¿Sabes qué hacer cuando tu hijo te conteste de mala manera?

A medida que los niños crecen, es normal que quieran comenzar a imponer sus ideas para sentirse más independientes. A causa de ello, en muchas ocasiones pueden devolver malas contestaciones.

Este es un fenómeno que se suele presentar en todos los niños, independientemente de su personalidad. Pues, con este acto intentan demostrar que han potenciado sus habilidades para tener su propia idea y defenderla.

Sin embargo, es fundamental corregir esa conducta desde el primer momento que se presenta. De lo contrario, los menores se pueden acostumbrar a responder de forma grosera y a querer pasar por encima de los demás.

Por esa razón, los padres deben buscar la manera de dejarles claro que las malas contestaciones están mal y que no se aceptan en ningún momento. A continuación, te compartimos algunas de las que puedes usar para inculcarles este aprendizaje.

1. Fijar una regla que plantee que no se permite que un niño conteste de mala manera

En el instante en el que el niño conteste de mala manera, los padres deben comunicarle que hay una norma que indica que esa acción no se permite. Pues, si ocurre, se pone en riesgo la buena convivencia con las demás personas.

Por otra parte, es importante que los padres le expliquen al menor que para defender una idea no se necesita ser grosero. De ese modo, el niño puede interesarse por adquirir unas formas más adecuadas para expresarse.

2. No responder de mala manera

Si el niño hace una mala contestación, hay que corregirlo con un tono y con unas palabras civilizadas. Así, se le transmite con el ejemplo de que, a pesar de estar en desacuerdo, no se debe acudir a las respuestas groseras.

3. Preguntarle al niño por qué ha respondido así

Con esta acción se puede descubrir si el niño está molesto con los padres por alguna razón. De esa manera, se puede llegar a un acuerdo para que esa situación no se vuelva a presentar y se eviten a toda costa las malas contestaciones.

4. Cuestionar la conducta y no al niño

En ningún momento se le debe decir al niño que “él es un problema” o que “es un grosero”. Pues, con esto solo se logra que el niño se sienta agredido, se debilite su autoestima y que nunca llegue a entender cuál es el acto puntual que está mal.

Lo que se debe hacer es indicarle que ese comportamiento es perjudicial y que le puede ocasionar muchos inconvenientes a futuro. Es así como el niño entiende la importancia de cambiar y no volver a ejecutar esa acción.

5. No reírse de la contestación del niño

En algunas ocasiones, a los padres les puede parecer divertido que su niño pequeño se comporten de esa manera. No obstante, al reírse solo se consigue que el menor interprete que lo que hace está bien y que lo siga realice con frecuencia.

6. Ser estricto cuando el niño conteste de mala manera

Se le debe manifestar al pequeño que mientras se realicen malas contestaciones, no se puede llevar a cabo una conversión con él. Pues, hay que explicarle que con ese comportamiento lastima las emociones de las otras personas.

Corregir a tiempo es fundamental para que el niño no conteste de mala manera

En conclusión, es normal que un niño le conteste de mala manera en algún momento a las personas que están a su alrededor. Sin embargo, si se le dejan claras las normas desde el principio, entenderá que no debe hacerlo y nunca lo naturalizará.