El biberón cada vez se utiliza menos porque la mayoría de las madres prefieren darle pecho al bebé. A las que lo utilizan les cuesta seguir las instrucciones para preparar bien los biberones. Además, cuesta encontrar una guía explicando cómo es la manera correcta para limpiarlos.
Sin embargo, hay personas que han perdido la costumbre de esterilizarlos, lo que es muy grave para el bebé. Las condiciones de higiene en estos tiempos, en la mayoría no es la adecuada, a lo mejor por no saber cómo hacerlo o simplemente porque se les hace muy agotador realizar estos procedimientos. Por esta razón se le dan estos pasos a seguir, muy prácticos para que sean fáciles a la hora de realizarlos.
Preparación del biberón
Aquello de que no se tiene un manual para criar a los hijos, es totalmente cierto. La mayoría de las principales acciones hay que aprenderlas con la práctica. Por lo tanto, eso de preparar un biberón tampoco es que lo sepamos hacer desde siempre.
Para preparar el biberón debemos tener en cuenta un procedimiento que permita el bienestar del pequeño. Las principales indicaciones son las siguientes.
- Usa agua embotellada, puede ser de manantial o mineral. Preferiblemente sin flúor y de baja mineralización.
- Cada tipo de fórmula contiene las instrucciones en la etiqueta. Esto se refiere a la cantidad de agua y polvo que debemos usar
- Coloca el polvo medido en el agua tibia, no al revés
- Mezcla bien, o agita el biberón para eliminar la mayor cantidad de grumos
- Verifica la temperatura de la leche colocando algunas gotas en tu antebrazo, no utilices las manos, porque estas son más resistentes al calor.
Ten en cuenta que la utilización frecuente y excesiva del biberón ha demostrado generar problemas orales en lo que a crecimiento dental se refiere. La opción principal siempre es la lactancia materna, una vez que esta no resulta viable, hay que introducir la alimentación complementaria. El biberón debería ser un complemento.
Pasos para limpiar y esterilizar el biberón
A la hora de preparar un biberón, has de fijarte en los siguientes pasos.
Primer paso
Siempre se deben manipular los implementos con las manos limpias. Ten en cuenta que el lavado de manos supone uno de los principios de la higiene alimentaria. No cumplir esta premisa puede condicionar la aparición de intoxicaciones. También existen diferentes productos que resultan eficaces para la desinfección, según un estudio publicado en Journal of Food Protection.
Paso dos: esterilizar
Esto es muy importante, antes que el bebé utilice el biberón por primera vez, es recomendable esterilizarlo. Se trata de un método de prevención y seguridad pensando en el bienestar del bebé. Después de su primer uso, se puede realizar esta acción cada dos o tres tomas.
Es imprescindible lavarlos cuidadosamente con mucha minuciosidad. La forma más común de lavar los biberones es con agua y jabón. Algunas personas acostumbran a esterilizarlo luego de cada uso.
Tercer paso: limpiar
Justamente después de cada toma, se debe limpiar el biberón para evitar que los residuos de leche se adhieran al recipiente. Esto residuos son los que eventualmente pueden generar bacterias.
El recipiente, tetina y tapa deben ser lavados por separado con agua caliente, minuciosamente aclarando con abundante agua. En este caso se puede utilizar un detergente especial para biberones, o de lo contrario podría ser algún lavavajillas.
Paso cuatro: uso de cepillos para limpiar el biberón
Después que se ha lavado con cuidado cada una de las partes del biberón con agua y jabón, se recomienda utilizar cepillos especiales para el biberón.
Estos cepillos pueden llegar a todas esas partes difíciles de alcanzar. La idea es llegar a los lugares que no se pudieron lavar bien en el paso anterior. Insistiendo principalmente en la rosca del biberón como en los interiores del recipiente y la tetina.
Quinto paso: dejar secar
Después de la limpieza del biberón, se debe secar cada una de las piezas por separado. Esto debe hacerse en un lugar limpio donde circule el aire. El consejo adecuado es que se dejen las piezas hacia abajo para que se escurra y no se adhieran al recipiente.
Sexto paso: guardar el biberón
Finalmente, cuando cada una de las piezas del biberón esté seca ya se pueden guardar en un lugar limpio. Una nota muy importante, no se debe guardar el biberón armado, preferiblemente separado.
¡Biberón limpio!
Ya se puede utilizar para la próxima toma, estos pasos se deben seguir cada vez que se utilice. Si el niño es recién nacido es preferible que después de lavarlo minuciosamente se esterilice. Se debe recordar que si se siguen estos consejos se cuidará del bienestar del bebé.
Bibliografía
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