La maternidad y la paternidad son experiencias que algunas personas anhelan desde su juventud, pero que otras rechazan y a otras les viene por sorpresa. En cualquier caso, suponen un drástico cambio de vida. No existe una edad ideal determinada para concebir y criar un hijo. Sin embargo, si tú y tu pareja se plantean ser padres jóvenes, queremos compartirte algunas de las situaciones que con más seguridad tendrás que enfrentar en los próximos años.
El embarazo adolescente es una situación compleja que acarrea consecuencias negativas tanto para los padres como para los bebés. Además, estas dificultades no desaparecen automáticamente al cumplirse 18 años. En parte, se debe a que en las sociedades occidentales cada vez es más común retrasar la formación de una familia en pro de conseguir antes una estabilidad emocional y económica.
Por ello, cuando nos referimos a padres jóvenes, incluimos también a quienes han tenido un hijo durante la década de sus 20 años, pues muchos de los retos que habrán de afrontar son similares. No obstante, también existen ciertas ventajas en formar una familia de forma temprana. A continuación, te compartimos todo lo que debes saber al respecto.
Ventajas de ser padres jóvenes
¿Has sido madre antes de cumplir los 30 años? Entonces, cuentas con varios puntos a tu favor a la hora de ejercer tu maternidad. ¡Presta atención!
No hay presión biológica
Si eres madre joven, no tendrás que soportar la presión y la angustia que afrontan algunas mujeres que deciden retrasar su maternidad. Y es que es bien sabido que a mayor edad existen mayores problemas de fertilidad y aumentan los riesgos para su salud y la del bebé.
Dispones de más tiempo y energía
Criar a un niño cuando estás aún en la veintena hace más sencillo ocuparse de muchas de las tareas que requiere el cuidado infantil y que pueden llegar a resultar agotadoras. Además, es probable que cuentes con mucho más tiempo para ver crecer a tu hijo y compartir los momentos más significativos de su vida.
La brecha generacional es menor
La brecha generacional ocurre como un problema de comunicación entre padres e hijos debido a los distintos códigos y costumbres. Los progenitores más jóvenes se encuentran más en contacto con los avances tecnológicos, las redes sociales y el lenguaje de los menores. Esto puede suponer una ventaja a la hora de comprender y proteger a sus hijos.
Síndrome del nido vacío cuando todavía eres joven
Por último, cuando los hijos de los padres jóvenes se van de casa, estos se encuentran aún en sus cuarenta años. Por lo mismo, su salida del hogar puede generar menos sentimientos de tristeza y vacío, ya que estos adultos aún cuentan con proyectos y energía para continuar adelante con una vida activa.
Desventajas de ser padres jóvenes
A pesar de los anteriores beneficios, ser padre en la adolescencia o a una edad temprana también presenta problemas y dificultades. Enumeramos algunos de los principales para que puedas tenerlos en cuenta.
Falta de madurez emocional
Para criar a un niño no solo es necesario contar con los medios económicos para darle alimentación y un techo. También, es fundamental ofrecerle afecto, presencia, sostén y ejemplo. La impulsividad, la labilidad emocional y la falta de previsión a futuro son características de los adolescentes, pero no son buenas cualidades para un padre o una madre. Por ello, si tienes un hijo joven, te verás obligado a madurar más deprisa a fin de afrontar adecuadamente la gran responsabilidad que supone.
Dificultad de acceso a la educación superior
Un embarazo en la adolescencia puede ser un gran impedimento a la hora de finalizar los estudios. Con la llegada de un hijo, los progenitores habrán de comenzar a trabajar para obtener un sustento y deberán dedicar tiempo a cuidar del infante. Así, muchas chicas abandonan incluso la enseñanza secundaria y un porcentaje aún mayor no alcanza la formación superior. Esto es algo que también afecta a aquellos adolescentes varones que deciden implicarse en la vida de sus hijos y ejercer su rol.
Complicaciones económicas
La inversión monetaria que supone criar a un hijo suele oscilar entre los 7000 y 12000 euros solo el primer año. Sin embargo, los padres jóvenes no siempre cuentan con los medios o la estabilidad financiera para correr con estos gastos. Además, debido al abandono precoz de la formación, pueden tener mayores dificultades para acceder a puestos de trabajo mejor remunerados. De este modo, el dinero puede convertirse en una preocupación constante.
Cambio de vida
Por último, no podemos olvidar que la llegada de un hijo transforma las rutinas, las prioridades y la vida diaria de los padres. Los progenitores jóvenes habrán de cambiar la fiesta, los viajes, la independencia y la despreocupación por una vida familiar centrada en las necesidades infantiles. Por supuesto, aún podrán disfrutar de algunos espacios a solas, pero estos serán mucho más reducidos que aquellos de los que gozan otras personas de su edad. Así, pueden llegar a perder amistades y a sentirse frustrados y confusos con sus propios roles.
Ser padres jóvenes es una decisión personal
Como ves, existen tanto puntos a favor como en contra a la hora de adelantar la maternidad o la paternidad. Sin embargo, no debes olvidar que ser padre implica hacerse responsable de una vida humana que requiere de un gran sacrificio, madurez y dedicación. Así, procura contar con una buena estabilidad en todos los ámbitos de tu vida antes de comenzar tu familia, pero recuerda que la elección del momento adecuado es una decisión personal.
Bibliografía
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