La hinchazón de pies durante los meses de gestación es un problema habitual. Generalmente, se agrava en el último trimestre por la acumulación de líquido en los tejidos. A continuación, veremos por qué nos encontramos con los pies hinchados en el embarazo y las diferentes formas que existen de aliviarlos.
Por fortuna, la aplicación de los consejos brindados en el artículo no supone ningún riesgo para la madre ni para el bebé. Además, no se recomienda la ingesta de plantas y remedios naturales, ya que algunos resultan tóxicos para el niño.
Edema en el embarazo: ¿es normal?
Sufrir de pies hinchados en el embarazo es una dolencia habitual. El peso en las piernas y pies, así como las molestias al caminar son signos evidentes de retención de líquido. Por su parte, algunos estudios establecen que otros síntomas comunes son el dolor, los calambres nocturnos, el hormigueo y el entumecimiento de las piernas.
Esta inflamación en las extremidades inferiores, también llamada edema, se produce con mayor incidencia en los últimos meses de gestación. Todo ello ocurre por el peso que tiene el bebé. El útero, más grande en esta etapa, ejerce presión sobre las venas pélvicas y la cava, ralentizando en consecuencia la circulación.
También existe un aumento en la cantidad de sangre de la madre y una disminución leve en la albúmina. Esto hace que la presión hidrostática en los vasos sanguíneos aumente y la presión osmótica disminuya. Este desequilibrio de presiones favorece a la salida de líquido de los vasos sanguíneos pero no a su retorno.
“La hinchazón de pies durante el embarazo es una molestia frecuente debido al aumento de peso y a la retención de líquidos propios de los últimos meses de gestación”
¿Por qué aparecen los pies hinchados en el embarazo?
Los pies hinchados en el embarazo aparecen por una excesiva acumulación de líquido en los tejidos debido a cambios en las propiedades de la sangre. En estos meses aumenta la cantidad de agua en el cuerpo por efecto de las hormonas, estimulando la retención de líquidos. Este exceso se deposita en tobillos y pies, provocando el malestar habitual y la sensación de pesadez.
Además, hay un mayor flujo sanguíneo que puede provocar el bloqueo de algunas venas. La mayor cantidad de agua corporal produce resistencia y presión a la circulación de la sangre.
Por otra parte, al aumentar de tamaño, el útero presiona las venas pélvicas y cava (que transporta sangre desde las extremidades al corazón). La presión del útero ralentiza la circulación y favorece que el fluido de las venas se retenga en las extremidades.
¿Cuándo aparece el edema en los pies durante el embarazo?
La mayoría de las mujeres presentan hinchazón en los pies a partir del tercer trimestre de embarazo, es decir, a partir del 7mo mes. Sin embargo, este síntoma característico puede aparecer antes en los embarazos múltiples y en los casos de polihidramnios.
Remedios para aliviar los pies hinchados en el embarazo
Aunque se trate de una mujer sana que no haya sufrido nunca de edema, durante el embarazo no es extraño que aparezca.
Además de las causas señaladas, un aumento brusco de peso durante el embarazo o mantener posturas inadecuadas favorecen su aparición. Es bueno evitar el sedentarismo y las fuentes de calor, pues de esa forma se incrementan las probabilidades de inflamación. Recomendaciones para evitar la hinchazón:
1. Beber mucha agua
El hecho de tener hinchazón no es razón para reducir la cantidad de líquido ingerido. Se recomiendan entre 8 y 10 vasos al día durante el embarazo. Con ello se eliminan las toxinas del cuerpo y se evita la retención de líquidos.
2. Cuidar la alimentación
Aparte de la hidratación, aplicar algunos cambios en la dieta puede ayudar a mejorar esta condición. Reducir la ingesta de sodio es uno de ellos a la vez que se aumenta la presencia de otros minerales como el potasio o el magnesio.
Es fundamental comer suficiente fruta y verduras variadas, así como evitar los alimentos procesados, los snacks salados (patatas fritas, frutos secos con sal) y las conservas (pepinillos, aceitunas, anchoas, entre otros).
3. Realizar ejercicio físico ayuda a prevenir y mejorar los pies hinchados en el embarazo
El sedentarismo es el peor enemigo para los pies hinchados en el embarazo. Por eso, lo ideal es realizar ejercicio moderado que active la circulación. Las caminatas, el yoga o los ejercicios en el agua como el aquafitness son los más aconsejables.
4. Evitar estar largo rato en la misma posición
Permanecer muchas horas sentada o parada de pie no es bueno. En cambio, es importante moverse, levantarse y dar algunos pasos. Lo ideal es hacerlo un poco cada hora ya sea una pequeña vuelta al aire libre, unos paseos por la oficina (o en casa) o unas flexiones de rodillas y tobillos.
Así mismo, es bueno colocar las piernas sobre un taburete más alto, reposarlas sobre unos cojines y dormir o recostarse con los pies un poco elevados. En cambio, no es bueno cruzar los pies y piernas estando sentada.
5. Ejercicios de estiramiento
Durante el día se puede dedicar unos minutos para estirar las piernas hacia adelante, girar los pies al nivel de los tobillos y flexionarlos hacia arriba. Así se estiran los músculos de las pantorrillas.
6. Usar ropa y calzado adecuados
Es imprescindible utilizar zapatos cómodos, amplios, que sujeten el pie sin apretarlo y que proporcionen un buen soporte. Las medias especiales de embarazada también son de utilidad. Esto no solo mejora la circulación, sino que además es útil para caminar de manera segura y evitar otras lesiones musculares.
Además, es preferible dejar de usar ropa ajustada, medias y calcetines con gomas que puedan presionar los tobillos o las pantorrillas. Todas ellas pueden impedir el flujo normal de sangre. En algunas ocasiones puede ser necesario la utilización de medias o calzas de compresión, pero es un profesional quien debe aconsejarlo.
7. Probar baños de pies con agua fría o caliente
Este es un remedio natural y sencillo que puede mejorar en gran medida esta condición. Se recomienda hacerlo al final del día para que también sirva de relajación.
Agregar en un barreño agua caliente y sal. Si se prefiere agua fría, incorporar hielos y sumergir los pies algunos minutos. Ello calmará la hinchazón y activará la circulación.
Por otro lado, añadir sales de Epsom a estos baños también puede ayudar a aliviar los pies hinchados en el embarazo. Este compuesto contiene propiedades que disminuyen la inflamación y el dolor. Sumergir los pies entre 15 y 20 minutos será más que suficiente para notar los cambios.
8. Masajes relajantes para aliviar los pies hinchados en el embarazo
Un consejo para calmar la sensación de hinchazón es realizar masajes suaves en la zona de las piernas (desde los pies hacia el corazón). Cuidar los pies con cremas humectantes y masajes circulares suaves estimula la circulación.
Si no puedes realizar tu misma estos dos últimos remedios, pide a alguien que te ayude. Sin embargo, realizarlos es muy importante ya que su efectividad se demuestra a través de varios estudios.
9. Recostarse de costado
Una de las mejores posiciones para dormir durante el embarazo es acostada sobre el lado izquierdo del cuerpo. De esta forma, el útero se separa de la vena cava inferior, a través de la cual la sangre retorna al corazón. Además, como ya se ha comentado, es útil dormir con los pies o las piernas un poco elevados.
¿A qué signos se debe prestar atención?
Como hemos visto, la hinchazón en pies, piernas y tobillos es habitual durante los últimos meses de embarazo. Sin embargo, se debe tener en cuenta hasta dónde es normal y cuándo es necesario recurrir a un especialista.
En algunas ocasiones el edema y la retención de líquidos pueden ser debidos a otras causas como trombosis venosa profunda, preeclampsia, celulitis o cardiopatías, entre otras.
En caso de que observes que alguna de las situaciones que se describen a continuación, recurre de inmediato a tu médico:
- Hinchazón del rostro, las manos o la zona alrededor de los ojos.
- Hinchazón exagerada o brusca de los pies.
- Presión arterial elevada.
- Fiebre.
- Dolor torácico.
- Si una pierna está más hinchada que la otra, dolorida, caliente, enrojecida o muy sensible.
- Síntomas de preeclampsia: confusión, dificultad para respirar, alteraciones visuales, temblores, convulsiones, dolor abdominal o cefalea repentinos.
Una molestia común que todas padecen
Recuerda que generalmente se trata de una molestia habitual y transitoria. Por lo tanto, no es necesario que te preocupes en exceso. En principio, bastará con seguir las recomendaciones sugeridas. estar alerta a los signos de alarma y el seguimiento médico habitual.
Bibliografía
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