Síntomas para identificar la baja autoestima en niños

La baja autoestima infantil puede provocar que los niños asuman ciertas actitudes y comportamientos poco apropiados para su desarrollo.

Escrito y verificado por la psicóloga Ana Couñago.

Última actualización: 22 enero, 2020

Es importante que los pequeños aprendan a quererse y valorarse de forma positiva para crecer sanos y felices. Pero, desgraciadamente, muchos niños no lo consiguen. En este artículo te presentamos algunos síntomas para poder identificar la baja autoestima infantil.

Presentar una autoestima negativa implica experimentar sentimientos de inferioridad, inseguridad, incapacidad, miedo, culpa, etc. Esto hace que los niños se comporten de una determinada manera que impide el desarrollo óptimo.

Síntomas para identificar la baja autoestima en niños

Según las psicólogas Isabel M. Haeussler y Neva Milicic existen una serie de síntomas, rasgos o actitudes que suelen definir a los niños con baja autoestima. A continuación te explicamos cuáles son. Aunque hay que tener en cuenta que cada pequeño puede expresarse de un modo diferente, en función de:

• Las características de personalidad.
• Las experiencias vitales.
• Los modelos o referentes que asume.

  

Actitud excesivamente quejumbrosa y crítica

Los niños con baja autoestima tienden a quejarse y a criticar todo, ya que se sienten insatisfechos cuando las cosas no salen como quieren o esperan. Esta actitud puede provocar rechazo por parte del entorno. Ello hace que se sienten incomprendidos y poco valorados por los demás. Así, ellos mismos se victimizan.

Necesidad de llamar la atención

Estos niños están constantemente llamando la atención de los demás, sobre todo de los adultos, con la intención de sentirse relevantes y aprobados. Por lo general, esto no les funciona, de modo que se frustran o enfadan continuamente.

Necesidad de ganar siempre

Muestran una necesidad patológica de ganar ante cualquier juego, competición o actividad. No valoran la diversión y el disfrute; lo único que quieren es ser los mejores, pues creen que así serán más queridos y aceptados. Por tanto, estos niño son:

• Malos perdedores: no aceptan la derrota.
• Malos ganadores: presumen exageradamente del triunfo.

Miedo al fracaso y al error

Tienden a no arriesgarse por temor a equivocarse y a cometer errores. Por lo que contestan a una pregunta o realizan una tarea únicamente si saben con certeza que lo van a hacer bien. Dicha actitud de inseguridad les impide desarrollar la creatividad. Además, pueden llegar a presentar ansiedad o excesiva preocupación por las tareas escolares, bloqueándose o a quedándose en blanco ante las mismas.

Actitud introvertida y poco sociable

Muchos niños con baja autoestima se caracterizan por poseer pocas habilidades sociales, puesto que tienen miedo a exponerse tal y como son. Esto les lleva a presentar dificultades a la hora de:

• Relacionarse con los iguales.
• Hacer amigos íntimos.

Tristeza y desánimo

Suelen tener una actitud de tristeza y desánimo. Así, estos pequeños muestran:

• Una sonrisa poco frecuente.
• Desmotivación generalizada.
• Falta de espontaneidad.
• Poca vitalidad.

  

Perfeccionismo

Los niños con baja autoestima, por lo general, son excesivamente lentos al realizar ciertas actividades o ejercicios, ya que nunca se sienten conformes con el trabajo realizado, de manera que están continuamente intentando mejorarlo y corregirlo. Pero no logran ser efectivos ni productivos, puesto que invierten el mismo tiempo en las tareas fundamentales que en hacer las que son poco relevantes.

Agresividad

Para compensar y ocultar sus inseguridades y miedos, pueden llegar a comportarse de forma agresiva, desafiante e inapropiada. Es decir, suelen ponerse a la defensiva ante los demás. Lo cual hace que mantengan interacciones sociales poco saludables.

Necesidad de aprobación

Los niños que desarrollan una autoestima negativa desean ser constantemente aprobados. Por ello, buscan continuamente el reconocimiento y la valoración de los demás, normalmente de las figuras de referencia (madre, padre, profesorado, etc.). Esto se debe a la presencia de:

• Muchas inseguridades.
• Falta de confianza.
• Temor por afrontar los propios sentimientos.
• Incapacidad de autoevaluación.