La lectura abre a los niños las puertas del conocimiento. Mediante el lenguaje escrito pueden no solo entender instrucciones o comunicarse, sino también acceder a informaciones de todo tipo. Así, logran conocer más sobre diversos temas o disfrutar de fantásticos libros como forma de ocio. Pero, para obtener todas estas ventajas, deben atravesar un proceso complejo de aprendizaje que no alcanza su punto óptimo hasta los 9 años. ¿Quieres conocer los factores que influyen en la comprensión lectora? ¡Hablamos de ellos a continuación!
Entender cómo se desarrolla este proceso y qué elementos intervienen en él resulta fundamental para detectar posibles dificultades. Y es que si un niño tiene problemas para comprender los textos, para construir conocimiento en torno a lo que lee o para interpretar directrices escritas, es necesario saber dónde está la falla para hallar una solución.
¿Qué es la comprensión lectora?
La comprensión lectora es la capacidad para entender lo que se lee, tanto el significado de las palabras como el sentido del argumento global. Así, es necesario saber identificar las palabras y conocer sus acepciones, aunque esto no es suficiente. Para lograr una verdadera comprensión lectora se requiere de reflexión y esfuerzo mental a fin de relacionar la nueva información con otros conocimientos previos y generar un significado auténtico.
Por tanto, es un proceso más complejo de lo que parece y que puede llevar años completar para los niños. Así, no es de extrañar que, aunque un menor lea de forma fluida, realmente no logre extraer el significado del texto. Y es que hay varios pasos que dar para poder completar el procedimiento.
Descubre qué factores influyen en la comprensión lectora
A continuación, enumeramos y explicamos los diferentes procesos cognitivos que intervienen en la comprensión lectora. Estos se dominan de forma progresiva, pero todos ellos son esenciales para alcanzar el resultado final.
1. Identificar letras o grafías
Un primer paso fundamental lo componen los procesos de identificación de letras. El niño ha de poder reconocer individualmente aquellas que componen una palabra. Y es que, pese a que la hipótesis del reconocimiento global afirma que somos capaces de reconocer las palabras sin necesidad de seccionar cada letra por separado, lo cierto es que ambos procesos confluyen y son necesarios. Es decir, al ver una palabra comienzan a identificarse las letras, lo cual permite procesarla globalmente.
2. Decodificar
Un segundo paso consiste en aplicar las reglas de conversión grafema/fonema. Es decir, saber asociar a cada grafía o letra su correspondiente sonido. Esto, con el fin de activar la ruta fonológica que permite reconocer la palabra y su significado.
Y es que podemos identificar las letras en cualquier idioma desconocido (siempre que sea alfabético), pero esto no nos permite comprender el texto. Así, al transformar cada grafema en un sonido, el niño puede acceder al significado de la palabra igual que lo haría mediante el lenguaje oral.
3. Reconocer y acceder al léxico
Por otra parte, existe la ruta directa o ruta léxica, que también permite descifrar el significado de la palabra que vemos escrita. En este caso, se logra porque cada palabra (conjunto de letras) se asocia con una representación interna (significado). Por ejemplo, igual que un niño al ver el dibujo de un perro sabe que es un perro, al ver escrita dicha palabra también la asocia con esa imagen.
Lo más común es que los infantes utilicen en sus primeras etapas la ruta fonológica, ya que están acostumbrados a acceder a los significados mediante el sonido de la palabra. No obstante, a medida que leen más, cuentan con más representaciones internas de las palabras escritas y pueden reconocerlas fácilmente. Así, los niños más mayores y los que son buenos lectores tienden a utilizar más la ruta léxica.
4. Comprender las oraciones
A continuación, se han de llevar a cabo procesos sintácticos y semánticos para comprender la oración. Esto es, establecer relaciones gramaticales entre los distintos componentes y, además, dar un significado a la frase.
En este punto influyen diversos componentes:
- Por un lado, la memoria y el léxico o vocabulario con el que cuente el niño, que le permitirá acceder al significado de cada palabra.
- Además, necesitará entender cómo las palabras se organizan en la oración (principalmente se asignan los roles de sujeto-verbo-objeto).
- También, son importantes los signos de puntuación, ya que si se omiten la lectura comprensiva se dificulta en gran medida.
5. Establecer relaciones e inferencias sobre el texto
Un último paso consiste en relacionar lo leído con informaciones previas para así integrarlo en la memoria y consolidar el recuerdo. Y es que, finalmente, la lectura comprensiva no consiste en recordar exactamente la oración, sino lo que quiere transmitir, independientemente de cómo esté escrita. Para esto, los niños han de saber hacer uso del contexto que se presenta y de lo que ya saben respecto de situaciones similares a la mostrada.
Por ejemplo, en la frase “María cortó un trozo de pan”, se entiende que utilizó un cuchillo o una herramienta similar para hacerlo. Este último proceso inferencial es el que completa la comprensión real de lo que el texto trata de transmitir.
Intervenir sobre los problemas en la comprensión lectora
Conocer todo el proceso anterior nos ayuda a determinar en qué punto puede fallar la comprensión lectora en un niño. Quizá flaquea la atención porque no hay una motivación suficiente o, tal vez, falta enriquecer el vocabulario o trabajar la memoria. También, es posible que el niño tenga problemas a la hora de decodificar o que, pese a leer fluido, no logre extraer el significado último del texto. Así, en cada caso la intervención será diferente.
A este respecto, puede ser importante enseñar a los niños de forma explícita algunas estrategias de comprensión lectora y de autorregulación. Es decir, que logren ser capaces de planificar la lectura, supervisar su propia comprensión y darse cuenta de cuándo hay una falla para ponerle solución. Hay programas pedagógicos que persiguen este fin, por lo que un acompañamiento profesional puede ser de utilidad.
Bibliografía
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