¿Qué responsabilidades puede asumir un niño de 8 a 12 años?

Para inculcar a los niños el valor del esfuerzo y el compromiso, es importante enseñarles a asumir responsabilidades desde pequeños.
¿Qué responsabilidades puede asumir un niño de 8 a 12 años?
Ana Couñago

Escrito y verificado por la psicóloga Ana Couñago.

Última actualización: 28 agosto, 2023

Nuestros hijos, a medida que crecen, tienen la necesidad de ser cada vez más autónomos e independientes. Por ello, es importante ir dándoles responsabilidades de una forma progresiva. Pero ¿qué responsabilidades puede asumir un niño de 8 a 12 años?

Hay que tener en cuenta que asumir ciertas obligaciones durante la infancia resulta muy enriquecedor. Gracias a ello, el niño entiende desde los primeros años de vida las consecuencias de los propios actos y decisiones. Además, aprende a esforzarse, comprometerse y a ser constante.

A continuación, te explicamos qué tareas puede realizar en función de la etapa del desarrollo madurativo en la que se encuentre.

¿Qué responsabilidades puede asumir un niño de 8 a 12 años?

Como sabes, la educación comienza en casa, por lo que las primeras responsabilidades deben plantearse en el contexto familiar para, después, continuar en el colegio y en otros entornos sociales.

Según un estudio publicado en la Revista de Investigación Educativa de la Universidad de Murcia, algunos factores influyen para configurar el tipo y grado de responsabilidad. Por ejemplo, el grado de educación de los padres, la edad y el sexo; pero también, la perspectiva de género, desde la que se asumen mitos o se desafían convenciones.

Para ello, los niños deben sentirse motivados, lo cual se puede conseguir a través del refuerzo positivo (halagos, elogios, abrazos, etc. ). De hecho, los niños suelen actuar de forma responsable con la intención de lo siguiente:

  • Imitar a sus padres o a otros adultos que consideren figuras de referencia.
  • Conseguir el reconocimiento y la aprobación social.
  • Lograr la satisfacción propia, demostrando sus capacidades.

Pero, para poder atribuir responsabilidades, es importante respetar las diferentes etapas evolutivas. Es decir, hay que conocer qué tareas puede realizar un niño según su edad.



Responsabilidades que puede asumir un niño a los 8 años

Los niños de ocho años pueden ayudar en casa con las siguientes tareas:

  • Hacer compras sencillas, como ir a comprar el pan, la leche, el periódico, etc.
  • Preparar el desayuno.
  • Preparar la merienda para el colegio.
  • Guardar los platos y los cubiertos.
  • Reponer el papel higiénico.
  • Ahorrar el dinero, guardándolo en una hucha.
  • Preparar la mochila para el colegio y organizar los materiales escolares.
  • Ordenar la habitación.
  • Cuidar las propias pertenencias.
  • Limpiar las ventanas.
  • Poner y quitar la mesa.

Responsabilidades a los 9 y 10 años

Los niños de nueve y diez años, además de asumir las responsabilidades ya comentadas, también pueden ocuparse de:

  • Realizar las tareas de higiene personal de manera autónoma
    (bañarse, cepillarse los dientes, lavarse la cara y las manos, peinarse, etc.).
  • Organizar los juguetes y objetos personales.
  • Elegir y organizar la propia ropa.
  • Hacer los deberes o tareas escolares de forma autónoma.
  • Sacar la basura.
  • Lavar los platos y poner el lavavajillas.
  • Poner la lavadora.
  • Hacer la cama.
Niño metiendo dinero en la hucha como parte de una de las responsabilidades que puede asumir con su edad.

Responsabilidades que puede asumir un niño entre los 11 y 12 años

A los once y doce años, en la etapa de la pubertad, los niños pueden llevar a cabo tareas mucho más complejas y que implican el desarrollo de mayores destrezas y habilidades. Así, estos pueden enfocarse en lo siguiente:

  • Organizar y gestionar el dinero.
  • Coger el transporte público.
  • Preparar platos sencillos en la cocina.
  • Limpiar el baño.
  • Limpiar la cocina.
  • Hacer la compra.
  • Cuidar a los hermanos menores durante un tiempo determinado.
  • Encargarse de los cuidados de una mascota.

Todas estas tareas deben darse en una atmósfera de comprensión y respeto, pues es así como se cultiva el cumplimiento de las promesas y de la palabra empeñada. La responsabilidad es una cualidad, pero sobre todo un valor que necesitamos enseñar.

«…es la familia la escuela de valores en donde se forjan ciudadanos de derechos y de deberes. Es un deber de la familia educar a los niños, no tanto en la reivindicación de los derechos como en el cumplimiento de sus obligaciones. No es suficiente elegir el bien, hay además que hacerlo».

– Doctora en Educación Hortensia López Lorca –



Asumir responsabilidades durante la niñez: una tarea que toma tiempo

Como no podría ser de otra manera, asumir responsabilidades durante la infancia es algo que toma tiempo. Tal y como advierte un trabajo publicado en American Journal of Occupational Therapy en 2021 muchas de las responsabilidades básicas no se asumen por completo hasta los 5 años después de que se inculcan. Incluso, algunas de ellas pueden tomar hasta 15 años.

Con todo, es entre los 10 y los 15 años de edad que la mayoría de los jóvenes asimilan las responsabilidades, las tareas y las asignaciones más complejas. Se trata así de un proceso, de una transición que puede tomar años desde la primera vez que se enseña. Esto es algo que todo padre debe saber, ya que debe existir paciencia y comprensión de por medio.

Durante las etapas iniciales, es muy importante que el pequeño cuente con el apoyo de sus padres. Los expertos coinciden en que las actividades que los padres realizan con sus hijos tienen un impacto directo en su desarrollo. En absoluto derivar responsabilidades a los niños es intuir que ellos pueden hacer todo sin ayuda, consejos o apoyo.

Consideraciones a tener en cuenta a la hora de otorgar responsabilidades a los niños

Si responsabilidad significa cumplir con las obligaciones, antes deben estar claras o establecidas. En ese sentido, como padres debemos contribuir a fijarlas y en general, a crear un clima de compromiso, cooperación y solidaridad.

Para otorgar tareas a los niños hay que tener además una mente abierta y confiar en sus capacidades. De lo contrario, si se les hace todo, si no se les permite tener oportunidades de aprendizaje autónomo, estaremos criando a alguien que en su adultez no podrá valerse por sí mismo. Todo ello conlleva una clara limitación de la libertad.

Al respecto, la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos, presentó esta guía sobre «Cómo fomentar la autonomía y responsabilidad en nuestros hijos e hijas».

Por tanto, por el bien del desarrollo de los pequeños hay que permitirles asumir responsabilidades. Estas tienen que ser iguales tanto para los niños como para las niñas, creciendo con una educación basada en la igualdad de género.

«Cualquier ayuda innecesaria es un obstáculo para el niño».

-María Montessori-


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