¿Se puede reimplantar un diente de leche?
Cuando los niños juegan o practican deportes, pueden ocurrir accidentes que afecten a la cavidad bucal. La pérdida de una pieza dentaria es una posibilidad concreta y en ese momento de crisis muchos padres se preguntan si deben reimplantar el diente de leche que se ha salido.
Saber cómo actuar ante estas situaciones es fundamental para poder gestionar el estrés y la tensión del evento con la mayor tranquilidad posible. Por eso, en este artículo te contamos qué hacer ante la pérdida prematura de un diente de leche.
En qué consiste la reimplantación de un diente
Durante las actividades deportivas o los juegos de los niños, pueden ocurrir caídas o accidentes que traumaticen su boca. A raíz del golpe , muchas veces se produce la avulsión dentaria, que es la salida completa de la pieza dentaria fuera de su alveolo.
Al perderse el diente, también se rompen las fibras del ligamento periodontal que lo sostiene. Además, se produce una destrucción del paquete vascular y nervioso que irriga y le da sensibilidad a este elemento.
En algunos casos, la pérdida de la pieza dentaria puede resolverse con la reimplantación. Este tratamiento odontológico consiste en volver a colocar el diente dentro de su alveolo, para intentar que recupere las fibras ligamentosas y vuelva a sujetarse en su sitio.
Pero la reimplantación dentaria no está indicada en todos los casos de avulsión, pues en algunas situaciones esto no es posible de concretar.
¿Es posible reimplantar un diente de leche?
La pérdida de una pieza dentaria temporaria (o de leche) a causa de un golpe genera problemas estéticos y funcionales en el niño. Es muy común que estas avulsiones sucedan en los incisivos centrales superiores, lo cual hace muy notoria la ausencia del diente.
Además del factor estético, también se ven afectadas la fonación y la deglución del pequeño. Esto se debe a que los dientes de leche son muy importantes para el desarrollo de las piezas definitivas, las cuales aún no completan su madurez y permanecen en el interior del hueso. De esta manera, el condicionamiento de estas funciones orales se cronifica.
Como ya adelantamos, reimplantar un diente no siempre es posible. Uno de los factores determinantes es el tiempo entre la salida y el momento de la recolocación, ya que para garantizar el éxito del procedimiento es fundamental actuar con rapidez.
También puede pasar que el odontólogo considere que esta terapéutica no sea la adecuada para ese caso clínico en particular. En términos generales, cuando la avulsión sucede en la dentición temporaria, los dentistas prefieren no reimplantar el diente de leche.
A veces, este procedimiento puede dañar la pieza definitiva en formación y ante este riesgo, siempre se elige cuidar de la permanente.
Al salirse un diente de leche, se debe considerar la edad del niño y la posible fecha de erupción del elemento definitivo para planificar un tratamiento adecuado. La colocación de una prótesis que acompañe el crecimiento maxilar o de un aparato que mantenga el espacio vacío son algunas de las opciones.
De esta manera, se evita que los demás elementos dentarios se muevan para ocupar su lugar. Pues esto generaría que el diente definitivo se quede sin espacio para erupcionar y en consecuencia, podrían desarrollarse malposiciones dentarias y problemas en la mordida.
Aun así hay que saber que algunos profesionales sí consideran reimplantar un diente de leche en casos muy puntuales. Para realizar este procedimiento tienen en cuenta varios factores, como la edad del niño y el grado de desarrollo del germen del diente permanente.
¿Qué hacer si se sale un diente de leche?
El momento en el que un niño se golpea se genera una situación de malestar y nerviosismo en todos los presentes. Saber qué hacer es fundamental para ayudar al pequeño.
A continuación, compartimos algunos consejos para desenvolverse en esta situación con conocimiento y con seguridad:
- Mantener la calma: actuar con tranquilidad y seguridad ayuda al niño a relajarse. No demostrar nerviosismo y no regañar al niño por lo sucedido.
- Lavar la herida: limpiar cuidadosamente con agua la zona lastimada y observar el daño. Si hay sangrado en los tejidos blandos hay que detenerlo. Esto puede lograrse con una compresión sostenida de la lesión con una gasa estéril.
- Observar los dientes: mirar con atención el interior de la boca y observar si se ha salido un elemento dentario. Si confirmas que se ha perdido una pieza dentaria, debes comunicarte con el dentista de inmediato para que te acompañe en la situación.
- Buscar el elemento perdido: si bien ya te contamos que reimplantar un diente de leche no es lo ideal ni lo más frecuente, busca la pieza dentaria perdida. Pues con la desesperación del accidente puede que no te percates de que la pieza ausente sea una definitiva. O bien, puede que tu dentista considere la opción de reinsertar el diente de leche.
- Transportar el diente salido: una vez hallada la pieza avulsionada, la misma debe tomarse desde la porción coronari,a sin tocar la zona de la raíz. Lávala suavemente bajo el agua corriente y transpórtala en un vaso con agua destilada o leche tibia.
- Acudir de inmediato al odontólogo: se debe llevar al niño a ver al dentista lo más pronto posible. El profesional examinará la zona y tomará radiografías para evaluar el daño y elegir el mejor tratamiento.
Nunca se debe reimplantar un diente de leche de manera casera.
Buscar ayuda profesional
Los accidentes y las caídas muchas veces no se pueden evitar. La pérdida de una pieza temporaria significa un momento de dolor y nerviosismo para el pequeño.
Además, la falta de un diente en la boca altera su apariencia, su manera de comer y de hablar. Por esta razón, aunque reimplantar un diente de leche no sea lo más aconsejable, buscar un tratamiento odontológico sí lo es.
Acudir al dentista de manera inmediata si tu niño se golpea la boca es fundamental. El profesional es la persona más idónea para resolver los problemas ocasionados por el golpe.
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