Si estás embarazada, es hora de que empieces a pensar en todos los objetos que necesitarás cuando tu hijo nazca. La bañera del bebé es uno de ellos. A continuación te presentamos las características que debe tener para que puedas elegir la que más se adecua a las necesidades de tu hijo.
Características de la bañera del bebé
- Una buena bañera debe ser resistente y estable. Ambas características proporcionan la seguridad que tu hijo necesita en el momento del baño.
- La forma de la bañera. Debe ser una que facilite que la posición del bebé sea sentada o semisentada, eso reduce el riesgo de que el agua pueda cubrir su cabeza.
- Es esencial que la bañera no tenga filos puntiagudos que puedan hacerle daño al bebé, así que es mejor escoger las que tienen curvaturas redondeadas.
- La bañera tampoco debe tener orificios de un diámetro que permita introducir el dedo del niño, así como espacios entre los diferentes elementos.
Tipos de bañera del bebé
Si todavía dudas de cómo debe ser la bañera de tu bebé, te presentamos diferentes tipos de bañera y algunos consejos que te guiarán a la hora de comprarla.
- Tradicional. Esas bañeras son sencillas y pueden apoyarse fácilmente encima de cualquier superficie plana y horizontal. No tienen patas y generalmente son de plástico, pequeñas y económicas.
- Cambiador-bañera. Hay cambiadores que también sirven de bañera. Este tipo de objetos suelen ser grandes y algo costosos, aunque también existen modelos plegables.
- Bañera de viaje. Existen bañeras hinchables o plegables, especialmente pensadas para cuando la familia sale de viaje.
- Bañera sobre bañera. Este tipo de bañeras para bebés se colocan en las bañeras de los adultos. Sus mejores atributos son que ahorran espacio y tienen un sistema de llenado y vaciado fácil. Es usual que las bañeras de este tipo incluyan una especie de caballete ajustable a las bañeras grandes.
La importancia de que tu hijo se sienta cómodo
Ten en cuenta que el bebé nunca debe estar solo en la bañera para no resbalarse. Para evitar ese tipo de accidentes, es muy útil colocar una alfombrilla o un sistema antideslizante.
Hoy en día existen muchas opciones, desde figuras de goma espuma con diferentes formas que impiden que el bebé se resbale hasta pequeñas hamacas y aros. Estos soportes son muy útiles para bañar al bebé durante la fase en la que aún no puede ponerse de pie por sí mismo.
Además, cuando bañes a tu hijo deberás estar muy atenta a la temperatura del agua. Asegúrate de llenar la bañera primero con agua fría y luego con agua caliente. Una vez que esté tibia, podrás meter a tu hijo. Es importante que no esté muy caliente, ya que su piel es muy delicada, ni tampoco muy fría, para que el baño le resulte agradable. Lo recomendable es que esté a unos 35 grados.
Aumentar las medidas de seguridad de la casa
Cuando un bebé llega a la casa hay que reforzar las medidas de seguridad. Eso implica dejar fuera de su alcance objetos cortantes, cosméticos y medicamentos. De igual manera, es recomendable desenchufar todos los aparatos eléctricos como el secador de pelo, la máquina de afeitarse o la depiladora. Además, es importante proteger los enchufes con algún protector.
Por último, no olvides cerrar la tapa del inodoro después de usarlo, pues los niños pequeños suelen lanzar objetos o meter las manos dentro de él, lo cual es muy anti higiénico. No menos importante es mantener el suelo siempre seco, así no correrá el riesgo de resbalarse y hacerse daño.
Aspectos a cuidar
Si necesitas comprar una bañera y estás abrumada por la cantidad de ofertas que te ofrecen, es bueno que te decidas por las de polipropileno, ya que este material, además de resistente, no se deforma con el tiempo. Así mismo, es preciso que te fijes en su estructura y te asegures de que se adapta perfectamente al espacio que tienes preparado en casa. Por último, la forma de la misma debe ser anatómica, para que el niño no se resbale y pueda estar en una buena posición.
Recuerda que el baño de tu bebé debe ser siempre un momento un especial para los dos. Elegir la bañera del bebé adecuada le ayudará a disfrutar y a relajarse antes de irse a dormir.