El apego, un concepto transversal en cuestiones de socioafectividad, hace referencia a los primeros vínculos que establecemos al nacer. En la gran mayoría de las ocasiones, se alude únicamente al vínculo entre el bebé y la madre, el padre o, en su defecto, el cuidador habitual, quedando, generalmente, en un segundo plano el apego entre hermanos.
“El apego es el resultado de un proceso que tiene lugar en los primeros meses de vida, dando lugar a las primeras vinculaciones en la segunda mitad del primer año”.
-Félix López-
Aun así, en realidad se dan muchas circunstancias y razones que conducen a que se genere este vínculo entre hermanos, como compartir un gran número de vivencias, descubrir juntos nuevas experiencias, así como superar juntos momentos de dolor.
¿Qué implica el vínculo del apego?
John Bowlby, creador de la Teoría del Apego y del propio concepto (attachment), definió que la conducta de apego consistía en cualquier forma de comportamiento que hace que un bebé alcance o conserve proximidad con otro individuo que prefiere por encima de los demás. Esta teoría ayudó a entender la ansiedad que expresan los bebés al separarlos de su figura de apego y su relación con la forma de interaccionarse con los demás en el futuro.
Asimismo, la Teoría del Apego defiende que el apego condiciona nuestra forma de gestionar los sentimientos de seguridad e inseguridad. Es decir, dependiendo de cómo se establezca el vínculo con la figura de apego, el bebé comenzará a sentir por primera vez sentimientos positivos, como la confianza y el afecto, o negativos, como el miedo y el abandono.
De hecho, tal y como definió la psicóloga Mary Ainsworth, el modo en cómo se establezca este vínculo configurará diferentes tipos de apego, siendo el más saludable de todos ellos el apego seguro, el cual garantiza un buen desarrollo social y personal de la persona.
El apego entre hermanos: un vínculo poderoso
Tradicionalmente, siempre se ha dado más importancia al vínculo de apego entre el bebé y su madre y, ocasionalmente, su padre, y, realmente, no existe un gran marco teórico sobre el apego entre hermanos. No obstante, autoras como las psicólogas Carolina Maldonado y Sonia Carrillo han expuesto la importancia del vínculo de apego que se establece entre hermanos.
A través de un estudio exploratorio con niños colombianos de estrato bajo (un contexto donde la figura del hermano adquiere gran relevancia), observaron que los hermanos actuaban como figura subsidiaria en ausencia de la madre. En otras palabras, los hermanos se configuraban como la base de seguridad y confianza que sus hermanos necesitaban, en vez de serlo su madre.
Por su parte, tal y como señala Mary Ainsworth, resulta frecuente que los hermanos mayores ofrezcan a los pequeños cuidados similares a los de la madre, a la vez que, en momentos de aflicción o inseguridad, los hermanos se usen unos a otros como base de seguridad.
Ahora bien, el hecho de que coexistan diferentes figuras de apego no resulta negativo. Es más, de acuerdo al catedrático en psicología Félix López, la existencia de varias figuras de apego puede resultar muy conveniente para el niño: facilita la elaboración de los celos, el aprendizaje por imitación y la sobreestimulación.
En definitiva, un apego saludable entre hermanos garantiza una fuente de seguridad y confianza a lo largo de todo el ciclo vital. Todo ello resulta clave en la formación de la personalidad y a la hora de crear relaciones interpersonales.
Bibliografía
Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.
- Ainsworth, M. y Bowlby, J. (1965). Child Care and the Growth of Love. Penguin Books. United Kingdom: London.
- Bowlby, J. (1998). El apego. Ediciones Paidós. España.
- López, F. (1993). El apego a lo largo del ciclo vital. Teoría del apego y relaciones afectivas. Universidad del País Vasco.