Dicen que los amigos de verdad son para siempre. Una amistad se supone que es incondicional y eterna. De alguna manera los amigos son esa familia que elegimos y con quienes podemos llevarnos mejor. Sin embargo, algunas relaciones pueden alterarse debido a la maternidad.
Sin duda cuando estamos embarazadas podemos llegar a sentirnos más solas que de costumbre. A veces es cuestión de emociones, quizá sea una sensación, pero otras veces es un hecho. Se nota con mayor intensidad cuando estamos acostumbradas a una vida social activa. Si salíamos con amigos cada fin de semana, el cambio de rutina puede notarse mucho.
Por mucho que tengamos intenciones de mantener la mayoría de nuestras costumbres, ciertos detalles lo impiden. Por ejemplo, las molestias de las primeras semanas nos dejan sin gran parte de nuestra energía. No obstante, a veces lo que merma es la solidaridad de algunos amigos. Muchos de nuestros allegados se alejan durante el embarazo. Siendo así, es mejor no preocuparnos más, a la mayoría nos ocurre.
¿Verdaderos amigos?
Sabiendo que tal vez todos lo hemos hecho también, vale la pena reflexionar sobre esta situación. Si consideras las amistades verdaderas, quizá no te dejes dominar por este sentimiento en particular. Reflexionemos sobre las veces que dejamos de visitar a esa amiga que está embarazada. Al parecer, no es costumbre mostrar el compromiso por ayudar a esa persona, tal vez por pensar que no nos necesita.
No obstante, no se trata de una revancha. Es más bien una distancia comprensible en muchos sentidos. ¿Para qué nos buscaban esas amistades? ¿Fiestas? ¿Paseos? ¿Brindis? La mayoría de tales actividades no suelen realizarse en el embarazo. El alcohol está prohibido, el ajetreo excesivo también, la falta de comodidad no es una opción. Todo cambia cuando estamos pasando este proceso.
Aun así, ¿podemos decir que esa amistad se terminó por esta causa? No, con seguridad, aunque no se haya reforzado la amistad, no ha terminado. En ciertos casos descubrimos una mejor conexión con algunos amigos. Sin embargo, en lo adelante la maternidad va a limitarnos de muchos modos.
Tener amistad con alguien que no es madre, se complica un poco. De alguna manera las amigas verdaderas han experimentado la maternidad para permanecer unidas. Podemos mantener una relación de amistad con una mujer que no comprende nuestras emociones, pero no es fácil entendernos.
Un cambio de vida
Las causas más comunes para perder a un amigo son nuestros propios cambios de vida. Mudarnos de ciudad, casarnos, un nuevo empleo o cambiar de hábitos, son factores que tienden a dejarnos sin amigos. Cuando la amistad es verdadera las viejas rutinas se pueden retomar, pero la vida se transforma con la llegada de los hijos. Es decir, ciertas costumbres quizá nunca se recuperen.
En gran medida nuestra disposición también se modifica. De ahora en adelante tenemos otras prioridades. Las responsabilidades también son distintas y los intereses varían en relación a un nuevo rol.
Aunque cada quien tiene su opinión al respecto, se dice que cada persona llega a nuestra vida con un propósito. Al respecto, es importante que sepamos cómo evaluar cada situación, a fin de sacar provecho de todo. Mirar el lado positivo de las cosas es indispensable durante la gestación y en todas las etapas de la vida.
El cerebro de mamá
Estudios han revelado que el cerebro de las mujeres se transforma en el embarazo. En consecuencia nuestra personalidad podría modificarse por completo. Pronto las cosas que antes eran importantes, pasarán a segundo plano. No es que deje de importarnos tal amistad, es que quizá comprendamos qué es lo mejor para nosotras.
En lo adelante tendremos más dedicación con nosotras mismas y el bebé. Aun cuando nos inviten a salir podemos estar sin ánimos o con otros planes. Las cosas que antes eran esenciales ya no lo serán, así que no hay mucho de qué preocuparnos.
Si nuestras amigas no son madres, no nos entenderán y esto no lo necesitamos. La maternidad trae como consecuencia que los únicos amigos que nos interesa tener, sean aquellos que nos comprendan.
En la maternidad, se alejan algunos amigos también por falta de acuerdo. Que nuestros hijos se peleen entre sí puede ocasionar disgustos irreconciliables. Es decir, no siempre las amistades se alejan de nosotros, quizá más adelante el sentimiento será mutuo.