Lo que no sabías sobre la escarlatina

Los cuidados para la fiebre escarlatina en niños no siempre son los adecuados, por esta razón, el niño puede tardar en recuperarse y superar el malestar. Por esta razón es importante averiguar bien todo acerca de los cuidados que requiere esta enfermedad.
Lo que no sabías sobre la escarlatina

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 09 noviembre, 2017

Tanto si se ha visto un caso cercano de escarlatina como si se ha experimentado por sí mismo, lo cierto es que muchas veces, hay aspectos de las enfermedades que solemos obviar, especialmente en lo que respecta a los cuidados.

Por lo general, se sabe que los cuidados durante una enfermedad suelen consistir en una serie de medidas que se adoptan para procurar el bienestar del paciente. A pesar de que puedan parecer muy simples, estos son de vital importancia, ya que permitirán que el individuo no solo mejore, sino que quede exento de secuelas y mayores complicaciones.

¿Qué recuerdas sobre la escarlatina?

La escarlatina es una enfermedad infantil cuya causa es la bacteria denominada: Estreptococo beta-hemolítico del grupo A. Esta forma parte de la familia de los gérmenes que originan la amigdalitis. Dicha bacteria suele causar una toxina, que genera una erupción difusa de color rojo carmesí (de allí el nombre de la enfermedad).

Es importante aclarar que, no todos los estreptococos producen esa sustancia, ni todos los niños son sensibles a esta. Por ejemplo, dos niños contagiados con esta bacteria (que viven en una misma casa) pueden desarrollan la enfermedad de forma distinta, debido a que uno reacciona a la toxina y el otro no.

Los bebés que llegan a sufrir el sarpullido tienen que recibir unos medicamentos tópicos especiales, para resolver este inconveniente.

Pero ¿cómo se transmite esta enfermedad? Básicamente, ocurre con el contacto directo con la saliva de otros niños infectados, al hablar, toser o estornudar. También es posible que, al compartir algunos utensilios o juguetes que se lleven a la boca, suceda la transmisión de la bacteria. Por lo tanto, si está enfermo, el aislamiento es vital.

Evolución de la escarlatina

Después de la infección, la afección se da de forma repentina, se hinchan los ganglios ubicados en la parte baja del cuello y duele muchísimo, y adicionalmente cursa con:

  • Temblores.
  • Vómitos.
  • Inapetencia.
  • Dolores de cabeza
  • Molestias en la garganta.
  • Amígdalas inflamadas.
  • Apatía o desganamiento (esto quiere decir que probablemente ni siquiera quiera jugar).
Para que la escarlatina se cure verdaderamente es importante que el paciente tenga un reposo y descanso adecuado.

Durante las próximas 12- 48 primeras horas, aparece el exantema (erupciones) en las ingles, axilas y cuello. Posteriormente, estas se extienden por todo el cuerpo. Las manchas o puntos rojos son evidentes en toda la epidermis y tienen cierto relieve.

Por otra parte, la lengua se recubre de una capa blanquecina, las papilas gustativas se recrecen y se torna más roja de lo normal. Luego, empieza una descamación de la piel.

Al sexto u octavo día, las dolencias bajan su intensidad. Si hay de nuevo un brote de fiebre en esta etapa, esto puede indicar que existe alguna complicación que se debe atender inmediatamente. A partir del noveno día, la piel se descama, comenzando por la cara, el tronco y, por último, las manos y los pies.

Qué debes saber

Desafortunadamente, la escarlatina se puede repetir varias veces durante la infancia, porque es provocada por varios estreptococos de cepas diferentes. Esto quiere decir que la vacunación no es tan efectiva como en otros casos.

La escarlatina no tiene ningún tipo de complicaciones, siempre y cuando, reciba los medicamentos necesarios. Pero, si no es así, puede derivar en otros problemas como la fiebre reumática, que causa inflamación en el corazón, las articulaciones y los vasos sanguíneos; y en glomerulonefritis, que afecta las funciones renales en poco tiempo.

La vacunación no es efectiva para prevenir la escarlatina

En cualquiera de los casos, esté presente o no la erupción, es fundamental consultar al médico, para que este pueda determinar cuál será el tratamiento farmacológico apropiado para el paciente. Es muy importante que quede clara la composición del medicamento, la dosificación del mismo, efectos a corto, mediano y largo plazo, y aspectos afines.

 

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¿Cómo cuidar a un niño con escarlatina?

  1. El descanso es fundamental. Aun cuando pueda regresar al colegio. Siempre es bueno estar segura de que se sienta cómodo y bien atendido. Así que prepárale una dieta basada en alimentos blancos, sopas nutritivas, cremas heladas, bebidas caseras, tales como: jugos naturales de naranja, pomelo o limón.
  2. En caso de inapetencia, no le obligues a comer y, en cambio, ofrécele alimentos blandos.
  3. Si tienes un humidificador de agua fría, es el momento perfecto para usarlo, puesto que le aliviará el dolor de garganta. También puedes aprovechar para colocarle compresas de agua fría y tibia alrededor del cuello, para disminuir la inflamación y dar un poco de alivio.
  4. Asegúrate de que tenga las uñas cortas, para que no se lastime en caso de que la erupción le cause picor.
  5. Mimos. Sí, aunque parezca una cursilería, todo ser humano necesita sentirse atendido y querido en momentos de enfermedad. De esta forma, al velar por el estado psico emocional, se procura la mejoría física del paciente. En este sentido, es importante pasar tiempo de calidad junto al paciente.

Es importante consultar cualquier duda con el pediatra. Cuando se trata de la salud de un niño, se debe actuar de inmediato, para evitar que se complique la situación y el escenario empeore.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.