¿Qué hacer si mi hijo se golpea la boca? Guía para padres

Si tu hijo se golpea la boca, sus labios se cubren de sangre y no para de llorar, la desesperación puede apoderarse del momento. ¡Tranquila! Te enseñamos qué debes hacer para ayudar a tu pequeño.

¿Qué hacer si mi hijo se golpea la boca? Guía para padres

Cuando tu hijo se golpea la boca, los nervios y la desesperación pueden apoderarse del momento. Saber qué hacer y cómo actuar te permitirá hacer frente a la situación y ayudar a tu pequeño sin perder la compostura.

La presencia de sangre, el dolor, los dientes rotos y el llanto de tu hijo pueden nublarte la mente, dejarte paralizado y llevarte a tomar medidas incorrectas. En este artículo, te explicamos paso a paso qué hacer cuando los niños se golpean la boca. Descubre nuestra guía para padres.

Golpes en la boca de los niños: paso a paso de qué hacer

Los golpes en la boca son una situación bastante común durante la infancia. Gatear, aprender a caminar, correr, saltar, perseguir una pelota, practicar deportes, andar en patines o montar una bicicleta son actividades habituales que aumentan el riesgo de traumatismos orales.

De acuerdo con un estudio publicado en el Medical Journal of the Islamic Republic of Iran, la mayoría de los traumatismos dentales ocurren en el hogar. Estos incidentes suelen tener lugar después del primer año de vida, durante la edad preescolar y entre los 8 y 10 años.

Según detalla una revisión divulgada en la revista The Indian Journal of Pediatrics, los golpes en la boca pueden manifestarse de diversas maneras, algunas más graves que otras. Puedes encontrarte con un diente roto, una pieza que se mueve de lugar, que se ubica en una posición incorrecta o que ha salido completamente de la cavidad oral.

Además, es común observar lesiones en las mucosas, como cortes en los labios, la lengua y las mejillas. En casos más serios, el tejido óseo que sostiene los dientes también puede verse comprometido, siendo el odontólogo quien diagnostique este tipo de lesiones en el hueso.

Saber cómo actuar si tu hijo se golpea la boca resulta esencial para garantizar su salud y bienestar. A continuación, te presentamos los pasos clave para manejar los traumatismos orales con conocimiento y responsabilidad.

1. Procura mantener la calma

Lo primero que debes hacer si tu hijo se golpea la boca es mantener la calma. Entendemos que esto puede resultar difícil si tu pequeño no deja de llorar y sus labios están cubiertos de sangre. No obstante, es importante tener en cuenta que la boca es una zona muy sensible y vascularizada, lo que significa que puede sangrar con facilidad y en abundancia incluso con lesiones pequeñas.

Si tu hijo pierde la conciencia, muestra desorientación o vomita después de golpearse la boca, llévalo de inmediato al hospital. Estos síntomas podrían indicar un problema más grave y el tratamiento para la lesión bucal se abordará posteriormente.

Por otro lado, si tu pequeño está consciente pero se encuentra asustado, adolorido e impresionado por la presencia de sangre, necesitará que lo calmes. Tómate un momento para respirar, agáchate para estar a su altura y asegúrale que todo estará bien.

Recuerda que los niños pueden sentirse más tranquilos si ven que sus padres están serenos en lugar de preocupados o enojados. Evita regañar o gritarle a tu hijo, ya que esto podría empeorar la situación.

2. Limpia e inspecciona la boca

Antes de atender a tu pequeño, lávate las manos con agua y jabón o utiliza guantes desechables. La herida podría infectarse si la tocas con las manos sucias. Asegúrate de que tu hijo esté en posición erguida, ya sea de pie o sentado, para prevenir posibles problemas al tragar sangre o saliva. Comienza con un examen visual rápido para determinar qué parte de la boca se vio afectada.

Observa la fuente del sangrado, posibles hinchazones, dientes rotos, desplazados o ausentes, y verifica si hay algún objeto extraño en la cavidad bucal. Si tu hijo estaba comiendo al momento del accidente, es importante que descarte el alimento de inmediato.

Solicita a tu hijo que enjuague su boca con agua para obtener una mejor visión. Si notas rastros de tierra o polvo en su boca, limpia el área utilizando un chorro de agua limpia.

3. Controla el sangrado

Para detener el sangrado, usa una gasa limpia y aplica presión suave en la zona afectada durante 15-20 minutos. Evita levantar la gasa para verificar si el sangrado ha cesado. Si la gasa se empapa de sangre, cámbiala por una nueva sin dejar de aplicar presión. Después de 20 minutos, la hemorragia debería haber disminuido.

Si no es así, vuelve a colocar una gasa y aplica presión por otros 20 minutos. Por lo general, el sangrado se detiene gradualmente. Si resulta difícil detener la hemorragia, considera llevar al niño al odontopediatra o al hospital, ya que la herida podría ser profunda y necesitar atención médica.

Una vez que la herida haya dejado de sangrar, evita manipular la zona para no reabrir la lesión. Pide al niño que evite hablar, bostezar y comer por un tiempo para facilitar la recuperación de los tejidos. Además, puedes aplicar frío en la zona usando un paquete de hielo envuelto en un paño. Esto ayudará a reducir la hinchazón y aliviar el dolor.

4. Valora la situación

Al revisar la boca de tu hijo deberás observar cualquier signo de daño en los dientes, encías y mucosas. Presta atención a lo siguiente para saber cómo actuar en cada caso.

Heridas en las mucosas

Considera llevar a tu hijo al hospital de inmediato en las siguientes situaciones:

  • la herida en las mucosas es profunda,
  • el corte tiene bordes irregulares,
  • hay restos incrustados que no se van con agua,
  • el golpe fue contra un objeto punzante, oxidado o sucio,
  • la hemorragia no se detiene luego de mantener presionada la zona durante una hora.

Daños dentales

Si algún diente se ha roto, aflojado o desplazado, evita tocarlo directamente y, si es posible, intenta mantenerlo en su posición. Como recomienda la Asociación Americana de Pediatría, coloca una gasa o una bola de algodón y haz que el niño muerda sobre ella.

Si has encontrado un fragmento dental fracturado, sostenlo por la corona y sumérgelo en leche o solución fisiológica para transportarlo. Dirígete de inmediato al dentista llevando contigo las partes del diente dañado.

En el caso de que un diente haya sido completamente expulsado de la boca, toma la pieza dental por la corona (nunca toques la raíz). Si está contaminada o sucia, lávala bajo un chorro de agua, evitando tocar la zona radicular en la medida de lo posible.

Guarda el diente en un recipiente con suero fisiológico o leche descremada. No lo refrigeres ni uses desinfectantes ni jabón para limpiarlo, según lo indica la Acta Pediátrica de México. Busca atención odontológica de urgencia, procurando actuar en las próximas 2 horas desde el golpe.

El profesional evaluará la lesión y si es posible reimplantar el diente, dependiendo de si es de leche o permanente. Para dientes permanentes, actúa rápidamente y cuida el diente perdido. La Asociación Internacional de Traumatología Dental enfatiza que las medidas tomadas tras el accidente influyen en el pronóstico.

5. Comunícate con el dentista y acude a la clínica dental

Al comunicarte con el odontopediatra de tu hijo o una clínica de urgencias dental, recibirás orientación para manejar la situación. El profesional te asesorará por teléfono y atenderá a tu pequeño con prioridad en el consultorio.

En la clínica, el odontopediatra examinará a tu hijo, evaluando su boca y cabeza, tomando radiografías para evaluar el daño. Realizará preguntas sobre el golpe y, si es necesario, empleará otros métodos diagnósticos.

El dentista ofrecerá un tratamiento personalizado según el caso, priorizando la hemorragia, previniendo infecciones y restaurando dientes fracturados o implantados con rapidez. Aunque tu hijo parezca bien tras el golpe, es esencial que un profesional lo valore, ya que los síntomas pueden aparecer después. 

Cuidados posteriores

Si tu hijo se golpea la boca, es importante tener algunas consideraciones especiales en los días siguientes al traumatismo. La guía de la Asociación Internacional de Traumatología Dental enfatiza que los odontólogos deben informar tanto a los pacientes como a los padres sobre el cuidado adecuado del diente y los tejidos lesionados para lograr una cicatrización óptima.

Estos son algunos recaudos a tomar para favorecer la recuperación:

  • Ofrecer una dieta blanda que facilite la masticación.
  • Evitar alimentos muy salados, picantes y cítricos.
  • Sostener una adecuada higiene oral con precaución, cepillando con suavidad la zona lastimada.
  • Utilizar la medicación que el odontólogo indique. En algunos casos, es necesario tomar antiinflamatorios e incluso antibióticos.
  • Controlar el aspecto del elemento dentario. Consultar al odontólogo si se nota que la pieza dentaria lesionada se oscurece, aparece un granito de pus en la zona, el niño siente dolor o hay inflamación.

Apunta a la prevención

Sabemos que la ocurrencia de los accidentes muchas veces no se puede prevenir. Sin embargo, puedes tomar algunas precauciones que reducirán el riesgo de que tu hijo se golpee la boca, por ejemplo:

  • Evita los andadores en los bebés.
  • Retira las mesas pequeñas y otros obstáculos para el niño cuando comience a caminar.
  • Enseña a tu hijo a evitar los juegos violentos, a no empujar a sus compañeros ni golpearlos con objetos.
  • Evita que tu pequeño salte de los columpios en movimiento o corra en los bordes de la piscina.
  • Ofrece protectores bucales a tu hijo mientras practique deportes de riesgo, al andar en bicicleta o usar patines.

¡Sabrás que hacer!

Si tu hijo se golpea la boca, es probable que sienta dolor, llore e incluso haya sangrado. Ahora sabes cómo manejar la situación con conocimiento. Recuerda que mantener la calma, tomar medidas inmediatas y buscar atención odontológica lo antes posible son clave para ayudar a tu hijo a superar esta situación.

Bibliografía

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