La erisipela en la infancia

La erisipela es una de las infecciones cutáneas más frecuentes. Su similitud con la celulitis infecciosa las posiciona como un probable diagnóstico diferencial.

Erisipela.

La erisipela en la infancia es una de las grandes razones de hospitalización y morbilidad. Incluso, es una causa muy habitual en las consultas pediátricas de atención primaria. El origen en la mayoría de los casos de erisipela se origina por cuadros infecciosos bacterianos que afectan a la epidermis y a la dermis superficial.

La causa de la erisipela en la infancia

La erisipela es una infección de la piel que afecta a la epidermis y a la dermis papilar. Sin embargo, puede extenderse hacia los ganglios linfáticos de la piel superficiales.

En la mayoría de los casos en los que se presentan en el rostro (del 5 al 20 % ) se deben a Streptococo beta hemolítico del grupo A, conocido como Streptococcus pyogenes. Mientras que la etiología de las extremidades inferiores (80 % de los casos) se relaciona con otros Streptococcus del grupo B,C o G.

Las fisuras de la piel son el primer paso en la génesis de esta patología. Así, existen múltiples puertas de entrada para inocular la bacteria y que prolifere:

  • Incisiones quirúrgicas.
  • Picaduras de insectos.
  • Pequeña herida.
  • Úlceras por estasis.
  • Lesiones de rascado por varicela.

La infección se expande e invade de manera directa el sistema linfático y provoca la enfermedad.

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Manifestaciones clínicas

Al momento de plantear el diagnóstico de la erisipela se debe examinar a el niño en búsqueda de traumatismos cutáneos o episodios de faringitis recientes.

Manifestaciones locales

Se caracteriza por una región de la piel enrojecida que está bien delimitada y sobreelevada, de acuerdo a una esta revisión publicada en The New England Journal of Medicine. Suele afectar con mayor frecuencia a las extremidades inferiores y luego al rostro

En la  mayoría de los casos relaciona signos locales como los siguientes:

  • Dolor.
  • Linfangitis.
  • Adenopatía regional.

A su vez, los niños con erisipela pueden quejarse de ardor o sensibilidad y picazón en el área de la infección.

Manifestaciones generales

La sintomatología general puede variar de acuerdo a la gravedad. Sin embargo, los signos más frecuentes son los detallados a continuación:

  • Fiebre.
  • Leucocitosis con neutrofilia.
  • Aumento de los reactantes de fase aguda (aumento de proteína C reactiva).

Una de las posibles puertas de entrada puede ser la presencia de una micosis, por lo que se deben examinar los espacios interdigitales de los dedos en busca de maceración, descamación o fisuras.

El diagnóstico diferencial se plantea con la celulitis infecciosa. De hecho, la celulitis infecciosa tiene sus bordes poco delimitados y su evolución es más lenta.

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Complicaciones de la erisipela

La erisipela puede desarrollar un cuadro infeccioso grave, pero en raras ocasiones es mortal. En consecuencia, la patología mas grave se manifiesta con ampollas, vesículas hasta incluso necrosis evidente.

Algunas de las complicaciones locales más relevantes incluyen las siguientes:

  • Abscesos.
  • Escarlatina.
  • Neumonía.
  • Meningitis.
  • Necrosis cutánea.
  • Púrpura hemorrágica.
  • Tromboflebitis.
  • Formación de ampollas.

Opciones terapéuticas de la erisipela en la infancia

Cuando se sospeche que el cuadro infeccioso es una erisipela, se debe iniciar el tratamiento con antibióticos contra Streptococcus.

Antibióticos orales

La primera línea de tratamiento para esta enfermedad es la penicilina o sus derivados semisintéticos, cuya forma de administrarse va a depender de la gravedad del cuadro clínico. Así lo recomienda la Guía para el diagnóstico y manejo de las infecciones de la piel y de los tejidos blandos del 2014 de la Sociedad Americana de Patologías infecciosas.

En la mayoría de los casos la duración del tratamiento vía oral es de 5 días. Sin embargo, cuando no se observa mejoría alguna, el tratamiento puede prolongarse por periodos de 10 a 14  días.

Hospitalización

Pueden haber ocasiones en las que se requiera la internación del paciente para su mejor atención. Las siguientes son algunas de estas situaciones:

  • Infección necrotizante.
  • Signos de toxicidad sistémica o fiebre elevada.
  • Inmunodeprimidos.
  • Pacientes con mala adherencia a la medicación y seguimiento.
  • El tratamiento ambulatorio falla.Brazo de un niño con erisipela.

Otras medidas de sostén

Las opciones terapéuticas de apoyo son las compresas frías, la hidratación, el paracetamol o la elevación de las extremidades inferiores. Algunos estudios han desaconsejado el uso de ibuprofeno como antiinflamatorio no esteroideo debido a su probable efecto en el aumento de la frecuencia y la gravedad de la fascitis necrotizante.

Cuando hay gangrena o abscesos en los niños, se requiere la realización de un desbridamiento quirúrgico. En consecuencia, se debe internar a los bebés, a los inmunosuprimidos y a los ancianos.

Consideraciones sobre la erisipela en la infancia

En la mayoría de los casos, la erisipela en la infancia es una enfermedad de pronóstico bueno y que se suele tratar de manera ambulatoria. Es decir, responde de forma favorable con los antibióticos orales.

El diagnóstico, por norma general, es clínico, pero ante cualquier duda se debe derivar el paciente a un dermatólogo. El especialista será quien indique el tratamiento que hay que seguir o las medidas que se han de implementar. Por lo tanto, no se debe automedicar en este tipo de patologías bajo ningún concepto.

Bibliografía

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