Las verduras son alimentos totalmente necesarios en la dieta de los niños y cuentan con un buen puñado de nutrientes esenciales en su interior. Además, son una excelente fuente de fibra y de compuestos fitoquímicos y es recomendable que aparezcan en la dieta diaria de los pequeños. Idealmente, en todas las comidas principales.
Antes de comenzar cabe destacar que las verduras tienen un valor nutricional superior al de las frutas. Esto es porque no solo concentran nutrientes esenciales, sino que además su índice glucémico es más bajo. Esto es un aspecto muy positivo de cara a mantener el metabolismo saludable con el paso de los años.
Dicho esto, vamos a conocer algunas otras ventajas de estos comestibles tan importantes. ¡No te lo pierdas!
Los principales beneficios de las verduras para los niños
A continuación, te vamos a mostrar por qué es clave incluir verduras en la pauta de tus niños. Eso sí, en el contexto de una dieta equilibrada y variada, tanto para evitar situaciones de déficit nutricional como de sobrepeso. ¡Apunta esta serie de virtudes!
1. Previenen el desarrollo de enfermedades
Las verduras suelen ser fuentes de vitamina C y de compuestos antioxidantes. El primer elemento ha demostrado potenciar la función inmunitaria, mientras que los antioxidantes consiguen neutralizar la formación de los radicales libres tóxicos para el organismo. Es preciso garantizar el consumo diario de ambos elementos para lograr que el organismo funcione de forma eficiente.
2. Mejoran el tránsito intestinal
Es clave comentar que las verduras cuentan con bastante fibra en su interior, la cual incrementa el volumen del bolo fecal y favorece a las evacuaciones. Así, el tránsito intestinal se vuelve más eficiente y se reduce el riesgo de experimentar estreñimiento, tal como evidencia una investigación publicada en la revista BMJ.
Por otra parte, la propia fibra fermenta en el interior del tubo digestivo y funciona de sustrato energético para las bacterias de la microbiota. De esta manera, se incrementará la densidad de los microorganismos “buenos” y se reduce la de aquellos potencialmente nocivos.
3. Contribuyen a mantener un buen estado de composición corporal
No debemos olvidar que la fibra también contribuye a la saciedad, por lo que incluir vegetales en la dieta en cantidades suficientes reduce la frecuencia de “picoteos” entre las comidas. Normalmente, estas ingestas suelen presentar una calidad muy deficiente a nivel nutricional y se caracterizan por la avidez de consumir productos con elevada concentración de azúcares simples, aditivos y ácidos grasos de tipo trans. Por lo tanto, deben evitarse a toda costa
4. Garantizan una óptima hidratación
Las verduras son capaces de aportar una cantidad elevada de líquidos. Para mantener un buen estado de hidratación no solo es preciso beber agua mineral, sino que resulta clave ingerir comestibles que ayuden a retener este elemento en el organismo.
Con el consumo regular de verduras, se compensa parte de la pérdida de agua del sudor, de la orina y de las heces.
5. Aseguran un buen rendimiento deportivo
Los niños suelen ser activos desde el punto de vista físico, algo que resulta muy positivo para su salud. Pero para poder mantener ese alto grado de actividad, es determinante que no existan déficits de vitaminas ni de micronutrientes. De lo contrario, la capacidad de recuperación luego del ejercicio se vería alterada.
Los vegetales contribuyen a mantener al organismo sano y concentran en su interior una dosis importante de los oligoelementos antes mencionados.
Las verduras les ofrecen muchos beneficios a los niños
Como has visto, las verduras generan muchos beneficios cuando se introducen en la dieta diaria de los niños. Es relevante que aparezcan en todas las comidas principales y en cantidades suficientes. Asimismo, es determinante que se vayan variando, así como también sus métodos de cocción. De este modo, se evitan pérdidas a nivel nutricional derivadas, por ejemplo, de no aprovechar el caldo.
Por último, ten en cuenta que para garantizar un buen estado de salud no solo basta con confeccionar una buena dieta. Además, hay que prestarle atención a la procedencia de los alimentos. Como norma general, se recomienda priorizar los frescos frente a los envasados, ya que estos últimos podrían concentrar sustancias tóxicas derivadas de los plásticos de los empaques. Estos elementos podrían actuar como disruptores hormonales y afectar el equilibrio en el medio interno del pequeño.
Bibliografía
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- Tabbers, M. M., & Benninga, M. A. (2015). Constipation in children: fibre and probiotics. BMJ clinical evidence, 2015, 0303.
- Carr, A. C., & Maggini, S. (2017). Vitamin C and Immune Function. Nutrients, 9(11), 1211. https://doi.org/10.3390/nu9111211