Granitos en las nalgas del bebé: causas y tratamiento

Una de las grandes preocupaciones de las madres son las erupciones en la piel de sus bebés, sobre todo cuando aparecen en la zona del pañal. Pero los granitos en las nalgas del bebé son una de las patologías más frecuentes de los primeros meses de vida y una de las causas más comunes de consulta al pediatra.

La piel es el órgano más grande del cuerpo humano y actúa como una barrera de protección contra el medio ambiente. Sin embargo, en los niños más pequeños es un tejido más fino y frágil, lo que lo vuelve más vulnerable a las agresiones externas, como la humedad o la acidez de la orina.

Sigue leyendo y entérate más acerca de este tema y de cómo preservar la delicada dermis de tu pequeño.

¿Por qué se producen los granitos en las nalgas del bebé?

Como dijimos, la piel de los bebés es extremadamente sensible a las agresiones del ambiente. Por este motivo, existen múltiples causas para la aparición de esos granitos rojos que aparecen en las nalgas. En general, estos se acompañan de algunos otros signos o síntomas, que ayudan al pediatra a determinar la causa y así, ofrecer el tratamiento más apropiado. ¿Quieres conocer las causas más frecuentes? Entonces, no dejes de leer.

Picaduras de insecto

Las picaduras de insecto suelen ser lesiones aisladas, en forma de habón, rojizas y muy pruriginosas. En general, cuando se trata de mosquitos o abejas aparecen en las zonas de piel expuesta, pero en el caso de las pulgas pueden aparecer en zonas cubiertas de ropa o debajo del pañal. En el caso de estas últimas, pueden aparecer varias juntas (separadas por unos pocos centímetros) y afectar a varios miembros de la familia a la vez.

Dermatitis del pañal

La dermatitis del pañal es una reacción inflamatoria de la piel ante el contacto con irritantes locales. Por ejemplo, el calor, la humedad, el ácido de la orina y el roce del pañal sintético. En su estadio inicial, suele manifestarse con granos pequeños y rojizos, no confluentes, sobre una piel enrojecida o seca y levemente descamativa. Generalmente, no afecta a los pliegues inguinales, sino que aparece en las zonas que toman contacto directo con las heces, la orina o el plástico del pañal.

Infecciones bacterianas

Una de las infecciones bacterianas más comunes en la foliculitis. Se trata de la inflamación de un folículo piloso, que es el saco que envuelve a la base del pelo dentro de la piel. Cuando un germen ingresa dentro de él, se infecta e inflama. De esta forma, se sobre eleva la piel, se torna colorada, caliente y dolorosa al tacto y en algunos casos, emana pus a través de un orificio.

Infecciones virales

Algunas infecciones virales suelen afectar a la piel de los bebés y son muy contagiosas. Algunos ejemplos son los siguientes:

• Varicela: es una enfermedad ocasionada por el virus herpes zóster. Suele cursar con fiebre, malestar general y síntomas respiratorios leves. Al cabo de 24 a 48 horas, aparecen lesiones en la piel de tipo máculo-papulares, las cuales progresan a vesículas en los siguientes días. Primero aparecen en la cara y en el tronco y, luego, en las extremidades y en la zona glútea.
• Herpes genital: se produce por la infección por el virus herpes simple tipo 2 y se manifiesta como vesículas confluyentes que se rompen con facilidad ante el roce. Esto abre paso a las sobreinfecciones por las bacterias de la flora cutánea y permite que se formen granitos.
• Viruela del mono: esta infección es menos frecuente en los bebés e inicia como granos o ampollas dolorosas hasta 3 semanas después del contacto con una persona infectada. La zona genital suele ser la más común, pero también pueden aparecer en las manos, los pies, el pecho, la cara o la boca.

Dermatitis seborreica

También conocida como costra láctea, se produce por el sobrecrecimiento de un hongo que forma parte de la microbiota de la piel, llamado Malassezia furfur. Se cree que la influencia de las hormonas maternas que pasan al bebé a través de la placenta antes del nacimiento podrían favorecer a la mayor producción de sebo en las glándulas sebáceas y condicionar la aparición de esta patología.

Generalmente, la dermatitis seborreica suele afectar el cuero cabelludo, pero también puede extenderse a otras áreas del cuerpo, incluidas la zona del pañal y las axilas. Aparecen entre la segunda y la décima semana de vida y se ha asociado con el desarrollo de la dermatitis atópica a futuro.

Signos de alarma

Si el bebé presenta los siguientes signos en el contexto de una erupción en la piel en cualquier parte del cuerpo, se recomienda acudir a su pediatra lo más pronto posible:

• Mal estado general.
• Fiebre.
• Pérdida de peso.
• Inapetencia.
• Tendencia al sueño o dificultad para mantenerse despierto.
• Extensión generalizada del brote en la piel o falta de mejoría espontánea.

Cómo se tratan los granitos en las nalgas del bebé

El tratamiento de esta condición dependerá de la causa y de las particularidades del caso. En general, se trata de una irritación local, por lo que será preciso mantener la piel del bebé humectada y aislada del contacto con los agentes irritantes, como el plástico del pañal, la orina y las heces.

Como primera medida, es necesario procurar cambios frecuentes del pañal, sobre todo en las épocas de mucho calor y humedad. También, es importante evitar realizar la limpieza con agentes nocivos, como las toallas húmedas con alcohol o los jabones perfumados. Una vez removida la suciedad, es conveniente aplicar una solución oleosa sobre la piel de las nalgas (como aceites, pastas u óleo calcáreo) para que funcione como repelente de la humedad.

Cuando se agreguen heridas de piel infectadas, como la foliculitis o las micosis, pueden agregarse antibióticos o antifúngicos locales u orales, según el caso. La mayoría de las infecciones virales se resuelven solas en un periodo de 7 a 10 días, aunque en casos específicos, como el herpes genital, puede recurrirse al aciclovir.

¡Prevenir la aparición de granitos en las nalgas del bebé es posible!

Si se toman algunas medidas de cuidado, se puede prevenir la aparición de granitos en las nalgas del bebé. Para ello, se deben elegir pañales de alta absorción y cambiarlos con frecuencia. Además, es importante mantener la zona limpia con baños diarios y limpiar suavemente la zona genital con sustancias neutras y suaves. También, el uso de cremas a base de óxido de zinc es positivo para proteger la piel del pequeño y crear una barrera contra la orina y las heces. Finalmente, es clave que la persona que cambie el pañal se lave las manos antes y después de colocarlo.

No lo olvides, ante cualquier duda con el cuidado del bebé, no dejes de consultar con tu médico de cabecera.