Si tu hijo es independiente es porque tiene un apego parental saludable

Cuando los niños tienen un apego parental saludable, podrán tener un buen desarrollo en todos los aspectos.
Si tu hijo es independiente es porque tiene un apego parental saludable
María José Roldán

Escrito y verificado por la psicopedagoga María José Roldán.

Última actualización: 17 julio, 2020

El apego es el útero de la maduración y uno de los frutos de una relación profunda y nutritiva es el prejuicio creado en un niño para convertirse en su propia persona. ¿Cómo se ve este sesgo y cómo podemos apoyarlo? Si alguna vez has escuchado las palabras “yo lo hago”, has sido testigo del ejemplo más simple de esta energía en un niño. Si tu hijo tiene independencia es porque tiene un apego parental saludable, y eso es gracias a ti.

Cuando se satisfacen las necesidades de apego de un niño, su energía cambia hacia la exploración, el interés y la curiosidad, la formación de sus propias ideas e, incluso, la fijación de algunos objetivos. ¡Tu hijo se estará desarrollando correctamente!

La necesidad de conexión para un apego parental saludable

Para un niño en edad preescolar, esto puede expresarse como “yo lo hago”. Por ejemplo, un niño de tres años puede ponerse sus propios pantalones o atarse el cinturón de seguridad del coche. Quizá le cueste conseguirlo, pero solo el hecho de que intente hacerlo por sí mismo ya es muy positivo en su desarrollo. Cuando esto ocurre es porque sus padres están satisfaciendo sus necesidades relacionales.

Padre jugando con sus hijos en la playa haciendo pompas de jabón.

La necesidad de conexión, la calidez, la seguridad y la pertenencia son intensas en los niños pequeños, y conseguir este nivel de cumplimiento del apego es un gran logro. Las relaciones sólidas sirven para enraizar a los niños de forma segura en el suelo para que estén bien anclados a medida que avanzan.

Cuando un niño pequeño te dice que quiere hacerlo él, está tratando de ampliar los límites de quién es. La fuerza vital para convertirse en una persona única e independiente existe en cada uno de nosotros, pero la clave para desbloquearla reside en estas relaciones satisfactorias.

El fuerte apego parental con los hijos

El fuerte apego abre el sesgo para convertirse en su propia persona y comienzan a moverse por su mundo con sus propias preferencias, significados, ideas e iniciativas a cuestas. Uno de los valores número uno que los padres tienen para sus hijos es la independencia y la responsabilidad.

Esto no es algo que podamos enseñarle a un niño, pero podemos facilitar que se desarrolle. El camino hacia el “yo lo hago” y la independencia radica en satisfacer primero sus necesidades de dependencia y que se den cuenta de que son capaces de conseguirlo.

Cuando los niños saben que estaremos a su lado, pueden saltar a nuevos entornos creados por ellos mismos. Son libres de descubrir nuevos lugares a sabiendas de que siempre hay un hogar al que regresar. Todos necesitamos sentirnos anclados y las relaciones son las cosas que nos mantienen en su lugar.

Si queremos que nuestros hijos salten y descubran lo que realmente pueden hacer las cosas por sí mismos, entonces, no tenemos que presionar, sino satisfacer sus necesidades. Cuando estén llenos de todo lo que tenemos para ofrecer, nos mirarán con mucho desafío y dignidad, y dirán: “No me ayudes, lo hago yo mismo”. No debemos ofendernos, sino verlo como el fruto de nuestro cuidado.

El objetivo de la crianza es convertir a los niños en seres independientes y felices

El objetivo de la crianza de los hijos es ayudarlos a convertirse en seres humanos viables por separado. Si bien los “yo lo hago” de hoy pueden parecer pequeños e insignificantes, son los bloques de construcción para la adolescencia y la edad adulta del mañana.

En la adolescencia, utilizarán este pensamiento de “yo lo hago” para cruzar el puente desde la infancia hasta la edad adulta. Llenarán el vacío que emerge en este momento, junto con la disminución de los apegos a los padres, con la energía del “yo lo hago” del preescolar.

Padres jugando con sus hijos en el salón de casa.

Cómo potenciar el apego parental saludable

Cuando existe un apego parental saludable, los niños crecerán sabiendo que son capaces de conseguir lo que se propongan. Cuando observas a un adulto joven lleno de esta energía, es absolutamente encantador, y uno no puede evitar preguntarse acerca de los padres que respaldan este éxito.

Estos son padres que cumplieron con las necesidades de apego de sus hijos durante todos esos años y les dieron el espacio para convertirse en sus propias personas. Para conseguirlo, es necesario que potencies el apego seguro con tus hijos. Para ello, puedes tener estas claves en cuenta:

  • No hagas las cosas por tu hijo; enséñale a hacerlas por sí mismo y ofrece tu ayuda siempre que sea necesario. Después, a medida que vaya sabiendo a hacer mejor las cosas, retira la ayuda de manera progresiva.
  • Ofrece aliento y apoyo siempre que lo necesiten. Muestra tu apoyo y amor incondicional con palabras de aliento, besos y abrazos diarios.
  • Presta atención completa a tus hijos.
  • Ofréceles tiempo de calidad cada día.
  • Léeles cuentos cada noche antes de dormir.
  • Juega a juegos con tus hijos sin que te importe hacer el ridículo para pasarlos todos bien.

Con estos consejos, te darás cuenta de cómo tus hijos crecerán felices e independientes, sabiendo lo importante que es hacer las cosas por uno mismo. Te necesitarán para que seas su guía en el camino de la vida, pero no para que hagas las cosas por ellos.


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