Qué comer en el posparto

El posparto puede ser una etapa dura. Te decimos cómo cuidar tu alimentación para hacerlo más llevadero.

“¡Ya el bebé nació y me provoca comer de todo!” Esta es una frase común que se escucha después de un parto natural o una cesárea. Pero nada más lejos de la realidad, porque justo ahora es cuando debes seguir con el cuidado de tu salud, de tu cuerpo y, por supuesto, del protagonista de la historia: el bebé ¿Entonces qué comer en el posparto?

La respuesta amerita una reflexión. Por ejemplo, al amamantar a tu bebé, lo que comas lo afectará para bien o para mal. Además, el posparto va cargado de cambios emocionales, fisiológicos y físicos, para los que necesitas de una alimentación adecuada, equilibrada y variada. En este artículo, te daremos todo lo que necesitas saber para recuperarte de forma rápida y segura durante los primeros 40 días después del nacimiento del bebé.

¿Qué se conoce como posparto y cómo se clasifica?

Para estar claros, a la etapa de posparto se le conoce como puerperio o cuarentena. Se refiere al período después del parto en el cual el cuerpo regresa de manera gradual al estado físico y funcional que tenía antes del embarazo.

Esta etapa dura entre 35 y 40 días, aunque para algunos especialistas culmina cuando aparece la primera menstruación, que podría ser a los 60 días. En función del tiempo, el posparto se clasifica de la siguiente manera:

  • Puerperio inmediato: es la etapa que abarca las primeras 24 horas después del parto.
  • Puerperio mediato: oscila desde el día 2 al 10.
  • Puerperio alejado: culmina a los 40 días.
  • Puerperio tardío: este período se puede extender hasta los 364 días después del parto, ya que no todos los órganos regresan a su estado natural a los 60 días.
El plan de alimentación en el posparto dependerá de la etapa del puerperio y del tipo de parto, puesto que hay algunas recomendaciones específicas para el parto natural y otras si fue por cesárea.

¿Qué se debe comer en el posparto?

Lo primero que debemos tener en cuenta son los objetivos que debe cumplir un plan de alimentación durante el posparto. Estos son los siguientes:

  • Alcanzar una rápida recuperación.
  • Evitar la distensión abdominal.
  • Evitar infecciones en caso de cesáreas y facilitar una buena cicatrización.
  • Apoyar la lactancia materna a través de una dieta adecuada.

Dieta para el parto natural o vaginal

Durante las 2 primeras horas del puerperio inmediato, se debe iniciar con una dieta líquida para probar la tolerancia a la ingesta. Por ejemplo, puede ser una infusión de manzanilla, un jugo de manzana, agua o un caldo de pollo desgrasado. En las siguientes 24 horas, si todo ha sido bien tolerado, se continúa con una dieta blanda, como puré de batata, papa, sopa crema, puré de frutas, helados naturales, yogur y pollo picado o molido.

En el puerperio mediato y alejado se mantiene una dieta normal y lo más natural posible, por la condición fisiológica en la que se encuentra la madre. Para esto hay que incorporar los siguientes alimentos:

  • Frutas y verduras frescas, como espinacas, brócoli, berro, acelgas, pimientos, cebollas, nabo, calabacín, auyama, manzana, melón, cambúr, melocotón, mango, kiwi, fresas, arándanos, berenjenas y tomate, entre otros.
  • Proteínas magras, como pollo, pescados azules, huevo y lácteos descremados.
  • Grasas saludables, como aceite de oliva, maíz, soja, girasol, canola y aguacate.
  • Frutos secos.
  • Cereales integrales.

Dieta para el parto por cesárea

La cesárea se trata de un proceso quirúrgico abdominal importante, que requiere de reposo alimentario por varias horas. Es decir, durante el puerperio inmediato, lo mejor es no ingerir ningún alimento, sino solo sorbos de agua a tolerancia hasta llegar a cantidades suficientes para mantener a la mamá bien hidratada.

Líquidos

Sin embargo, algunos cirujanos ginecobstétras, recomiendan comenzar la tolerancia entre las 8 y 16 horas después de la cesárea, cuando se asegure de que no habrá ningún tipo de complicación. Si todo marcha bien, antes de finalizar las primeras 24 horas, se podrá ingerir una infusión de manzanilla, jugos de pera, manzana, gelatina o caldos desgrasados. La ingestión de líquidos ayudará a una buena producción de leche para la lactancia.

Durante la lactancia se debe evitar el consumo de legumbres y algunos vegetales, como la lechuga y los espárragos, ya que podrían ocasionarle cólicos al bebé.

Alimentos sólidos

De aquí en adelante, los alimentos a incluir son los mismos que para el parto natural. Pero durante el proceso de recuperación de la cirugía se deben seleccionar alimentos que faciliten la cicatrización y prevengan las infecciones. Por ejemplo, se requiere mantener una cuota adecuada de proteínas a base de pollo, clara de huevo, pescado y frutos secos.

Además, se debe cumplir con el requerimiento de energía para cubrir la demanda extra por la cicatrización. Para esto, se incluyen alimentos que son fuentes de carbohidratos, tales como los cereales integrales, los tubérculos y las frutas, que aportarán azúcar de rápida asimilación.

Tal como lo señala el trabajo de Miren Begoña, también se debe asegurar la ingesta de vitamina A, vitamina C, hierro y zinc, que ayudarán a que el cuerpo repare el tejido dañado y aumenten las defensas del cuerpo. Por esta razón se indica comer más frutas y verduras, tales como calabaza, melón, zanahorias, brócoli, pimientos, espinacas, rúcula, berro, alimentos de origen animal y semillas.

Lo que debes cumplir

En pos de garantizar una buena salud tanto de la madre como del bebé, es conveniente cumplir con una serie de pautas. A saber:

  • Se recomienda que la dieta sea distribuida en varias porciones, como mínimo 6 veces al día en vez de 3 comidas grandes.
  • Seleccionar botanas saludables entre las comidas. Por ejemplo, queso cottage, frutas, nueces mixtas, barras de granola, crema de maní, rebanadas de manzana y yogur, entre otras.
  • Incluir también alimentos que ayuden a fortalecer el sistema inmune.
  • Potenciar el consumo de hierro y vitaminas del complejo B, que ayudarán al metabolismo energético. De esta forma, se facilita el extra de calorías que demanda la lactancia materna.
  • Durante la lactancia, evitar las legumbres, como frijoles, lentejas, garbanzos o arvejas, entre otras. Algunos vegetales como las coles, la coliflor, los espárragos y la lechuga también hay que limitarlas, ya que pueden causar flatulencia y cólicos en el bebé.
  • No consumir bebidas alcohólicas, tabaco, dulces y azúcar de mesa.
  • Restringir los alimentos ultraprocesados o aquellos alérgenos como enlatados, atún, cítricos y maní, entre otros.
  • Consultar con un profesional. Recuerda que lo que comes, también alimentará al bebé, por lo que es clave consultar con el nutricionista para seleccionar los alimentos adecuados.

Lo que hay que saber

La alimentación en el posparto debe ser guiada por un profesional de la nutrición, ya que se deben alcanzar ciertos objetivos que permitan la recuperación rápida de la madre. No se trata de comer alimentos a la ligera, sino que deben ser minuciosamente seleccionados. Así, la dieta debe ser equilibrada, variada, y suficiente en la cantidad y calidad que exige la nueva fisiología, es decir, la etapa de lactancia materna.

Incorporar frutas y vegetales frescos ricos en vitaminas A y C, en zinc y en hierro, grasas saludables, proteínas magras, lácteos descremados, cereales integrales y distribuir las comidas por lo menos en 6 porciones al día, son algunas de las premisas a tomar en cuenta.

Bibliografía

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