¿Qué es la puericultura y cuál es su diferencia con la pediatría?

Cuando llega un bebé a la familia, los papás y las mamás empiezan a escuchar palabras y conceptos que hasta ese momento nunca habían escuchado. La puericultura es uno de esos términos que puede desconcertar a los nuevos padres.

¡Tranquilos! En este artículo te contamos sobre esta disciplina que se encarga de ayudar a las familias en el cuidado de sus hijos.

¿Qué es la puericultura?

Es una ciencia de la salud que se dedica al cuidado y desarrollo de los niños desde su nacimiento hasta la etapa preescolar. Su principal objetivo es asegurarse de que los pequeños crezcan de manera sana y feliz, brindando un entorno favorable para su desarrollo físico y emocional.

Esta palabra proviene del latín puer, que significa ‘niño’, y cultura, que se traduce como ‘cultivo’ o ‘cuidado’. En efecto, como se explica en la Gaceta Médica Espirituana, esta disciplina actúa alrededor del niño de las siguientes maneras:

• Cuidando: para evitar acciones nocivas que sobre él pueden influir.
• Cultivando: para conseguir el máximo de sus capacidades y potencias.

Esta especialidad promueve prácticas y ofrece recomendaciones que tienen en cuenta las necesidades específicas de los niños en las diferentes etapas de su crecimiento. De esta forma, orienta y asesora a los padres sobre la crianza y el cuidado de sus pequeños para favorecer su salud física, mental, emocional y social.

¿Cuáles son sus funciones?

Esta ciencia tiene el objetivo de procurar que los niños crezcan y se desarrollen de manera saludable, buscando su salud integral. Esto implica promover y cuidar la salud física, psicológica, socioafectiva y emocional de los pequeños.

Para lograr su objetivo, aporta conocimientos y facilita herramientas a los padres y las madres durante la crianza de sus hijos. Estos son algunos de los aspectos de los que se encarga.

• Detección temprana de enfermedades.
• Resolución de dudas y consejería para resolver problemáticas puntuales.
• Guía y consejos para la madre durante el proceso de recuperación tras el parto.
• Promoción de un estilo de vida saludable y prevención de enfermedades y accidentes.
• Orientación a los padres para estimular a sus hijos y optimizar su desarrollo emocional e intelectual.
• Supervisión y monitoreo del desarrollo físico y psicomotor de los niños para detectar cualquier retraso o problema de manera precoz.
• Asesoramiento a los padres sobre los cuidados del niño. Esto incluye aspectos como la lactancia y alimentación, la higiene, el vestido, el descanso, los controles médicos, las inmunizaciones, entre muchos otros.

Tipos de puericultura

Esta disciplina se puede realizar de manera individual o colectiva. En el primer caso, el acompañamiento del niño se realiza a través de una consulta personalizada. En cambio, en la modalidad colectiva, se trabaja con grupos de madres y padres que intercambian sus experiencias y forman una red de apoyo.

A la vez, esta disciplina se aplica en distintas etapas de la vida del niño. De esta forma, se diferencian tres tipos de puericultura. Veamos cada una.

1. Preconcepcional

Este tipo de puericultura puede comenzar desde antes que el niño exista. En la etapa preconcepcional, esta disciplina asesora a los padres sobre los cuidados y aspectos importantes a considerar para gestar un hijo.

Se enfatiza en evitar situaciones de riesgo, tratar patologías existentes y analizar las posibilidades de desarrollar enfermedades hereditarias. También se encarga de instruir, aclarar dudas, cambiar hábitos e incentivar un buen estado de salud en ambos padres para lograr una concepción saludable.

Además, se abordan otros aspectos que preparan y acompañan a los padres en su futuro rol: planificación familiar, expectativas de la paternidad, organización económica, laboral, social, entre otras.

2. Prenatal

La etapa prenatal es aquella que sucede mientras se espera al bebé antes de su nacimiento. En esta fase, se acompaña a la madre durante el embarazo, la prepara para el parto y educa a los padres sobre los primeros cuidados que necesitará el nuevo miembro de la familia.

3. Posnatal

En esta tipología, se apoya a las familias desde que el bebé nace hasta la primera infancia. Se subdivide en tres momentos principales:

• Etapa neonatal: Es la que se aplica en el primer mes del nacimiento y busca garantizar el bienestar del bebé y su mamá. Acompaña a los padres con los primeros cuidados del niño, como la lactancia, la vestimenta, la piel, el cordón umbilical, las vacunas y el sueño, así como la orientación sobre el postparto.
• Lactancia y primera infancia: Asiste a los niños desde el primer mes y hasta que cumplen 2 años. En esta etapa se analiza el crecimiento físico, los hitos de desarrollo, la alimentación, las inmunizaciones, entre otros.
• Segunda infancia: Abarca desde los 3 a los 6 años. En esta etapa se analiza el desarrollo y crecimiento de los pequeños y se orienta a las familias sobre el aprendizaje, la higiene, la nutrición y las inmunizaciones.

Diferencias entre la puericultura y la pediatría

Es común que las personas confundan la puericultura con la pediatría. Si bien es cierto que ambas disciplinas se ocupan de la salud infantil y el cuidado de los niños, existen algunas diferencias.

Como te contamos, la puericultura, se enfoca en el cuidado preventivo y el desarrollo integral de los niños desde antes de su nacimiento hasta la etapa preescolar. En este caso, los profesionales no necesariamente son médicos. Ellos trabajan en la promoción de la salud y el bienestar de los pequeños, brindando consejos y orientación sobre crianza a los padres para asegurar un crecimiento saludable.

Por su parte, la pediatría, además de fomentar y promover la salud de los más chicos, puede diagnosticar y tratar enfermedades y trastornos específicos en niños y adolescentes. Los pediatras son médicos especializados en la atención integral de los pequeños.

En las consultas, ellos ponen en práctica las herramientas de la puericultura para guiar a los padres en los cuidados de sus hijos. El médico analiza y valora el crecimiento y desarrollo de los niños y asesora a los adultos sobre las medidas preventivas para mantenerlos saludables.

Es así que estas dos especialidades se complementan. Ambas disciplinas trabajan juntas para asegurar el bienestar completo de los pequeños, lo que resulta en un enfoque holístico de la atención de la salud infantil.

Apoyo en la crianza

La puericultura brinda herramientas extras que favorecen el desarrollo de todos los aspectos de la vida del niño. Este profesional aconseja a los adultos sobre prácticas cotidianas de la crianza que promueven una infancia sana y feliz.

Con su ayuda, los adultos podrán encontrar la tranquilidad y el conocimiento necesarios para cuidar de sus hijos de manera adecuada. No dudes en buscar el apoyo y la guía de un puericultor para que la crianza de tu hijo sea un proceso saludable, armonioso y disfrutado.