Hay niños y adolescentes que son capaces de recoger sus dormitorios sin que los padres tengan que recordarles mil veces qué es lo que tienen que hacer. También se lavan los dientes o las manos sin que se les tenga que recordar todo el tiempo. Un preadolescente o adolescente también puede hacer sus tareas sin que nadie se lo recuerde, aunque no siempre es el caso.
¿Por qué tu hijo adolescente no quiere hacer sus tareas?
Los adolescentes, normalmente, piensan que si no quieren hacer una tarea, otra persona debería hacerlo o, si no quieren hacerla, deberían poder hacerlo más tarde, cuando tengan ganas. En algunos casos, los adolescentes pudieren no querer hacer sus tareas por alguna de las siguientes situaciones:
- Falta de consecuencias: esto ocurre sobre todo en los hogares con padres muy permisivos, en los que el adolescente ha dejado de hacer sus tareas de forma regular y no ve ninguna consecuencia por ello. Lo ideal es que el menor aprenda que cada acción tiene una consecuencia, por lo que debe ser corregido de forma oportuna.
- Rebelión adolescente: la adolescencia es una etapa que se caracteriza por la búsqueda de la identidad personal. En este sentido, es común que los adolescentes simplemente no quieran seguir las órdenes de sus padres para sentirse más independientes y destacar su derecho a decir “no”.
Sin embargo, este no es un comportamiento saludable y puede alterar la dinámica familiar. Pero, ¿qué puedes hacer cuando tus hijos adolescentes no quieren hacer las tareas? Te damos algunos consejos.
“Olvidé hacer las tareas”
Los preadolescentes y los adolescentes pueden distraer a sus padres al olvidarse siempre de colgar las mochilas, llevar los vasos y platos vacíos a la cocina, arreglar sus habitaciones, estudiar y hacer tareas simples. Si sospechas que olvidar las tareas es un engaño manipulador, es probable que experimentes una serie desconcertante de emociones: enfadado, más enfadado y aún más enfadado.
Cuidado con las quejas de las tareas
Quejarse no es una forma apropiada para que tu hijo se comunique contigo. Haz que termine de quejarse diciéndole que use su voz normal. De lo contrario, simplemente, rehúsa responder cuando se queje, luego elógialo por hablar como una persona responsable.
Recompénsalo cuando cumpla con sus tareas o explica con amabilidad por qué debe hacer las cosas sin rechistar y que, si se queja, simplemente no le escucharás hasta que hable mejor.
De hecho, algunos adolescentes y preadolescentes son muy manipuladores, pero la mayoría son sinceros cuando prometen limpiar el lodo que dejaron dentro “en un minuto”, enjuagar los platos antes de ponerlos en el lavavajillas “la próxima vez” y estudiar su ortografía. Prueban con un “más tarde”. Sin embargo, tan pronto como hicieron una promesa, se olvidaron de la cuestión.
Parece respetuoso esperar hasta que su programa de televisión actual termine antes de insistir pero, a menos que tu hijo haya demostrado su capacidad para cumplir sus promesas, permitir que las postergue es probable que resulte contraproducente para ambos.
Terminas sintiendo que te ha mentido y tu hijo termina molesto porque tú estás molesto con él. Ya sea porque maneje las críticas culpándose a sí mismo y sintiéndose como un fracaso o culpándote por molestarte, ser molestado no es saludable para él ni para ti.
No te sientas traicionado
Es fácil sentirse traicionado si tu hijo promete comenzar sus tareas “pronto” pero no se cumple. Por otro lado, es una tontería seguir confiando en un adolescente que regularmente rompe tales promesas.
Si continúas confiando en lugar de enfrentar el problema, perpetuarás una dinámica negativa. La responsabilidad es algo que cada adolescente puede aprender, pero el aprendizaje requiere un maestro, y ese trabajo te corresponde a ti.
En este sentido, no esperes que tu hijo haga sus tareas responsablemente si tú no lo haces. Si no haces tus tareas, siempre tienes tu dormitorio desordenado, no recoges la mesa cuando acabas de comer o en el trabajo tu hijo ve cómo postergas las cosas hasta el último momento, no esperes que tu hijo haga sus tareas rápidamente.
Por este motivo, si quieres que tu hijo haga las cosas bien y con responsabilidad, tú deberás hacerlo primero. Tendrás que ser su máximo ejemplo para que tus hijos hagan las cosas de la misma manera. Recuerda que tú siempre serás su máximo ejemplo en todo, y en esto también.
Ten paciencia
También será necesario que tengas paciencia con tus hijos, porque la adolescencia es una etapa complicada para todos. Ellos estarán buscando su identidad e intentarán hacer las cosas “a su manera”. Intentarán desafiar las normas y los límites, y esto es normal, pero tu actitud es fundamental en todo momento.
Si muestras enfado o malestar por su forma de hacer las cosas, le estarás reforzando negativamente. En este sentido, la paciencia es fundamental. Tener paciencia con tus hijos te ayudará a tener una mejor relación con ellos y sentirán que les estás respetando en todo momento.
Sobre por qué tu hijo adolescente no quiere hacer sus tareas
Un adolescente cuando se siente respetado, valorado y escuchado será más fácil que haga las cosas sin tener que recordárselo a cada momento. Busca la negociación y la flexibilidad, siempre y cuando existan las consecuencias pactadas anteriormente para que tu hijo sepa qué se espera de él en cada momento y cuáles son las consecuencias cuando no cumple con lo que debe hacer.