¿Por qué algunos niños no paran de hablar?

Hay niños que no paran de hablar o hablan en momentos o lugares inapropiados. ¿Por qué lo hacen? ¿Qué podemos hacer en estas situaciones?
¿Por qué algunos niños no paran de hablar?
Mara Amor López

Escrito y verificado por la psicóloga Mara Amor López.

Última actualización: 22 enero, 2021

Muchos niños no paran de hablar, sobre todo cuando son más pequeños, y más aún si están emocionados o contentos. Seguro que alguna vez has tenido que pedirle a tu hijo, que, por favor, se calle un poquito, pero ni un minuto ha durado ese silencio.

Los niños, conforme van creciendo, se van dando cuenta de cuándo tienen que estar callados sin que nadie se lo diga. Hay que tener en cuenta que no es malo que hablen; eso les hace ser niños encantadores. El problema está cuando lo hacen en lugares o momentos inadecuados y empiezan a molestar a los demás.

Pero ¿por qué los niños no se dan cuenta de que pueden estar molestando a los demás si no paran de hablar? ¿Puede deberse a que están contentos o nerviosos? ¿Nos debemos preocupar? Aquí te damos las claves.

¿Qué podemos observar cuando los niños no paran de hablar?

Que los niños no paren de hablar no solo tiene relación con el tiempo que estén hablando, sino con dónde, cuándo y con lo que dicen. Los pequeños que tienen dificultad para dejar de hablar pueden

Niña que no para de hablar.
  • Interrumpir o hablar al mismo tiempo que otras personas.
  • Querer abarcar la conversación.
  • Ofender a alguien cuando dicen lo primero que se les ocurre.
  • Hablar en lugares o momentos inoportunos.

Cuando los niños son habladores, a veces son rechazados por sus iguales, incluso pueden ser blanco de críticas. También los adultos podrían pensar que están ante un niño maleducado.

¿Por qué ciertos niños no paran de hablar?

Pueden ser varias las razones por las que los niños no paran de hablar o hablan en lugares o momentos inoportunos. Vamos a ver alguna de ellas.

Pasión por un tema en concreto

Hay muchos niños que llegan a obsesionarse o a sentir tanta pasión por un determinado tema, que cuentan hasta el último detalle. Estos suelen ser propensos a hablar sin fin sobre ese tema en concreto. Por ejemplo, sobre los dinosaurios; hay pequeños a los que les gustan tanto y sienten tanta pasión por ellos, que no paran de hablar de estos seres con todo el mundo.

Los niños no paran de hablar cuando están nerviosos o estresados

Cuando los niños se sienten muy nerviosos o estresados y no saben o no tienen recursos para tranquilizarse, suelen dedicarse a hablar sin parar como forma de relajarse.

Problemas de habilidades sociales

Algunos pequeños no tienen las suficientes habilidades sociales para darse cuenta o captar el lenguaje corporal o expresiones corporales de otros; es por eso que cuando no paran de hablar no se dan cuenta de que están incomodando a otros.

Problemas de autocontrol o impulsividad

Los problemas de autocontrol o impulsividad también pueden ser un factor desencadenante de los niños que no paran de hablar. Estos pequeños no se paran a pensar si cuando hablan lo hacen en el momento o lugar adecuados. No son capaces de controlarse, aun sabiendo que están hablando mucho.

¿Cómo ayudar a los niños que no paran de hablar?

Da igual la causa que haya que nuestro hijo no pare de hablar. Aquí vamos a presentar algunos consejos para ayudarle en este asunto.

Establecer un “código secreto”

Podemos establecer entre nosotros una señal para indicarle cuándo se está saliendo del tema o está hablando demasiado. Por ejemplo, la señal podría ser toser, rascarse la cabeza, tocarse las manos, etc.

Ayudarlo para que reconozca su problema

Una vez que le enseñemos a entender que a veces habla demasiado, le podemos decir algunas frases para disculparse cuando diga algo inapropiado. Por ejemplo: “Lo siento, te he interrumpido, es que estaba emocionado. ¿Qué querías decir?”.

Poner en práctica conversaciones

Tenemos que explicar que, cuando establecemos una conversación con alguien, lo más importante es escuchar a los demás cuando hablan, sin interrumpirles. Luego, podemos poner en práctica conversaciones con él. Después, para ver si nos ha escuchado, le preguntaremos qué es lo que le hemos dicho.

Anotar ideas que le surjan antes de hablar

Este consejo es muy apropiado, sobre todo si el niño suele interrumpir en clase para preguntar una y otra vez. En ese caso, le podemos pedir que vaya anotando en una hoja las dudas que le vayan surgiendo y luego las diga. Esto también lo podemos hacer en casa si queremos.

Ser paciente

Tenemos que ser pacientes y entender que los niños son niños y, como tal, necesitan mucha práctica para conseguir el hábito de usar algunas de estas estrategias y no interrumpir o hablar demasiado.

Madre hablando con su hijo para enseñarle cuando tiene que parar de hablar.

Enseñarle la estrategia de “detente, observa y escucha”

Con esta regla le enseñaremos al pequeño a detenerse, observar y escuchar lo que otros puedan decir cuando están participando de su conversación. Dependiendo de su reacción, estos pueden sentirse molestos, aburridos o interesados.

¿Qué podemos hacer si los niños no paran de hablar en momentos inadecuados?

Es importante que tengamos en cuenta algunas cosas para cuando nuestros niños hablen en momentos inoportunos:

  • No enfadarnos ni ridiculizarlo si el niño quiere hablar de algo que no viene al caso.
  • No debemos reñirle, ya que no sabe si ese momento era o no apropiado. Podemos decirle que más tarde lo hablaremos.
  • Cuando llegue el momento de hablar, debemos explicarle por qué no era el momento adecuado para hablar de lo que él quería.
  • Nunca debemos decirle que es pesado o que se calle,  ya que, de esta manera, estaríamos dañando su autoestima y se reprimiría su motivación para querer comunicarse. Lo que tenemos que hacer es guiarlo para que sepa establecer una buena comunicación, eligiendo el momento y el lugar oportunos.

En definitiva, cuando los niños no paran de hablar, pueden recibir comentarios que dañen su autoestima; por eso, estos consejos pueden ser de gran ayuda para que los pequeños puedan habituarse a estos y hablen en los momentos y lugares oportunos. Siempre debemos mostrarnos empáticos con nuestros niños; esto será de gran ayuda.

Asimismo, otra cosa muy importante que podemos hacer es alabar a nuestro hijo cuando consiga contenerse y no hablar en exceso o interrumpir conversaciones. Este acto hará que desarrolle una buena autoestima y se sienta motivado para seguir mejorando.


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