El peligro de las bolsas de plástico para los niños

Los peligros están en todas partes cuando hay niños pequeños en la casa. Quizá nos cuidamos un poco más de ciertos objetos y situaciones. Sin embargo, las bolsas de plástico pueden ser una grave amenaza para los pequeños.

Mantener vigilados a los niños puede evitar muchos accidentes, pero tal vez en algunos casos no vemos peligros que están presentes. Si has notado, muchos productos traen advertencias en sus empaques sobre las bolsas de plástico. Se advierte que no son un juguete y que no debemos dejar a los niños jugar con estas.

No obstante, son un producto de uso habitual que siempre se encuentra cerca sin advertencia sobre su peligro. En definitiva, no nos cuidamos tanto de una bolsa de plástico como, por ejemplo, de un enchufe. Por tal motivo, es posible que los niños entren en contacto con estas bolsas con más frecuencia de lo deseado.

En la actualidad casi todos los productos que compramos vienen empacados en bolsas de plástico. Por lo tanto, estas abundan en casa. No solo son las bolsas del mercado, sino de los juguetes, los pañales y cualquier alimento. Es muy peligroso dejarlas al alcance de los niños porque pueden provocar asfixia.

¿Cómo actúan las bolsas de plástico?

El plástico es un material fino y elástico no poroso, es decir, que no permite el paso de aire a través de este. Precisamente, esta cualidad hace que sean ideales para contener de manera hermética los productos. No dejan escapar nada de su interior, pero tampoco dejan pasar casi nada.

Este material es capaz de adherirse a la cara del niño. Además, debido a que siempre son abiertas por un lado puede ser tentador para un niño introducir su cabeza en ella. Cuando son muy pequeños les cuesta quitarse la bolsa que se ha adherido, solo se quedan paralizados sin poder respirar. Aún cuando sean más grandes, la bolsa puede atorarse impidiendo que el pequeño la pueda retirar.

Cualquier bolsa de plástico puede asfixiar a un niño en cuestión de minutos. Por lo tanto, no es solo vigilarlos mientras juegan, también hay que eliminar las bolsas de su alcance. Dejarlos jugar con este producto no es una opción, aun cuando nos parezca inofensivo o porque los estamos mirando.

De acuerdo con los datos de la OMS, tan solo en Reino Unido, se han producido unas 14 muertes de niños ocasionadas por accidentes con bolsas de plástico en un período de 10 años. Sin embargo, en Estados Unidos se habla de 25 niños fallecidos al año. Se halló que el 90 % de los niños asfixiados por bolsas de plástico son pequeños menores de un año.

Recomendaciones para prevenir accidentes

El Ministerio de Sanidad recomienda que tengamos más conciencia sobre el uso de las bolsas plásticas cuando las compramos, utilizamos y almacenamos. Es conveniente verificar la directiva de la Comunidad Europea, que regula las condiciones de uso para las láminas de plástico. Todos los envoltorios hechos con esta material tienen una regulación de seguridad. Otras recomendaciones son las siguientes:

• Si vas a guardar las bolsas para reutilizarlas, conviene colocarlas en un lugar fijo, que sea seguro y alejado del alcance de los niños.
• Cuando decidas tirar las bolsas a la basura, no solo las arrojes al bote, destrúyelas o átalas. Desde luego, asegúrate de que el bote de basura no pueda ser alcanzado por los pequeños
• Opta por usar bolsas de tela o papel, que además de ser más seguras, ayudan a enseñarlos a cuidar el ambiente
• Por nada del mundo permitas que los niños jueguen con bolsas de plástico, ni siquiera bajo tu vigilancia. Es preciso evitar que vean estos objetos como algo para jugar
• Procura mantener estas bolsas alejadas de la cuna. Aun cuando tu hijo sea un bebé muy pequeño que permanece en su cuna puede alcanzar algunas bolsa solo por curiosidad
• Evita cubrir el colchón con fundas de plástico y retira aquel que trae de fábrica.

Ten en cuenta que los accidentes pueden evitarse. La mayoría de las lesiones que sufren los niños pueden ser prevenidas. Para protegerlos del peligro de las bolsas de plástico, lo más importante es estar conscientes de que estas pueden hacer daño. Mantenerlas guardadas en un lugar seguro es un paso importante para reducir riesgos.