo. El diafragma es el músculo que, a través de la distensión y contracción, se encarga de asistir la respiración. Separa la cavidad torácica de la abdominal.
A través del hipo fetal, el diafragma se ejercita. Es una forma de preparación para que el bebé pueda luego respirar fuera del útero materno. Hay que recordar que, aunque los pulmones del bebé no funcionan hasta el nacimiento, en estos ingresa líquido amniótico. Este líquido, al entrar y salir de los pulmones, genera contracciones -el hipo- en el diafragma. Dichas contracciones preparan los pulmones del bebé para que funcionen correctamente una vez fuera del útero materno.
¿Cuándo se percibe?
Se percibe más claramente durante el tercer trimestre de embarazo, generalmente a partir de la semana 26 o 28 de gestación. Aunque se desconoce a ciencia cierta si se produce también en las primeras etapas de gestación.
Un estudio reciente publicado en la revista Pediatría Integral demostró que los fetos pueden tener hipo a partir de la semana 8 de gestación. Se trata de un hallazgo poco frecuente, imperceptible para la madre y que solo se evidencia a través de la ecografía.
A nivel de percepción, lo que caracteriza al hipo fetal es que la madre siente unos golpecitos constantes y rítmicos. De esa forma, es posible diferenciarlo de las pataditas del bebé o de sus otros movimientos. En algunos casos, es posible observar pequeños saltitos en la barriga, por lo que resulta muy curioso y a la vez tierno.
Funciones del hipo fetal
Estos espasmos que tiene el bebé dentro del útero cumplen una función para su desarrollo. Según los especialistas, el hipo sirve para:
- Prepara al bebé para que, una vez fuera, pueda respirar por sí solo. Tal como se dijo, el diafragma, que es el músculo que asiste la respiración, se prepara para el momento del nacimiento.
- Se vincula, además, con el desarrollo del sistema nervioso y digestivo del feto.
- Se relaciona con la ejercitación de habilidades motoras. Sobre todo, aquellas relacionadas con tragar y succionar. La succión cobra verdadera importancia una vez que el bebé ha nacido, porque evita que la leche ingrese en los pulmones.
- Las contracciones que genera el diafragma ayudan a regular la frecuencia cardíaca del bebé.
Cómo evitarlo
Si bien otros malestares habituales durante el embarazo pueden prevenirse o aliviarse, el hipo fetal no. Es decir que la madre, al percibir el hipo, no puede hacer nada al respecto. Además, debe saber que es una situación normal que no supone riesgo alguno para el bebé.
Muchos bebés, incluso, continúan teniendo hipo una vez fuera del útero, después de nacer. Esto se debe a que su sistema respiratorio debe todavía adaptarse al mundo exterior.
¿Cuándo preocuparse?
Realmente es un proceso que no se conoce en profundidad y que puede resultar extraño o incluso molesto en un principio. Sin embargo, en condiciones normales no debe preocupar a la madre ni tampoco es necesario recurrir a un médico.
El único inconveniente relacionado con el hipo fetal es que puede resultar molesto para la madre y dificultar el descanso cuando su frecuencia aumenta. Además, puede llegar a durar varias horas en algunos casos, lo que también puede resultar molestos. En estas situaciones, lo ideal es buscar una posición cómoda y esperar que cedan los espasmos.
En cualquier caso, en situaciones en las que el hipo sea continuo durante varias horas o días, es recomendable consultar a un especialista. De esta manera podrás salir de dudas y quedarte tranquila de que todo allí dentro funciona sin ningún problema y tu bebé se encuentra sano.
“Por lo general el hipo fetal es un proceso normal que no supone riesgo alguno para el bebé”
Todas estas percepciones profundizan el vínculo de la madre con el bebé. Por eso es bueno conocer lo que sucede mes a mes y de esa manera no alarmarse y disfrutar plenamente del embarazo.