El apego en los niños adoptados es algo que se desarrolla a partir del afecto que se les brinda. Para un niño adoptado la estabilidad afectiva es, quizás, aún más imprescindible que para cualquier otro niño. No suelen pedirla, pero efectivamente la buscan. Con el tiempo, los lazos afectivos se estrechan y se consolida un apego emocional.
Indudablemente, el apego es un ”bien” fundamental y por ende, vital para el desarrollo de todo infante.
Ahora muchas veces queremos facilitar las cosas, y propiciar un acercamiento más pronto. Entonces nos preguntamos: ¿Cómo fomentar el apego en niños adoptados?
Los niños adoptados generalmente llegan a nuestros brazos con ciertas carencias, inseguridades, miedos. Estos niños no depositan su confianza en otros fácilmente, mucho menos si se trata de adultos. Sin embargo, son niños que con el tiempo, una crianza positiva y afecto responden muy bien.
Quien se gana el afecto de un pequeño adoptado, encontrará en él un gran tesoro. Una recompensa inesperada pero sin duda bienvenida y gratificante que significan beneficios para ambas partes.
Todo padre adoptivo debe atravesar por ciertos obstáculos antes de poder ganarse el afecto de un niño adoptado. Posiblemente estos pequeños en ocasiones busquen llamar nuestra atención y dejan salir una rabia desproporcionada cuando las cosas no resultan tal y como ellos esperan.
Al comienzo, nos daremos cuenta de que muchas veces los conflictos se deben a su escasa tolerancia a la frustración, la cual es producto de algún dolor o situacion emocional no solventada –y que requiere nuestra atención inmediata–. Afortunadamente, todo tiene solución.
Recordemos que el Diccionario de la Real Academia Española define el apego como la inclinación o afición hacia algo o alguien.
Es decir, el apego es el producto de una relación afectiva estable, intensa, singular que ha logrado consolidarse gracias a la interacción de los individuos involucrados (en este caso, un pequeño adoptado y sus padres adoptivos).
El apego se da cuando la relación afectiva se siente de forma incondicional por ambas partes. Con lo cual se nota que el factor que desarrolla el apego no es sólo el cariño sino la seguridad.
Los niños llegan a un nuevo hogar y deben adaptarse poco a poco. Para ellos, el hecho de llegar a un nuevo hogar ya es suficientemente brusco. Al principio se ven obligados a esconder aquello que sienten, por lo que sus nuevos padres no siempre son capaces de acceder a su mundo emocional y/o a su círculo de confianza. El miedo a la soledad y a de defraudar a esa nueva familia.
El apego en niños adoptados
Cuando hablamos del apego nos referimos a aquella relación especial que el niño establece con un número reducido de personas. Un lazo afectivo que comprende un proceso bidireccional: de padres a hijos y viceversa. Hablamos básicamente de una necesidad del ser humano ya que es clave para su neurodesarrollo.
La pregunta es entonces: ¿Cómo fomentar el apego en niños adoptados?
La respuesta es muy simple: tal y como lo hace cualquier madre y padre con un hijo biológico. Esto es, cubriendo no sólo necesidades físicas básicas sino también aquellas afectivas.
La historia previa del niño es la que condiciona su forma de sentirse en el mundo y lo que esperan de él.
–Charo Blanco–
Al igual que en el caso del recién nacido, el apego en niños adoptados surge de forma paulatina. Nunca existe algo pre-existente, sino que se forja atendiendo y priorizando las necesidades del pequeño.
Desde luego, puede que un bebé se apegue mucho más fácil y rápido que un niño de tres años. Incluso, a mayor edad, más tiempo exigirá este proceso. Ciertamente, ello también dependerá del patrón de apego que ya traiga el niño.
Nuestra misión será propiciar un vínculo sano y seguro.
Claves para conseguir el apego en niños adoptados
- Tiempo de calidad en la relación. Para conseguir el apego en niños adoptados, al igual que en hijos biológicos, se requiere compartir momentos y dedicar atención a fin de consolidar un lindo vínculo entre los padres y el hijo.
- Cariño, protección y cuidado. Ofrece tus brazos para alzarlo, abrazarlo y mecerlo. Todo lo que necesita ese chico es sentir afecto, además de la seguridad y confianza que transmiten estos gestos de amor y cariño.
- Comprensión y empatía. Explora tras su conducta para entender su comportamiento, sin prejuicios ni etiquetas. Luego podrás educar y moldear al niño para que actúe de modo apropiado. Sé su modelo y ejemplo.
- Padres predecibles y repetitivos. Estos pequeños se muestras reacios a los cambios, transiciones, sorpresas y caos. Sé consistente en tu rutina y en tu modo de actuar y reaccionar para evitar nuevas situaciones
El apego en niños adoptados se establece lentamente desde el comienzo, pero una vez que surja, ya no tiene vuelta atrás.
- Buena comunicación. Escucharlos atentamente, demostrando interés, y hablar con ellos temas profundos. De manera sensible, calmada, cercana y confiable.
- Amóldate a su edad emocional. Probablemente su maduración emocional no coincide con su edad real. Generalmente, estos niños vulnerables, presentar cierto “retraso” al respecto. Interactúa a su nivel emocional.
- Preocúpate de sus sentimientos y emociones. Ayúda al niño a gestionar, controlar y expresar sus emociones de forma positiva. Bríndale herramientas para sacar aquello que tiene adentro y tanto le afecta.
- Paciencia y fuerza. No te angusties ni estés ansioso con el progreso del apego en niños adoptados. Tanto él como tú tienen sus propios tiempos. Siempre maneja expectativas y plazos realistas.
- Sentimiento de pertenencia y felicidad. Permite que se acepte tal y como es, así como su condición. Que se sienta formando parte de la familia, y esté feliz, orgulloso y agradecido por contar con ese amor y apoyo.
- Desarrollar conductas prosociales. La cooperación, el altruismo, la sinceridad, la valoración, la integración y es respeto son algunos valores que harán aún más grande a ese pequeño gran valiente de la vida.
Adaptarse al nuevo entorno, sentirse aceptado, incluido, respetado y valorado son los retos que inicialmente afrontan los niños adoptados a la hora de establecer un primer contacto. Relacionarse con los otros es todo un desafío. Todo ello supone de los padres calma y tolerancia. También paciencia, límites y perseverancia.
Bibliografía
Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.
- Barudy, J., & Dantagnan, M. (2005). Los buenos tratos a la infancia: Parentalidad, apego y resiliencia. Editorial Gedisa.
- Garrido-Rojas, L. (2006). Apego, emoción y regulación emocional. Implicaciones para la salud. Revista latinoamericana de psicología, 38(3), 493-507. https://www.redalyc.org/pdf/805/80538304.pdf
- Marrone, M., Diamond, N., Juri, L., & Bleichmar, H. (2001). La teoría del apego: un enfoque actual. Madrid: Psimática.
- Mosquera D, Gonzalez, A (2009) Escala de Apego y Patrones Relacionales.
- Mosquera, D., & González, A. (2013). Del apego temprano a los síntomas del trastorno límite de personalidad. Revista Digital de Medicina Psicosomática y Psicoterapia, 3(3), 1-33. http://www.psicociencias.com/pdf_noticias/Apego_y_TLP.pdf
- Shaffer, D. R., & del Barrio Martínez, C. (2002). Desarrollo social y de la personalidad. Madrid: Thomson.