Ver dibujos animados juntos a tus hijos te puede traer beneficios, verlo así te ayudará a verle el lado positivo al hecho de que se haya apropiado del televisor.
El primer beneficio que te trae esta actividad es compartir con tus hijos; y, usar ese tiempo de manera activa, alimentará tu relación con ellos.
Saber qué dibujos animados (así como verlos con compañía) te dará pistas sobre sus gustos, sentimientos, emociones, y aprendizajes.
Además te da la oportunidad de tener los suficientes argumentos y escenarios para poder complementar, ejemplificar y corregir los ejemplos que los personajes de los dibujos animados les brindan.
Hay otras ventajas más sutiles de este tipo de momentos, sobre todo si los disfrutas. Verás, para todo niño sus padres son sus primeros héroes, por eso imitan todo lo que hacen.
Y, como bien sabes, un buen héroe es capaz de conectar con su niño interno, solo así puede disfrutar jugar de nuevo como antes y reír viendo dibujos animados.
Ver dibujos animados puede ser un momento para disfrutar en familia
Conectar con tu niño interno no solo es bueno para tu hijo, también te hace bien a ti; y justo eso es lo que necesitas para poder compartir con tu hijo una de sus actividades favoritas.
Que su papá o su mamá lo acompañen a ver dibujos animados, sin duda debe ser un gran momento para él. Ese tipo de recuerdos nutrirán su relación a lo largo de sus vidas.
Sea cual sea la edad o generación a la cual pertenezcas lo más seguro tengas acuñado en tus recuerdos, algún momento junto a tus padres viendo dibujos animados, dale ese mismo regalo a tus hijos y hazlo de manera consciente, es decir a sabiendas de los beneficios que trae ver dibujos animados junto a tus hijos.
Beneficios de ver dibujos animados con tu hijo
Compartir tiempo con tu retoño
Sin duda alguna, uno de los principales beneficios de ver dibujos animados junto a tu hijo es el tiempo compartido. Tal vez, cuando sean adultos no recordarán qué dibujo animado veían junto a sus padres, pero sí recordarán cómo los hacía sentir su compañía en esas horas. Ver reír a su papá o a su mamá, como si fueran niños, es un recuerdo que vale oro.
Supervisa los dibujos animados que ve
Algunos dibujos animados no están orientados para niños de todas las edades; por eso aprovecha la oportunidad para observar, en primer lugar, qué tipo de cómics disfruta tu hijo.
Evalúa si su contenido es muy violento y el lenguaje que se usa, pues muchos niños, sin saberlo, adoptan malos patrones que ven en la televisión.
Además recuerda que algunos niños son incapaces de hacer una clara distinción entre la realidad y la ficción, y a veces tratan de imitar lo que ven en los dibujos animados.
Regular el tiempo que dura viendo dibujos animados
Primero siéntate con él a verlos y si descubres que hay un exceso de televisión, habla con él al respecto. No le quites la televisión por completo porque eso solo creará conflicto.
En cambio, prográmate para ver algunas series animadas con él para que adquiera, poco a poco, el hábito de ver televisión solo por un tiempo determinado.
Orientar al niño sobre lo que observa
Ver dibujos animados con tus hijos te brinda la oportunidad de orientarle sobre aquello que percibe y ayudarle a hacer el contraste con la realidad.
Si consideras que no asimila correctamente lo que está viendo, aprovecha este momento para aclararle qué es la realidad y qué es la ficción. También puedes aclarar las dudas que le vayan surgiendo a tu hijo a medida que observa los dibujos animados.
Sensación de bienestar y buen ánimo
Compartir un rato de abundantes risas y de la complicidad que surge al ver dibujos animados, les brindará a ambos una sensación de armonía que, en otras palabras, se traduce como bienestar común. Ambos estarán de mejor humor y disposición, lo cuál es producto del tiempo compartido.
Se refuerzan lazos de amor y confianza
Los dibujos animados nos brindan la posibilidad de pasar un rato agradable, compartir un interés y abrir las puertas a la confianza para reforzar los lazos afectivos.
Se fomenta un buen ambiente para hablar en familia
Si te está costando un poco crear ambientes propicios para hablar temas de importancia con tu hijo, aprovecha que su ímpetu se reduce mucho cuando disfruta dibujos animados. Es muy útil interesarse e involucrarse en este tipo de actividades sencillas, ya que nos permiten empatizar y comunicarnos mejor.
Una vez finalizados, apaga la televisión y usa el buen ánimo como ambiente propicio para sentarte a hablar con él temas de importancia o cosas que generalmente el niño evada.
Bibliografía
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