¿Qué hago si mi hijo se cortó el frenillo labial?

¿Tu hijo se cortó el frenillo del labio y no sabes qué hacer? En este artículo encontrarás las recomendaciones que necesitas para cuidar a tu pequeño luego de su golpe.

Qué hago si mi hijo se cortó el frenillo labial

Si tu hijo se cortó el frenillo labial, mantén la calma y no te desesperes. Aunque veas mucha sangre y tu pequeño llore desconsolado, es una situación que con nuestros consejos podrás enfrentar.

Los cortes y las lastimaduras en la mucosa labial son frecuentes en los niños. Los juegos, las caídas y los accidentes domésticos son las causas principales. La mayoría de las veces, las consecuencias son leves y es posible controlar el cuadro en el hogar. De todos modos, hay situaciones que ameritan recurrir al odontólogo.

Saber qué hacer te permitirá actuar con tranquilidad. Sigue leyendo y entérate cómo ayudar a tu hijo si se lastimó el frenillo labial.

¿Qué es el frenillo labial?

Una revisión publicada en la Revista Médica Basadrina define a los frenillos labiales como «pliegues delgados con fibras musculares que unen la mucosa de los labios al periostio alveolar subyacente». Se trata, entonces, de una fina capa de tejido ubicado en la línea media de la boca que conecta la parte interna de los labios con la encía y los huesos maxilares.

Tenemos dos frenillos labiales: el superior o maxilar y el inferior o mandibular. Los frenillos labiales otorgan estabilidad a los labios durante los movimientos bucales y los mantienen en su lugar a medida que los huesos faciales van creciendo.

Causas y síntomas de las heridas en los frenillos labiales

Los cortes en el frenillo labial suelen producirse como consecuencia de un golpe en la boca. Las caídas durante los juegos y la práctica de algunos deportes predisponen a los niños a sufrir este tipo de lesiones.

Según un artículo publicado sobre odontología deportiva proveniente de la revista Journal of Pharmaceutical Negative Results, la práctica de deportes durante la infancia y la adolescencia aumenta la posibilidad de sufrir traumatismos en los tejidos duros y blandos de la boca, incluidas las laceraciones en los labios.

Las caídas y los golpes en la boca son suficientes para cortar la delgada mucosa que une el labio con la encía. Muchas veces, son las piezas dentarias antagonistas las que laceran el tejido. Además, el abuso y maltrato infantil también tienen una estrecha asociación entre los desgarros de los frenillos labiales.

Si tu hijo se cortó el frenillo del labio, verás un abundante sangrado en su boca. Es la gran irrigación de la mucosa lo que genera este sangrado tan exuberante. Pero en general, al cabo de unos minutos, la hemorragia se detiene de manera espontánea. El dolor y las molestias en la zona completan la sintomatología de este cuadro.

¿Qué hacer si tu hijo se cortó el frenillo labial?

Lo primero que debes hacer para atender la herida del frenillo labial de tu hijo es mantener la calma. Actuar con serenidad ayudará a tu pequeño a sentirse mejor y tranquilizarse luego del accidente.

La mayoría de las veces, estas lesiones no requieren tratamiento médico ni suturas, ya que sanarán por sí solas. De todos modos, deberás seguir los siguientes pasos para abordar la situación de manera adecuada.

1. Detener el sangrado e inspeccionar la boca

Limpiar la herida y detener el sangrado es el primer paso para tratar el corte del frenillo labial de tu hijo. Para esto puedes lavar la herida con suero fisiológico o pedirle al niño que se enjuague con agua limpia. Esto elimina cualquier partícula de polvo o suciedad de la zona.

En este momento es importante inspeccionar el resto de la boca para comprobar si hay lesiones en otros sitios. Deberás observar que no haya algún diente roto, flojo, fuera de su sitio o que falte alguna pieza. También tendrás que observar si sangran o duelen las encías, la lengua o las mejillas.

Si observas alguno de estos signos, deberás acudir al odontopediatra con urgencia. De hecho, el manejo inmediato de los traumatismos dentales tiene un papel clave en el tratamiento y pronóstico del cuadro.

Luego debes aplicar presión en la zona del frenillo para frenar la hemorragia. Lo puedes hacer con una gasa limpia o sosteniendo el labio contra los dientes durante varios minutos. Es importante no revertir el labio para observar la lesión, pues este movimiento reiniciará el sangrado.

2. Calmar el dolor

Una vez que te hayas asegurado que la lesión es solo en el frenillo labial y que has detenido la hemorragia, deberás ocuparte del dolor de tu hijo. Para esto es conveniente aplicar frío en la zona de manera intermitente.

Los profesionales del Hospital Standford de California, recomiendan dar a los pequeños un helado o un cubo de hielo para chupar. Así, disminuyes la inflamación y el sangrado.

3. Acudir al odontólogo

Aunque las heridas en el frenillo labial suelen revertirse por sí solas, es recomendable que tu hijo reciba una valoración profesional luego de un golpe. El dentista podrá evaluar si existen lesiones en otras estructuras o si han quedado cuerpos extraños en la zona.

Para esto, además de la exploración clínica, es habitual que se realicen radiografías de la boca o la cara. De hecho, un artículo de revisión publicado por la Revista Odontología Pediátrica, insta a los odontólogos a realizar radiografías antes de hacer una sutura en la boca.

Luego de valorar la severidad del cuadro y las necesidades particulares de tu hijo, el profesional realizará los tratamientos pertinentes. A veces es necesario dar puntos de sutura y, otras veces, solo vigilar la cicatrización. Además, el dentista te dará las recomendaciones apropiadas para que los tejidos de tu hijo se recuperen mejor.

4. Aplicar cuidados posteriores que favorezcan la cicatrización

Si tu hijo se cortó el frenillo del labio, los días siguientes deberás tener algunos cuidados especiales que ayuden a la reparación del tejido. Estos son los consejos a tener en cuenta:

  • No tocar la zona: la mayoría de los cortes en el frenillo labial se reparan solos al cabo de 3 o 4 días. Evita tocar y manipular la zona lastimada. Ten en cuenta que la cicatrización de las mucosas orales se observa de color blanquecino. No te alarmes si ves que el labio de tu pequeño se cubre de una membrana clara durante algunos días; significa que se está curando.
  • Ofrecer una dieta blanda y fresca: los alimentos fríos y blandos, como los yogures, helados y batidos, ayudan a disminuir la inflamación y evitan el trauma sobre la zona lastimada.
  • Evitar los alimentos ácidos, salados y duros: los cítricos y la sal irritan la herida y causan molestias. Por su parte, las texturas duras, como las galletas y las tostadas, pueden traumatizar nuevamente la zona.
  • Sostener una adecuada higiene oral: es fundamental mantener la boca de tu hijo limpia para prevenir infecciones. El cepillado debe realizarse con cuidado para no traumatizar el labio lastimado.
  • Utilizar la medicación indicada por el odontólogo: el profesional puede indicar el uso de algún antiinflamatorio por vía oral para calmar las molestias. Además, puede recomendar un antiséptico local que favorezca la reparación de los tejidos y prevenga las infecciones.

¿Cuándo consultar al médico si tu hijo se cortó el frenillo labial?

En general, los cortes del frenillo labial se recuperan por sí solos sin generar más inconvenientes que algunas molestias por 3 o 4 días. De todos modos, algunos casos pueden infectarse o presentar complicaciones que requieran una pronta atención médica.

Estas son algunas situaciones por las que deberías buscar ayuda profesional inmediata si tu hijo se cortó el frenillo del labio:

  • El sangrado no se detiene.
  • Hay signos de infección: calor, hinchazón o supuración.
  • El desgarro es muy profundo.
  • El corte comienza en el interior de la boca y se extiende hacia afuera.
  • La lesión fue causada por un objeto punzante, sucio u oxidado.
  • El dolor es muy intenso y persistente.
  • Hay dificultad para tragar.
  • El pequeño no puede abrir o cerrar la boca.
  • El niño tiene fiebre.
  • Tu pequeño no recibió la vacuna antitetánica.

Si luego del golpe en la boca tu hijo pierde la conciencia, tiene dificultad para respirar o crees que su vida está en peligro, llama de inmediato al servicio de emergencias.

Acompañar a tu niño

Si tu hijo se cortó el frenillo labial, lo más probable es que la herida cicatrice por sí sola. Actuar con calma y conocimiento te permitirá acompañar y cuidar a tu pequeño como lo necesita.

Ten en cuenta que, si la herida es muy profunda o el golpe pudo afectar a otras estructuras de la boca, lo ideal es que lo valore un profesional de la salud.

Bibliografía

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