Por qué no hay que preguntar a una pareja cuándo tendrán hijos

Al preguntar a una pareja cuándo serán padres, ejercemos presión y juicio, por lo que podemos agrandar un dolor que no conocemos.
Por qué no hay que preguntar a una pareja cuándo tendrán hijos
Elena Sanz Martín

Revisado y aprobado por la psicóloga Elena Sanz Martín.

Escrito por Elena Sanz Martín

Última actualización: 08 octubre, 2022

Cuando dos personas llevan cierto tiempo juntas o se acercan a determinada edad, es común que el entorno comience a presionar respecto al hecho de tener descendencia. Al preguntar a una pareja cuándo tendrán hijos, normalmente, no existe una mala intención. Sin embargo, sí hay una falta de conciencia sobre lo que esa pregunta puede suponer para ellos.

En ocasiones, damos por hecho que nuestra forma de vivir y de ver el mundo es la única válida y que nuestras experiencias son las mismas que tienen los otros. No obstante, no sabemos las circunstancias a las que se enfrenta quien tenemos delante. Por ello, este tipo de comentarios pueden constituir una falta de respeto y causar dolor.

¿Por qué no debes preguntar a una pareja cuándo tendrán hijos?

Es probable que con esta pregunta solo busques sacar una conversación, interesarte por los otros o mostrarte amable. Y, aunque en ciertos contextos no trae mayores problemas, en otros sí. Si estás hablando con personas que no forman parte de tu círculo más íntimo, de las cuales no conoces sus preferencias o circunstancias, lo mejor es evitar preguntar al respecto por los motivos que desarrollamos a continuación.

Tener hijos es una elección, no una obligación

Aunque hemos avanzado como sociedad, aún caemos en el error de considerar que hay un único camino válido para todos: casarse y tener hijos. Sin embargo, la paternidad es una elección y además conlleva una enorme responsabilidad. No todas las personas desean formar una familia ni sienten que esta sea su meta. Y es totalmente respetable.

Al preguntar a una pareja cuándo tendrán hijos, damos por hecho que eso sucederá o que debería ocurrir. Así, les apremiamos porque se les está pasando el tiempo. Pero, en realidad, deberíamos estar abiertos a considerar los diversos proyectos de vida que puede tener cada persona, a validarlos y a apoyarlos en su propio camino.

Querer no siempre es suficiente

Algunas parejas desean ser padres, pero se ven imposibilitados por diferentes motivos, como por ejemplo la infertilidad, problemas de salud o inconvenientes financieros.

Por otro lado, tampoco deberías realizar esta pregunta a quienes sabes a ciencia cierta que desean tener hijos. Y es que hay múltiples situaciones que pueden atrasar u obstaculizar la consecución de esta meta. Así, al preguntarles solo les recuerdas una realidad que, ya de por sí, puede ser muy dolorosa. Las siguientes causas son algunas de las más frecuentes:

Inestabilidad económica

Aunque todo depende del país de residencia y de las circunstancias personales, hoy en día no es sencillo alcanzar la estabilidad económica. Las altas tasas de paro juvenil, la precariedad laboral y los contratos de corta duración, entre otros motivos, le impide a muchas parejas actuales tener asegurado el futuro a nivel económico. Y esto crea un clima de inestabilidad nada propicio para ser padres. Tal vez, desean intensamente tener hijos, pero no consideran responsable hacerlo en sus condiciones actuales. Si se les presiona, esa frustración y ese malestar pueden volverse aún más grandes.

Infertilidad

Esta es una de las realidades más dolorosas que puede enfrentar una pareja que quiere tener hijos. Sin embargo, es bastante común. De hecho, se estima que la tasa promedio global de infertilidad es del 9 % y que puede alcanzar el 16 % en los países desarrollados.

Es posible que muchas de esas parejas a las que cuestionas sobre cuándo van a tener hijos lleven ya un tiempo intentándolo. Incluso, puede que ya hayan recibido un diagnóstico desolador o que lleven invertido mucho tiempo, dinero e ilusiones en conseguir ser padres.

Problemas de salud

En otros casos, pueden existir problemas de salud que impidan o dificulten el hecho de tener un hijo. Por ejemplo, pueden existir enfermedades autoinmunes o trastornos genéticos. O, sin ir más lejos, alguno de los miembros de la pareja puede tener algún problema de salud mental que influya en su decisión.

Pérdida gestacional

Esta es, sin duda, otra de las situaciones más dolorosas. Y es que muchas parejas pierden a sus hijos durante la gestación. Con frecuencia, se da en momentos tan tempranos del embarazo que aún no habían alcanzado a compartir la noticia. Es más, según los datos registrados, el 80 % de los abortos espontáneos son tempranos y ocurren durante el primer trimestre.

La pérdida perinatal causa un gran dolor emocional y requiere de un periodo de duelo y recuperación. Así, al preguntar a una pareja cuándo tendrán hijos, puedes llegar a incidir en esa herida aún abierta que no conoces.

En una conversación es preferible realizar preguntas abiertas para que cada uno pueda expresarse en forma libre sobre los temas que desea compartir.

Preguntar a una pareja cuándo tendrán hijos no es la mejor opción

Como ves, esta pregunta puede desencadenar heridas y dolores que las otras personas viven sin que seamos conscientes. Al cuestionarles, podemos hacerles sentir invalidados, frustrados, angustiados e incluso profundamente tristes. Por esto, es importante que optemos por un cambio de discurso.

Por supuesto, puedes interesarte por quienes te rodean, pero es preferible realizar preguntas más abiertas que permitan a cada uno expresarse de forma más libre. En lugar de cuestionar cuándo tendrán hijos, puedes preguntar qué sueños o metas tienen en mente. Si ser padres es uno de ellos y si desean compartirlo contigo, seguramente lo harán felizmente. Y, de no ser así, no se sentirán obligados, presionados o acorralados.

Evitar aquellas situaciones que incomoden, dañen o perjudiquen a los otros es una cuestión de responsabilidad y de empatía. Por esto, antes de lanzarte a preguntar, plantéate los posibles escenarios y cómo puedes hacer sentir al otro con tus palabras. Cuidemos unos de otros.


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