7 enseñanzas del cuento de Caperucita Roja

La famosa historia se mantiene vigente; ya que enseña a los niños a conocer cómo velar por su propia seguridad e, incluso, la de sus seres queridos. 
7 enseñanzas del cuento de Caperucita Roja
María Alejandra Castro Arbeláez

Revisado y aprobado por la psicóloga María Alejandra Castro Arbeláez.

Escrito por Fernando Clementin

Última actualización: 20 febrero, 2023

Conozcamos qué enseñanzas del cuento de Caperucita Roja pueden conseguir los hijos con la famosa niña de la caperuza colorada. Aunque parezca nada más que la historia de una niña que atraviesa el bosque para visitar a su abuela y acaba salvándose de la trampa de un lobo malvado, Caperucita Roja es un cuento infantil que comunica mucho más.

Todos hemos escuchado el cuento alguna vez en nuestras vidas. Ahora bien, ¿nos hemos detenido a pensar qué valores inculca en los niños? Repasaremos, a continuación, las enseñanzas principales de esta historia y qué valores promueve en los niños.

El bosque como escenario de peligros

El inicio de la historia presenta a una niña que va a visitar a su abuela enferma. Para ello, debe atravesar el bosque con cuidado, pues los peligros acechan.

En el trayecto, se cruza con el lobo malvado, quien le pregunta a dónde va y la convence de echar una carrera hasta la casa de la abuela. En algunas versiones, en cambio, se recurre a la belleza del paisaje y las flores para desviarla del tramo original.

El lobo, tan malintencionado como astuto, enseña a Caperucita Roja un «atajo» que resulta ser el camino más largo. Logra, entonces, llegar antes, devorar a la abuelita de un bocado y disfrazarse con sus ropas.

Caperucita Roja es un cuento infantil.

En sus primeras versiones, el cuento tenía un final trágico y desgarrador para Caperucita. Incluso, presentaba consecuencias sexuales para la joven. Se creó así porque su finalidad era ilustrar y generar prudencia en las niñas de aquellas sociedades.

De acuerdo a la versión de los hermanos Grimm, menos cruel y explícita que las anteriores, la niña estuvo a punto de correr la misma suerte que su abuelita, de no ser por el valiente leñador que las rescata a ambas al extraerlas de la barriga del lobo. En cambio, en la versión recogida por Charles Perrault en el año 1697, quien reúne varias de estas historias de la tradición oral europea, Caperucita muere comida por el lobo feroz. Hay que notar que los cuentos que recopiló Perrault venían con una moraleja, las mismas que tenían una función pedagógica y además aportan una reflexión sobre aquellas sociedades.

¿Cuáles son las enseñanzas del cuento de Caperucita Roja?

«Vemos aquí que los niños -y sobre todo las niñas bonitas, elegantes y graciosas- proceden mal al escuchar a cualquiera, y que no es nada extraño que el lobo se coma a tantos. Digo el lobo, pero no todos los lobos son de la misma calaña. Los hay de modales dulces, que no hacen ruido ni parecen feroces o malvados y que, mansos, complacientes y suaves, siguen a las tiernas doncellas hasta las casas y las callejuelas. ¡Y ay de quien no sabe que estos melosos lobos son, entre todos los lobos, los más peligrosos!».

Charles Perrault

 

1. No confiar en extraños.

Es, de forma clara, la idea central del cuento. A pesar de las supuestas buenas intenciones que el lobo presentó a Caperucita Roja, este detrás escondía propósitos muy macabros.

En su momento, esta historia fue creada para concienciar a las jóvenes de los peligros de relacionarse con extraños. Con el tiempo, se adaptó para transmitir el mismo mensaje, aunque con un contenido menos erótico y sanguinario.

2. No revelar datos personales.

En su encuentro con el lobo, Caperucita Roja detalló a dónde se dirigía, con qué motivo y qué llevaba. Estas acciones representaron un gran error; ya que esa información que parece inofensiva puede ser utilizada por malhechores para dañarnos a nosotros o a nuestros seres queridos. En la actualidad, este peligro está muy presente en las redes sociales.

3. No desobedecer a nuestros padres.

Una de las recomendaciones de la madre de Caperucita al salir de su casa fue que tuviera precaución al atravesar el bosque y que no se apartara del camino indicado. Esto, claro está, no fue tenido en cuenta por la inocente niña, que cae en la trampa tendida por el animal y toma el atajo sugerido.

4. No bajar la guardia. 

Más allá del artilugio del lobo para engañar a Caperucita Roja, se narran también muchas distracciones por parte de la niña.

Nunca desconfió del camino que le enseñó el lobo, ni se dio cuenta de lo que ocurría al llegar a la casa de su abuela,  y tampoco cuando se dan las clásicas preguntas sobre las rasgos faciales prominentes del lobo disfrazado de anciana.

5. Elegir el buen camino

Otro mensaje que aparece y que se encuentra casi oculto en el cuento se deriva de la elección del camino corto, pero peligroso, en lugar del camino largo y seguro. Si Caperucita hubiese escogido este, jamás se hubiera topado con el lobo y no hubiera tenido problemas.

Por lo tanto, lo recomendable es entender que el camino corto y fácil no siempre es el mejor. Todos hemos elegido en algún momento de la vida este trecho cómodo para alcanzar nuestros objetivos y en ocasiones nos hemos llevado sorpresas desagradables. Lo mejor es salir ileso y optar por la seguridad, y el trabajo bien hecho.

«Una diferencia significativa entre las dos versiones librescas del cuento de Caperucita Roja es que en la versión de los hermanos Grimm hay un solo camino que conduce a la casa de la abuela, mientras que en la de Perrault se habla de dos itinerarios diferentes y es el lobo quien decide cuál tomará Caperucita y cuál él». 

Christine Kawan (2012)

 



Otra de las enseñanzas del cuento de Caperucita Roja también para los padres

Desde otro punto de vista, podemos agregar algunas moralejas adicionales sobre la historia de Caperucita Roja. Estas, sin embargo, no tiene como destinatarios a los niños, sino más bien a los padres.

6. No descuidar a los hijos por más segura que una situación parezca

Por más que la madre dio claras advertencias a la niña, esto no evitó que su vida corriera serio peligro. Es importante remarcar, entonces, que los padres no deben dar por sentada la seguridad de sus hijos nunca, por muy responsables e independientes que estos parezcan.

7. Servir de modelo a seguir

Los padres son ese modelo que los niños tienden a imitar, tal y como señala una investigación publicada en los Avances en psicología latinoamericana. Esto es lógico, pues ellos son los responsables de enseñarles los valores y las cosas relacionadas con el mundo.

En el relato, la madre de Caperucita Roja sugiere una figura de descuido e imprudencia. En este sentido, la obliga a realizar un camino donde ella misma conoce los peligros, tal y como se deduce de las advertencias que le señala al realizar el viaje. Por eso, es importante que los padres no solo se preparen para proteger, sino también para prevenir cualquier percance. 

Simbolismo de los personajes

El cuento de Caperucita Roja se debe interpretar como una metáfora de la vida misma. Por eso, los personajes son símbolos y representan conductas propias de algunas figuras de la sociedad, no solo de la pasada, sino también de la actual.

Asimismo, según una investigación publicada en 2016,  algunas de estas figuras representan lo que se conoce como imaginario social del modelo de comportamiento. En este sentido, recalcamos dos figuras claves.

La figura del lobo

El lobo viene a ser un personaje que va más allá del aspecto animal. Se trata de la encarnación de un ser perverso, salvaje y con malas intenciones. En la actualidad, estaría representando a personas con antivalores. De forma tradicional, el cuento reflexiona sobre la figura del lobo (hombre-lobo), en este se conjuga la seducción y el deseo de aprovecharse de jóvenes ingenuas y satisfacer su deseo sexual. Otro elemento es el color de la capa de Caperucita, pues en diversos análisis literarios, esta tonalidad sugiere el proceso de menstruación y el paso de la niñez a la adultez.

Caperucita Roja es un cuento infantil muy conocido.

De hecho, en versiones más antiguas de la historia de Caperucita Roja, la figura del lobo era reemplazada directamente por personas. Se omitía, así, la metáfora del animal para hacer alusión directa a la perversión de algunas personas.



El leñador

Para finalizar, podemos describir al leñador como el protector que aparece para garantizar la seguridad de los personajes. Hoy en día lo representaríamos con la imagen de las fuerzas de seguridad o las personas mayores que puedan involucrarse para impedir un delito. En algunas versiones, el leñador también puede presentarse como cazador y representa la figura de un héroe civilizador, que vuelve a establecer el orden o equilibrio natural, pues ambos, Caperucita y este personaje parecen compartir características, como su edad, al contrario de lo que sucede con el lobo.

Como mencionamos antes, el personaje del leñador fue agregado al relato por los hermanos Grimm, pues en las primeras  versiones, el final trágico de Caperucita lograba una representación más real  y cruda de los peligros del mundo exterior.

La historia de Caperucita Roja siempre vigente bajo la nueva perspectiva de Luisa Valenzuela

No cabe la menor duda de que la historia de la Caperucita Roja se mantiene vigente, puesto que enseña a los niños acerca de un tema fundamental para la vida: la seguridad. En este sentido, la realidad es que nadie está exento de los peligros de la sociedad y es necesario aprender a conducirse con cuidado.

Además, la historia también ha servido de fuente de inspiración para algunas autoras feministas que pretenden romper con la inseguridad de las mujeres al salir solas a la calle. Así, Juana María Cordones-Cook, de la Universidad de Missouri, alaba en su artículo de 2001 la labor realizada por la escritora Luisa Valenzuela con su pluma.

Así que, mientras los más pequeños  leen este cuento clásico en la versión adaptada para su edad, invitamos a disfrutar de el relato de  Luisa para que, cuando lo creas oportuno, se hable de este nuevo enfoque también.


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