13 consejos de higiene bucal durante el embarazo

La higiene bucal debe mejorar considerablemente en el embarazo, puesto que nuestra salud se ve comprometida debido a distintos factores. Por ejemplo, se conoce que los cambios hormonales inciden en que las encías se vuelvan más sensibles. Además, las constantes náuseas y vómitos pueden dañar el esmalte dental por causa del contacto con los jugos gástricos.

De igual modo, el frecuente malestar provoca que nuestra higiene se complique. ¿Acaso podemos lavarnos los dientes cada vez que vomitamos? Por mucho que lo intentemos no es posible si las náuseas aparecen a cada rato. Este flujo causado por las mencionadas molestias, también puede provocar la aparición de lesiones en la boca.

Pese a lo complicado que puede ser, es imprescindible que nos preocupemos por esto. A continuación te explicamos cómo actuar para atender tu salud bucal en el embarazo.

¿Qué queremos prevenir?

Las enfermedades relacionadas a la salud bucal son muchas más de las que imaginamos. No todo el tiempo ocurre que enfermamos durante el embarazo, pero las secuelas de esta etapa pueden aparecer más adelante.

Por otro lado, no solo los problemas periodontales deben evitarse, pues a algunas mujeres les cuesta lavarse los dientes cuando están embarazadas. Esto puede producirse como consecuencia de la hiperémesis gravídica, una condición en la que la paciente es afectada por las náuseas y vómitos muy frecuentemente. En ocasiones la pasta dental y el propio cepillo de dientes en la boca le provocan náuseas, lo cual impiden una correcta higiene.

Mantener el cuerpo con buena salud es un deber, de lo contrario no seremos capaces de mantener nuestro cuerpo y mente fuertes y claros.

–Buddha–

En tal sentido, la recomendación es prevenir que episodios severos se presenten con frecuencia. Todo esto con el propósito de mejorar la calidad de vida de la mujer, además de evitar que la higiene bucal se comprometa.

¿Cómo llevar la higiene bucal durante el embarazo?

Los siguientes consejos pueden ayudarte a mejorar tu salud bucal y prevenir enfermedades periodontales por causa del embarazo. Si cepillarse los dientes es un problema porque la espuma en la boca te hace vomitar, o si el olor del dentífrico te da náuseas, las siguientes recomendaciones pueden ser de ayuda:

1. Trata de lavarte los dientes en el momento del día en que te sientas mejor.
2. Procura utilizar una pasta dental que contenga flúor.
3. No dejes de usar la seda dental, que te ayudará a eliminar la mayor cantidad de restos sin tener que pasar por la tortura de cepillarte.
4. En algunos casos, la mujer se siente peor al enjuagarse después del cepillado, si es así, evítalo. Elimina los residuos de pasta y espera para enjuagar cuanto te sientas mejor.
5. Evita cepillarte inmediatamente después de haber vomitado porque los ácidos habrán ablandado el esmalte de los dientes, por lo cual pueden estar más sensibles. Se recomienda esperar un período aproximado de 20 minutos antes de cepillarte.
6. Después de haber pasado por los episodios de hiperémesis gravídica, conviene mejor enjuagarte con flúor o simplemente con agua.
7. Elije un dentífrico cuyo olor y sabor sean suaves. En el mercado existen productos neutros y con menos agente espumante. No obstante, lo aconsejable es continuar con el mismo, a menos que este te cause repulsión.
8. A veces es solo la pasta lo que nos molesta o es el cepillo. Los especialistas recomiendan que si es necesario, se prescinda de lo que nos afecta. Podemos cepillarnos sin pasta, solo con el cepillo, para eliminar el sarro acumulado. También se puede evitar el cepillo, usando los dedos o una gasa con pasta.
9. Prueba usar un cepillo de cabeza suave y no muy grande. Tal vez te convenga probar con cuál te va mejor. También experimenta con uno eléctrico, a veces suelen actuar con mayor eficacia.
10. Comienza a cepillarte por los dientes anteriores, para evitar el próximo contacto del dentífrico con las papilas gustativas.
11. En esta etapa sentirás hambre con más frecuencia, por lo tanto, estarás comiendo bocadillos y tentempiés todo el día. En esos casos, es preciso mantener los dientes limpios. Para ello, se recomienda masticar chicle sin azúcar, preferiblemente que contengan xilitol, que ayuda a combatir la placa.
12. Para tomar bebidas azucaradas es conveniente usar una pajita o carrizo, que evite el contacto del alimento directamente con los dientes.
13. No dejes de visitar a tu dentista durante el embarazo. La higiene bucal es muy importante, en especial si eres propensa a sufrir de caries.

Cuidados de la alimentación

Por supuesto, la alimentación influye de forma notoria en la salud bucodental. Durante el embarazo es importante que consumas mucha agua y reemplaces progresivamente la comida dañina por una más saludable.

Consumir verduras y lácteos (siempre y cuando estén pasteurizados) es una forma de aportar numerosos micro y macronutrientes esenciales a tu organismo. Otros alimentos beneficiosos incluyen el yogur, los cereales y la fruta.

¿Cuáles son las patologías bucodentales más comunes?

A pesar de que todo puede mantenerse en orden durante el embarazo, la dificultad para realizar una correcta higiene puede repercutir en enfermedades bucodentales diversas. Las más importantes son la gingivitis (inflamación de las encías) y la periodontitis (inflamación del tejido alrededor y dentro del diente).

Esta última condición ocurre como consecuencia de una gingivitis no tratada. Si bien en cualquier caso es grave, en las embarazadas lo es aún más debido a las dificultades de tratamiento y las repercusiones en la salud fetal.

Al respecto, un artículo de investigación afirma que hay evidencia de que la enfermedad periodontal se asocia a complicaciones en el embarazo, especialmente el parto prematuro. Sin embargo, para algunos autores la evidencia todavía resulta contradictoria.

Cuidar tus dientes para proteger a tu bebé

En definitiva, preocuparte por tu salud no solo te ayuda a vivir mejor, sino también a que tu bebé se desarrolle como es debido. Cualquier problema durante el embarazo puede comprometer su bienestar, por lo que los esfuerzos deben ser mayores. En caso de duda, no dudes en consultar con tu especialista de confianza.