Los pasatiempos elegidos por los adolescentes son de lo más variados: deportes, canto, batería, escritura, artesanía, teatro o lettering. Esta última actividad representa una disciplina artística que consta de dibujar letras y crear una composición creativa.
Existen diversas técnicas en el lettering y puede realizarse con diferentes materiales. Los jóvenes pueden aprender sobre esta práctica de forma autodidacta o bien al asistir a cursos coordinados por especialistas. Este pasatiempo, también llamado rotulación, aporta significativos beneficios a quienes lo practican. ¿Quieres conocerlos?
Lettering, algo más que escribir
El lettering es un trabajo artesano de calidad. Se trata del arte de dibujar diferentes tipografías de un modo armónico, atractivo e inspirador. El foco no está puesto en la escritura en sí misma, sino en el diseño de cada una de las letras que componen las palabras. Aquí no interesa tanto la armonía del texto completo, sino las diferentes anatomías que cada una de las letras puede apropiar.
Esta cuestión refleja una de las grandes diferencias con la caligrafía, que tiene como objetivo mejorar la estética del texto escrito. Cuando hacemos caligrafía, escribimos de una forma bonita y con un estilo específico. En cambio, en lettering, dibujamos al dejar fluir la creatividad. De todas formas, ambas actividades son fuente de efectos positivos en distintos aspectos de la vida de las personas que las llevan a cabo.
Beneficios de practicar lettering
Afortunadamente, hablamos de un pasatiempo cada vez más elegido por los adolescentes. Muchos de ellos, optan por dedicar tiempo a esta preciosa actividad, que además puede representar una salida laboral. Por otra parte, te contaremos cuáles son los beneficios de su práctica.
1. Reduce el estrés
De acuerdo con algunos estudios, realizar este tipo de actividades produce efectos de relajación muy similares a los que se obtienen a través de la meditación u otras prácticas de mindfulness. ¡Practicar lettering es terapéutico!
De hecho, hay muchos videos de personas que dibujan letras y que resultaron virales en todo el mundo debido a la calma que genera. Es que incluso al ser espectadores podemos obtener beneficios de esta disciplina.
2. Favorece la concentración
Al tratarse de una actividad con tanto detalle, resulta necesario atender específicamente a lo que se realiza. El cerebro se enfoca en el dibujo y, por un momento, los estímulos externos parecen desaparecer. De este modo, los adolescentes mejoran su nivel de atención y concentración, mientras que disfrutan de crear una obra artística.
3. Mejora la motricidad
A pesar de que existe el lettering digital, que se realiza con algún dispositivo tecnológico con la posibilidad de utilizar herramientas de edición gráfica, comúnmente se hace de forma manual. En el caso de la rotulación manual, la motricidad fina se beneficia considerablemente. Por supuesto que se trata de un proceso gradual, pues la coordinación del movimiento de las manos mejora conforme se ejercita.
4. Fomenta el sentido del compromiso y la responsabilidad
¿Quién dijo que no es posible ganar dinero al hacer lo que uno le gusta? A veces, aquellas actividades que a menudo empiezan como un hobby, pueden transformarse en una fuente de ingresos extras y, por qué no, en un negocio empresarial. Muchas personas talentosas en el lettering logran vender sus servicios a clientes de cualquier parte del mundo.
Si los adolescentes se proponen ver esta actividad como un posible trabajo remunerado, sentirán una motivación extra para seguir con el aprendizaje. A la vez, con sus primeros compradores desarrollarán su sentido de responsabilidad y compromiso.
5. Potencia la creatividad
A través de los trazos con lápices o pinceles de diferentes grosores, se pone en marcha la creatividad y la originalidad. Independientemente del nivel de prolijidad, los adolescentes pueden dejarse llevar por la imaginación y descubrir formas personales de dibujar. Pues no existe una manera correcta o incorrecta de esbozar letras.
El aprendizaje no es posible sin equivocaciones
Aprender algo nuevo siempre incluye una cuota de frustración. El aprendizaje no es posible sin equivocaciones o errores. Lo cierto es que para instruirse en esta actividad y conseguir buenas producciones, se requiere de mucha práctica y paciencia. En este sentido, aprender a tolerar la frustración e interpretar los errores como oportunidades refleja una buena alternativa.
Los adolescentes deberán ser capaces de asumir una actitud flexible y tenaz, incluso cuando aún no estén satisfechos al ciento por ciento con sus resultados. Esto mismo ocurre cada vez que se enfrentan a un nuevo desafío que implica introducirse en una disciplina desconocida por ellos.
Bibliografía
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- De la Torre, S. (2004). Aprender de los errores. El tratamiento didáctico de los errores como estrategias innovadoras. Editorial Magisterio del Río de La Plata. Buenos Aires, Argentina.
- Flor, M. (2017). The Golden Secrets of Lettering. Estados Unidos da América: Princeton Architectural Press, 2017
- Kao H Sr, Zhu L, Chao AA, Chen HY, Liu IC, Zhang M. (2014). Caligrafía y meditación para la reducción del estrés: una comparación experimental. Psychol Res Behav Manag.