¿Cómo se vuelve un niño materialista? En la sociedad de hoy en día, muchos piensan que es más feliz el que más tiene. También, creen que por tener un mejor coche o más dinero se es superior a los demás. Sin embargo, estamos muy equivocados. De ese modo, los niños terminan por copiar las conductas de sus figuras de referencia (incluso las equivocadas) y acaban por adquirir las mismas actitudes. Inclusive, las materialistas.
Los menores llegan a pensar que cuantas más cosas tengan más felices serán. Y esto es consecuencia en parte por culpa nuestra y en parte por la industria. Un estudio llevado a cabo por Suzanna J. Opree, de la Universidad de Ámsterdam, Países Bajos, ha mostrado que los niños más materialistas son menos felices, mientras que aquellos menos felices son más materialistas.
Las conductas de los niños de querer poseer a toda costa puede acabar por convertirse en una obsesión y provocar infelicidad. Entonces, ¿por qué los niños se vuelven tan materialistas?, ¿qué podemos hacer los padres para evitar que nuestros hijos sean así? Te lo contamos en este artículo.
¿Por qué se vuelven materialistas los niños?
Un niño materialista cree que cuantas más cosas posea, más feliz va a ser. Así, este se convierte en su objetivo principal: poseer para conseguir la felicidad. Pero, ¿por qué un niño llega a ser tan materialista?
Por la publicidad
La publicidad es uno de los factores que contribuye a que los niños sean materialistas. A través de ella, se ve a niños que utilizan juguetes con colores llamativos y música pegadiza, al tiempo que sus caras muestran felicidad. Entonces, cuando los pequeños ven esto, piensan que si tienen esos productos van a ser felices.
Todos sabemos que esa felicidad dura muy poco, en cuanto descubren que en el anuncio parecía mucho más divertido de lo que es en realidad. Entonces, ven otra propaganda y vuelven a desear el juguete. Esa situación se repite una y otra vez.
Por compararse con otros niños
Otra de las razones de que los niños se conviertan en materialistas es porque empiezan a juntarse y a socializar con su grupo de iguales. Así, comienzan las comparaciones entre ellos para ver quien tiene más o quién posee el mejor juguete.
Por buscar la aceptación social
La baja autoestima, la ausencia de atención o el sentirse vulnerables hace que los niños sean más proclives al materialismo. Los menores con estas características piensan que si poseen más cosas serán más aceptados y conseguirán así la felicidad que no han podido obtener de otra manera.
Recomendaciones para evitar que los niños sean materialistas
Todos sabemos que el entorno en el que vive y crece un niño va a ser determinante en su forma de comportarse. En este sentido, los adultos somos sus modelos y ejemplos a seguir.
Por otro lado, puede que los niños se vuelvan materialistas, aunque sus padres no lo sean, debido a la sociedad. Los valores consumistas de esta influyen desde edades tempranas. A continuación, te damos algunas recomendaciones para evitar estas situaciones:
- Sentarnos en familia para ver la televisión: de esta manera, podemos hablar con nuestros hijos y explicarles que tienen que ser críticos con lo que ven. No todo lo que se muestra en la pantalla es tan maravilloso en la realidad.
- Practicar deporte: es una actividad que ayuda a los niños a socializar, a cooperar y a competir de una forma sana.
- Explicarles las diferencias que hay entre necesitar y querer: no es lo mismo necesitar unos zapatos deportivos porque los que tienes se han estropeado, que querer un juguete que han lanzado como novedad. Necesitas los deportivos para poder salir y caminar, ya que no puedes ir descalzo. Sin embargo, el juguete no va a solucionar ningún problema.
- Pasar tiempo de calidad en familia: podemos planificar excursiones junto con los niños de acuerdo con sus gustos y preferencias. Estos momentos sí aportan felicidad a nuestros hijos. Esos ratos juntos son los mejores regalos y experiencias que podemos brindarles.
- No utilizar el soborno para conseguir que los niños se porten bien: seguro que te suenan frases como: «si estás quieto y te portas bien, te compraré golosinas». Con esto, lo que hacemos es que se acostumbre a portarse bien para obtener la recompensa. Además, contribuirá a que se vuelva un niño materialista.
- Limitar el uso de la televisión: prohibirla no es la idea, porque entonces la desearán todavía más. Lo ideal es escoger contenidos que aporten información y conocimientos de utilidad. Eso sí, debemos evitar que estén pegados a la tele a todas horas, aunque lo que vean sea educativo.
En cuanto a educar al niño materialista
A lo largo de este artículo, hemos podido comprobar que, tanto la educación como la sociedad pueden contribuir al desarrollo de un niño materialista. Si utilizamos recompensas y castigos, le damos a entender al niño que se fije más en el resultado que en el proceso. De esta forma, entenderán que a través del consumo y la recompensa material van a alcanzar la felicidad.
Es importante que eduquemos a los niños en los valores y en la importancia del «ser» más que en el «poseer». Cuando estos valores se pierden, criamos niños incapaces de apreciar lo realmente importante de la vida y lo que verdaderamente nos puede hacer felices. Es trabajo de los padres y educadores el enseñarles el camino de la felicidad sin tanta necesidad de lo material.
«Gastamos dinero que no tenemos en cosas que no necesitamos para impresionar a gente a la que no le importamos».
– Will Smith –
Bibliografía
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