Gingivitis asociada a la pubertad: lo que debes saber

Cuando comienza la adolescencia, la gingivitis se convierte en una posibilidad. Te contamos todo lo que debes saber sobre este problema y cómo prevenirlo.

puber adolescente se agarra la cara con dolor gingivitis

La inflamación y el sangrado de las encías no solo es un problema de los adultos, sino que también puede afectar a los niños y a los adolescentes. En este artículo te contamos sobre la gingivitis asociada a la pubertad.

Los cambios propios de esta etapa favorecen la aparición del problema: la falta de interés por la higiene dental, la alimentación poco saludable y los nuevos hábitos son algunos de los factores. Además, las modificaciones hormonales hacen su parte para propiciar la inflamación de las encías.

Los adultos todavía cumplen un rol clave en el cuidado de la salud oral de sus hijos adolescentes. Así, buscar una solución a tiempo es fundamental para evitar complicaciones más incómodas y graves. Sigue leyendo y entérate más.

La gingivitis asociada a la pubertad

La gingivitis es un proceso inflamatorio que afecta las encías. En esta condición el tejido gingival se agranda, se enrojece, molesta o duele y sangra ante el mínimo roce. También, es común que se acompañe de mal aliento y que se observen depósitos de placa bacteriana y sarro sobre las piezas dentales.

Si la gingivitis no se trata a tiempo, puede evolucionar a la piorrea o enfermedad periodontal. Esto no es lo más común en los adolescentes, pero es una posibilidad.

En este caso, la inflamación es más profunda y se acompaña de una infección que puede afectar gravemente a los tejidos de sostén de los dientes. La destrucción del hueso y el periodonto lleva a que las piezas dentarias se muevan e incluso, que se pierdan.

La causa más común de la gingivitis es una higiene bucodental deficiente. El acúmulo de placa bacteriana y la formación de sarro sobre las encías, las irrita y desencadena el proceso inflamatorio como una estrategia de defensa.

Pero en los adolescentes se suma un nuevo factor determinante: el tenor de hormonas sexuales. Tanto en varones como en mujeres, el aumento de los niveles hormonales propios de la pubertad genera cambios en las encías. Sumado a la tendencia a descuidar la higiene dental, los jóvenes son más propensos a desarrollar una inflamación gingival como respuesta a un mínimo contacto con la placa bacteriana.

Según la clasificación de las enfermedades periodontales de la Academia Americana de Periodoncia, la gingivitis de la pubertad se incluye dentro del grupo de las gingivitis inducidas por placa bacteriana asociadas al sistema endocrino. Por este motivo, a la hora de abordar esta patología en los adolescentes no solo se consideran los factores locales, sino también los cambios hormonales.

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El dolor y el sangrado ante traumatismos menores, como el cepillado, puede sugerir la presencia de gingivitis en la pubertad.

Causas de la gingivitis asociada a la pubertad

Ya te adelantamos que los cambios hormonales de la pubertad cumplen un rol muy importante, así como también las nuevas conductas y actitudes vinculadas al descuido de la boca.

Estos son algunos de los factores que, combinados, favorecen la aparición de la gingivitis asociada a la pubertad:

  • Herencia: la genética puede incidir. Si los padres sufren este problema, sus hijos pueden heredar la predisposición.
  • Cambios hormonales: el aumento radical de las hormonas sexuales desencadena una respuesta inflamatoria exagerada en las encías frente a los irritantes locales. Esto ocurre en ambos sexos, pero en las mujeres puede manifestarse de manera cíclica asociada a los períodos menstruales, sobre todo durante la ovulación o por el uso de pastillas anticonceptivas.
  • Placa bacteriana y sarro: una higiene oral inadecuada permite el acúmulo de bacterias y de restos de comida que se depositan como una película pegajosa sobre los dientes y encías. Al no eliminarla, la misma se calcifica con los minerales de la saliva y se transforman en sarro. Ambos elementos irritan las encías.
  • Situaciones que retienen placa: las caries, el apiñamiento dental, las malposiciones dentarias y los aparatos de ortodoncia favorecen a la permanencia y al acúmulo de placa bacteriana en la boca.
  • Respiración oral: respirar por la boca y el roce con el aire exterior causan la deshidratación y ciertos cambios en las encías que conllevan a su inflamación.
  • Erupción dentaria: la salida de las últimas piezas dentarias permanentes puede favorecer la inflamación gingival.
  • Dieta: al elegir lo que comen, los adolescentes suelen tender a las dietas poco saludables. Los ultraprocesados, los refrescos, los dulces y las golosinas favorecen a la proliferación de bacterias nocivas en la boca.
  • Tabaco: algunos adolescentes pueden comenzar a fumar en esta etapa. Este hábito daña la salud oral en general y predispone a sufrir gingivitis.
  • Piercing: la colocación de joyas en la boca puede ser una elección de algunos jóvenes, pero cabe mencionar que dichos objetos extraños en la mucosa oral favorecen al daño gingival.

Tratamiento de la gingivitis

La mejor manera de abordar y tratar la gingivitis asociada a la pubertad es visitar al dentista con frecuencia. A veces, los síntomas pueden ser muy sutiles y solo un ojo experimentado puede detectar el problema.

El examen clínico y las radiografías ayudan a diagnosticar los problemas en las encías. Pero para revertir la situación es importante el compromiso del joven en la adopción de buenos hábitos de higiene oral.

El cepillado de dientes, el uso de hilo dental y los colutorios especiales son claves para mejorar la salud gingival. Además, el dentista puede realizar una limpieza profesional para eliminar restos de placa bacteriana y sarro. Esto ayuda a la recuperación de los tejidos.

En casos más severos en los que estén comprometidas las zonas más profundas, el raspado y el alisado radicular serán necesarios. Incluso, el uso de antibióticos y antinflamatorios.

Muchas veces, cuando las hormonas son las mayores responsables del problema, a pesar de eliminar los factores locales, la situación no mejora o vuelve a aparecer. Y en general, pasada esta etapa de la vida, la inflamación disminuye de manera espontánea (siempre y cuando el resto de los condicionantes estén controlados).

Cómo evitar la gingivitis asociada a la pubertad

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Los hábitos de higiene no deben dejarse de lado, pues en esta etapa se agregan otros factores predisponentes para la enfermedad periodontal.

Los cambios hormonales propios de la adolescencia no se pueden evitar y la aparición de la gingivitis asociada a la pubertad siempre es una posibilidad. De todos modos, debes saber que si se controla el resto de factores, la salud oral de tu hijo puede mejorar.

El cepillado de dientes y el uso de pastas con flúor e hilo dental todos los días y de manera adecuada son claves para eliminar la placa bacteriana. Los jóvenes deben ser conscientes y responsables de la higiene de sus bocas. Y los padres cumplen un rol fundamental para motivarlos e insistirles en el cuidado de su salud oral.

Cuidar la dieta y educar a los jóvenes para que elijan alimentos saludables también es una estrategia para mantener la salud, no solo de la boca, sino de todo el organismo. Poder comunicarse y reflexionar sobre los riesgos del consumo de tabaco y de ciertas modas como los piercings también es de gran ayuda.

Por último, visitar de manera regular al odontólogo es esencial para cuidar las encías y la boca en general. El profesional es un gran aliado de la prevención.

Por lo tanto, la gingivitis asociada a la pubertad se puede evitar con educación y con hábitos que favorezcan la salud. Un estilo de vida saludable ayudará a los jóvenes a disfrutar de su boca sin inconvenientes.

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