El hierro tiene un rol esencial en el organismo humano. Entre muchas otras funciones participa en el crecimiento del cuerpo, el metabolismo y el transporte de oxígeno hacia las células. Si a su importancia para la salud le sumamos las necesidades nutricionales que aumentan con el embarazo es lógico pensar que cuando la mujer está embarazada debe consumir más hierro que de costumbre para garantizar tanto su bienestar como el del feto.
Las embarazadas deben comer de manera balanceada, pero sobre todo, incluir en su menú recetas ideadas especialmente para ellas. Por eso, en el presente artículo te ofrecemos 2 suculentos y nutritivos platillos pensados para garantizar tu nivel de hierro en sangre, protegerte de contraer anemia ferropénica (anemia por falta de hierro) y lograr así que tu bebé reciba también este importante mineral para crecer sano ahora que está en plena formación dentro de tu útero.
Las embarazadas suelen tener un poco de acidez estomacal algún que otro día, pero eso no debe privarlas de algunos ingredientes agradables al paladar como el vinagre de manzana: componente de muchas recetas.
Basándonos también en ello estas 2 recetas con hierro que te brindamos te dan la posibilidad de comer con vinagre (pequeña cantidad) sin perjudicarte ni incrementar tu acidez.
Sardinas en vinagre de manzana
El pescado es uno de los alimentos que más hierro contiene. Teniendo esto en cuenta, decidimos poner a tu consideración esta receta de sardina fácil de hacer y sumamente agradable al paladar. Tiene muy pocos ingredientes y, para elaborarla, no requiere de una supervisión constante como sí sucede con otras recetas.
Ingredientes
5 rodajas de sardina
1 tacita de aceite (del tamaño de una tacita de café)
1 tacita de vinagre de manzana (del tamaño de una tacita de café)
Sal al gusto
1 cebolla mediana cortada en rodajas
Modo de preparación
Lava las ruedas de sardinas y colócalas dentro de una olla de presión. Échales el aceite, el vinagre y la sal al gusto. Luego de esto dale presión a la olla y deja que las sardinas se cocinen durante 45 minutos.
Cuando termine el tiempo haz que la olla pierda la presión, sirve las sardinas en un plato con el agua del vinagre y el aceite que le haya sobrado, y agrega las rodajas de cebolla para adornar y dar aroma a la preparación.
Ensalada de frijoles
Los frijoles aportan varios minerales como hierro, zinc y cobre.
Para preparar la ensalada de frijoles necesitas:
2 tazas de frijoles negros
2 cebollas medianas
10 dientes de ajo
Sal al gusto
3 o 4 ramas de cilantro
1 pizca de comino molido
4 cucharadas de aceite
1 cucharada de vinagre de manzana
Modo de preparación
Para hacer la ensalada de frijoles primero necesitas cocer los granos. En una olla a presión pon a cocinar los frijoles durante 50 minutos con abundante agua. Para que los frijoles no se vayan a secar te recomendamos que llenes la olla de agua hasta el tope, en donde tiene la marca.
Luego de los 50 minutos deberás sacarle la presión a la olla y comprobar que los granos, al apretarlos, se hagan papilla. Si están duros vuelve a darle a la olla un poco más de presión.
Cuando tengas los frijoles listos pasarás a sazonarlos.
Machaca los dientes de ajo y la cebolla y échalos a la olla. Luego añádele 2 cucharadas de aceite y un poco más de agua si ves que casi no hay caldo dentro del recipiente. Deja la olla sin tapar y ponla al fuego para que los frijoles comiencen a hervir. A medida que el agua se vaya evaporando es posible que los frijoles necesiten que les eches un poco más de agua.
Pasados 20 minutos comprueba que la sal esté a tu gusto y retira la olla del fuego. Entonces será momento de echarle las ramas de cilantro, así como el comino. Tapa la olla y deja que las hierbas aromáticas hagan lo suyo.
Cuando los frijoles estén tibios busca un colador y separa el caldo de los granos.
El caldo podrás beberlo. Su sabor será delicioso sobre todo para mezclarlo con otros alimentos como el arroz, también nutritivo y rico en hierro.
Los granos los pondrás en un recipiente aparte y será con ellos con los que harás la ensalada. Toma una cebolla, córtala en ruedas y espárcela por el plato. A continuación añade las 2 cucharas de aceite.
Si no padeces de acidez estomacal agrega la cucharada de vinagre, de lo contrario échale solo la mitad. Revuelve el preparado y ponlo dentro del refrigerador durante un tiempo. Cuando se enfríe estará listo para comerlo.
Bibliografía
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