El huevo es un alimento de alta densidad nutricional, pero a veces es necesario sustituirlo en la alimentación complementaria. Por norma general, no se debe introducir antes de los 9 meses de vida. Además, puede dar lugar a la génesis de alergias, algunas de las cuales son transitorias y otras no. Sea como fuere, conocer otros productos que se puedan incluir en su lugar es trascendental para lograr un óptimo desarrollo de los más pequeños.
Antes de comenzar, hemos de destacar que el huevo ha sido objeto de muchos mitos. A día de hoy, se sabe que no modifica negativamente el perfil lipídico y que tampoco incrementa el riesgo cardiovascular. Eso sí, la calidad del alimento vendrá determinada por el tipo de alimentación y por el modo de vida de la gallina. Es importante consumir huevos de gallinas camperas que han sido criadas en libertad.
Alternativas al huevo en la alimentación complementaria
En caso de necesidad, como ser alergias, hay alimentos que pueden oficiar como sustitutos del huevo en la pauta de los niños. A continuación, te contamos sobre algunos de ellos.
Sustitutos artificiales
Existen algunos sustitutos del huevo de tipo artificial que se pueden incluir en la pauta de los más pequeños en caso de ser necesario. No cuentan con la misma cantidad de nutrientes, pero pueden ayudar a completar las necesidades proteicas. Estos nutrientes son fundamentales para garantizar un correcto desarrollo. De hecho, durante las primeras etapas de la vida sus requerimientos se encuentran aumentados, tal y como afirma un estudio publicado en Annals of Nutrition & Metabolism.
Semillas de lino
También cabe la opción de utilizar un gel de semillas de lino. Esta no es la mejor alternativa en cuanto a la sustitución de los nutrientes del huevo, pero sí puede funcionar para imitar sus características organolépticas. Al fin y al cabo, el lino también cuenta con sustancias importantes en su interior, como es el caso de la fibra. Además, se ha demostrado que es clave para asegurar la buena salud a nivel intestinal, ya que sirve de sustrato energético para las bacterias que habitan en el tubo.
Copos de avena
Por último, se pueden emplear también copos de avena remojados en agua para introducir en las diferentes preparaciones y así conseguir ligar los ingredientes. En el caso de las albóndigas o de platos que lleven carne picada, puede ser una excelente alternativa. Por ejemplo, es frecuente esta herramienta para la confección de hamburguesas. Llegado el caso, incluso se podría sustituir por harina de garbanzos.
¿Es frecuente la alergia al huevo?
La alergia al huevo es un problema que suele manifestarse antes de los 5 años. Aunque podría ser transitorio, normalmente los síntomas se mantienen, por lo que será clave evitar la presencia del comestible en la pauta.
Normalmente, las personas alérgicas al huevo experimentan una serie de trastornos tras la ingesta del mismo. Suelen sufrir reacciones respiratorias, dermatológicas o intestinales. En los casos más graves se desarrollarían vómitos, dolor abdominal fuerte e incluso anafilaxia. Pero la buena noticia es que si se sufre alergia en las primeras etapas de la vida, el porcentaje de regresión de la misma es elevado. Un 80 % de las personas ve eliminado el problema con una introducción posterior progresiva del alimento.
No obstante, hasta alcanzar el momento en el que el niño pueda consumir huevo de forma normal, puede que haya que restringir el comestible en la pauta. Para ello son funcionales las alternativas que te hemos presentado. También marcará la diferencia el hecho de revisar las declaraciones de alérgenos en las etiquetas de los productos procesados.
Incluye alimentos para sustituir al huevo en la alimentación complementaria
Como has visto, existen diferentes estrategias para sustituir al huevo en la alimentación complementaria. Ahora bien, ten en cuenta que hablamos de uno de los pocos productos que concentra vitamina D en su interior. En caso de no poder consumirse por cuestiones alérgicas durante el resto de la vida, podría ser preciso suplementarlo para evitar déficits. Por supuesto, la exposición a la luz solar será determinante.
No olvides tampoco que hasta el primer año de vida conviene ofrecer lactancia. La leche materna es el mejor alimento para los menores de 12 meses y podrá suponer un apoyo para el desarrollo y para la función inmune. Además, cuenta con todos los nutrientes que el bebé necesita.
Bibliografía
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