El sistema inmunitario puede verse afectado debido a los cambios fisiológicos del embarazo y, en este contexto, la fiebre puede aparecer en algún momento de la gestación. Pero, ¿es esto nocivo para el bebé?
La fiebre es una de las manifestaciones clínicas más comunes de las infecciones y se define como el aumento de la temperatura corporal por encima de los 38,5 °C. Si este signo se hace presente durante la gestación, es preciso realizar la consulta médica tan pronto como sea posible, a fin de determinar su origen y atender pronto la causa.
A continuación, te vamos a contar todo lo que debes saber sobre la fiebre en el embarazo para preservar mejor tu salud y la de tu pequeño.
¿Puede la fiebre en el embarazo afectar al bebé?
Uno de los síntomas que mayor inquietud le generan a la futura madre es la fiebre. Tal como hemos anticipado, es una manifestación de la activación del sistema de defensas del organismo. Ciertamente, la preocupación es fundamentada, pues todo lo que ocurre en el cuerpo de la mujer, puede incidir en el bienestar del bebé.
En el primer trimestre de gestación, las temperaturas corporales elevadas podrían vincularse con el desarrollo de algunas malformaciones fetales. Específicamente, con defectos del cierre del tubo neural, anencefalia o gastrosquisis, entre otros. A su vez, este efecto podría ser causado por la misma invasión del agente patógeno causante de la fiebre (por ejemplo, una bacteria), por lo que es crucial identificar la causa del síntoma en cuestión.
Finalmente, es importante también valorar los otros síntomas que acompañan a la fiebre y comentárselos al médico tratante. De esta forma, el profesional podrá proceder con alguno de los siguientes estudios a fin de determinar el origen del problema:
- Ecografía obstétrica.
- Análisis de sangre.
- Cultivos de sangre, orina o secreciones vaginales.
- Análisis de orina.
¿Cuándo acudir al médico?
Vale destacar que no todos los episodios de fiebre responden a infecciones complejas. De hecho, algunas veces son el resultado de cuadros leves y comunes, como los resfriados. Sin embargo, la presencia de este síntoma indica que algo sucede en el organismo materno y que debe ser atendido con prontitud para evitar complicaciones.
A fin de conocer el foco de la infección y de determinar la gravedad del cuadro clínico, es importante evaluar los síntomas que acompañan a la fiebre. Entre las manifestaciones clínicas a tener en cuenta destacamos las siguientes:
- Diarrea.
- Vómitos constantes.
- Dolor o ardor al orinar.
- Dolor de cabeza agudo.
- Pérdida de líquidos a través de la vagina.
- Contracciones uterinas.
- Dolor abdominal de moderado a intenso.
- Fiebre de más de 39 °C y que sea constante.
Estos síntomas sugieren que una afección potencialmente grave puede estar ocurriendo en el organismo de la gestante, como una infección urinaria o una corioamnionitis. Por este motivo, la futura mamá debe ser evaluada a la mayor brevedad posible por su médico tratante para evitar que se desencadenen consecuencias negativas sobre la salud del bebé.
¿Qué debo tomar si tengo fiebre durante el embarazo?
Otra inquietud que es común en las gestantes son los fármacos aptos para consumir en el embarazo, pues muchos de estos pueden atravesar la barrera placentaria y causar problemas en el bebé. Veamos los diferentes casos:
- Episodios de fiebre: los especialistas recomiendan consumir solo paracetamol como antifebril, pues es un medicamento que se considera seguro en esta etapa. Eso sí, debe tomarse solo bajo las indicaciones del médico.
- Fiebre causada por bacterias: cuando esta se confirma, el profesional te indicará un antibiótico que sea apto para tu condición y eficaz para tratar la infección.
- Infección vírica: como es el caso de la gripe, estas infecciones no tienen tratamientos curativos, sino simplemente de alivio sintomático. Es importante evitar automedicarse y ser cautos con el uso de remedios caseros, pues muchas infusiones o hierbas presuntamente inocuas pueden resultar tóxicas para el feto.
Recomendaciones para bajar la fiebre durante el embarazo
La fiebre es una señal inminente de que algo está ocurriendo en el cuerpo y genera mucho malestar. Cuando aparezca, lo primero que se debe hacer es intentar bajar la temperatura con métodos naturales:
- Mantener reposo.
- Evitar actividades agotadoras.
- Si la temperatura está por encima de los 38 °C, colocar paños mojados de agua fría en la cabeza, en la frente, en el cuello y en las axilas.
- Usar ropa ligera.
- Tomar bebidas frescas.
- Mantener una buena hidratación.
- Consumir jugos de frutas o suplementos ricos en vitamina C.
Mantente atenta y en comunicación con tu médico obstetra
La respuesta inmunitaria del organismo activa una serie de mecanismos para atacar a los gérmenes, entre los que se encuentra la fiebre. Las características de este síntoma pueden guiarnos acerca de su gravedad o su causa, como es su graduación, su frecuencia y los síntomas que la acompañan.
Lo más recomendable es mantenerte atenta a los cambios corporales, evitar automedicarte y estar en contacto con tu médico, para que pueda cuidar bien de tu salud y la de tu bebé.
Bibliografía
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