Divertirse junto a los pequeños de la casa es una de las cosas que padres y madres no deberíamos dejar de hacer, es por ello que aquí te contaremos sobre cinco juegos para participar toda la familia.
Existen múltiples opciones si de juegos se trata, las posibilidades son casi infinitas. El único requisito para ponerlos en práctica es tener ganas de reír, de compartir y de volver a ser niños otra vez. Permitirse un tiempo para integrar a toda la familia con una actividad lúdica fortalecerá los lazos.
Algunos juegos divertidos y para toda la familia
Twister
Este juego es un clásico y sigue siendo el favorito de varias generaciones desde que salió al mercado en la década de 1960. Básicamente se trata de un pasatiempo que requiere de algunas destrezas físicas y de coordinación motora por parte de los jugadores.
Es considerado uno de los juegos más educativos puesto que contribuye a que los pequeños puedan distinguir y diferenciar entre su derecha e izquierda. Consta de un tablero o sábana plástica que tiene 24 puntos de colores verdes, amarillo, azul y rojo, además de una ruleta.
El objetivo del juego es colocar la mano y/o el pie en el color que indique la ruleta, que debe girar un árbitro designado, sin dejar que tu cuerpo toque el piso. En esta actividad, que resulta increíblemente divertida, al final el ganador será quien logre mantenerse si caer al suelo.
Grandes y chicos se reirán muchísimo, ¡anímate a intentarlo! Si no disponen de presupuesto para comprarlo en alguna tienda, en Internet podrán encontrar algunos tutoriales para que puedan hacerlo en casa a partir de pocos materiales.
Mímica
Es uno de los más sencillos y por supuesto económicos, pues no se necesita más que imaginación y muchísimas ganas de pasarlo bien.
No tiene límite de edad ni de número de participantes, pues consiste en dividirse en dos grupos. El primero designará a un miembro para que haga una mímica y el resto deberá adivinar de qué se trata. Pueden jugarlo por categoría: películas, acciones, profesiones, las posibilidades son infinitas.
La única regla es valerse de mímicas y gestos. Si aciertan, continúan jugando y ganan un punto, si pierden, deberán cederle el turno al otro equipo.
El escondite
Para este tradicional juego no requieres ningún implemento o herramienta. El entretenimiento que brinda es total, pues se basa en designar a una persona que buscará a los otros miembros de la familia que deberán esconderse en el lugar más ingenioso que encuentren.
Los niños adoran este juego, de hecho es uno de los más populares. Las reglas son básicas, el jugador que busque a los otros debe hacer una cuenta y una vez que termina de contar, comienza su búsqueda. El juego llega a su fin cuando todas las personas son capturadas.
Juegos de tablero o mesa
En esta categoría existen decenas de opciones que van desde el Monopoli, memoria, Scrabble y Jenga. En todos ellos se estimulan algunas competencias como la habilidad numérica y la verbal, la capacidad psicomotora, además de potenciar y desarrollar la inteligencia emocional.
Comprar un juego de mesa es una inversión a muy largo plazo, mantendrá a la familia entretenida por un buen tiempo, se trata de sana diversión a bajo costo que propiciará el encuentro de todos. Puedes organizar encuentros temáticos, como por ejemplo una noche de Scrabble e incentivar al ganador con una porción extra de postre.
Búsqueda del tesoro
Es muy similar al escondite, solo que esta vez los participantes deberán buscar por toda la casa un grupo de objetos que previamente enumeraste en una lista y les enseñaste.
El líder deberá esconderlos sin que sea visto dónde los colocó por el resto de los jugadores. Al final triunfará quien más “tesoros” haya encontrado.
Para los niños, la búsqueda de un “tesoro” supone todo un reto y aventura y este juego permite que los abuelos, tíos y primos se compenetren y contagien de esa alegría e inocencia que poseen los pequeños, jugar juntos trae beneficios para toda la familia.
Crear y propiciar actividades para el disfrute de todos, sin duda, permitirá que los niños crezcan más seguros y sanos emocionalmente. Jugar no es una actividad exclusiva de los pequeños, cuando los adultos se integran, ellos lo disfrutan mucho más.