Enseña a tu hijo a terminar lo que comienza

En todos los aspectos de la vida, saber culminar un camino de esfuerzo es gratificante. Cultivar en los niños la necesidad de querer terminar lo que hacen es vital. ¡Aquí te lo explicamos!

Enseñar a tu hijo a terminar lo que comienza es enseñarle a cumplir sus compromisos y deberes, a sembrar en el hoy virtudes que cosechará mañana y que le asegurarán en la adolescencia y la adultez un mayor bienestar y éxito.


La postergación o irresolución de actividades genera desasosiego, estrés y afecta la autovaloración del niño o niña.

La procrastinación es un concepto relativamente nuevo en las ciencias humanas donde se usa para explicar el fenómeno psicológico de las personas que tienden a postergar o aplazar actividades para después (un tiempo impreciso en el tiempo). Se trata de una evasión de los deberes y responsabilidades que va más allá de la pereza.

Es un estilo de vida frecuente en el mundo moderno, dejar incompletas o para mañana lo que perfectamente podría terminarse hoy. Un mal hábito que separará a tu hijo del éxito y el bienestar y lo envuelve en una espiral de malos hábitos.

“El noventa por ciento del éxito se basa simplemente en insistir”

-Woody Allen-

La postergación indefinida de tareas genera lo que en psicología se denomina efecto Zeigarnik y que consiste en la memorización y permanente autoflagelación por lo inacabado. Este síndrome genera sentimientos desagradables frente al deber no cumplido: desasosiego, ansiedad, estrés e incluso insomnio en quienes tienen como hábito no terminar lo que comienza.

Enseñar a tu hijo a terminar lo que comienza es brindarle herramientas para no rendirse ante la adversidad, ser constante, persistente, aprender a resolver problemas y buscar alternativas, alcanzar la meta porque de nada vale el esfuerzo si no llega al fin.
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Enseña a tu hijo a terminar lo que comienza

Refuerza su autoimagen y su confianza

La autoestima es una de las herramientas imprescindibles de la vida para triunfar y lograr objetivos, así como para tener relaciones armoniosas y sanas. Sin autoestima las personas se frenan y retroceden ante los retos, se minimizan. Por lo tanto, cultivar en tus hijos una autoimagen positiva es contribuir a que cumplan sus metas.

Refuerza su autoestima y hazle notar su valor intrínseco y sus potencialidades. Ten siempre a flor de labios una palabra de aliento, bondadosa y de amor hacía tu hijo y su mundo.

Forma a tu hijo para superar y aprender del fracaso

El fracaso es lo que de él hacemos. Si se mira como una herida que no sanará o como un adjetivo que llevaremos puesto por siempre, el fracaso sólo evitará que los niños avancen, les hará personas evasivas y conformistas. En tanto, reconocerlo como un aspecto inevitable del ciclo de  la vida, un “maestro”, una lección y una oportunidad para crecer, ser resilientes, fortalecerlos y ser mejores, a pesar del fracaso se habrá triunfado.

Enseña a tu hijo a superar el fracaso, a ser flexibles, a buscar alternativas y formas diferentes y disruptivas de resolver problemas. De esta manera sabrá que frente a una tarea tendrá dos actitudes: asumirla como un compromiso a cumplir que generará gratificación o un karma que solo genera dolor y al que debe evadir a como dé lugar.

Planificar

La planificación de una tarea, sea esta pequeña o un gran proyecto permite abordarla de forma más ordenada y evita abrumar.

Si junto a tu hijo planificas sus horarios de tarea y crean un hábito en torno a las actividades académicas y deportivas no habrá problemas de procrastinación o abandono.

De igual manera, una forma de contribuir con la conclusión de las actividades es acondicionar en casa un sitio agradable para el estudio y evitar que se distraiga.

Enséñale que es mejor abordar una tarea a la vez, en lugar de tres o más y luego no concluir ninguna. La misma fórmula aplica para los compromisos. Uno a la vez.  Es preferible una actividad extraescolar que el niño llegue a manejar de forma óptima y profesional a múltiples actividades que abandone a las semanas, abrumado y exhausto.

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Cómo afecta a tu hijo la no culminación de tareas

  • Baja percepción de sí mismo o autoestima
  • Incremento de los niveles de ansiedad, estrés y frustración
  • Poca apreciación en el cumplimiento de compromisos
  • Irresponsabilidad
  • Subestimación del esfuerzo propio y ajeno
  • Indisciplina, descuido de sí mismo y sus espacios
  • Hábito del desorden
  • Puede criarse un niño que mienta para evadir sus compromisos

Consejos para que tu hijo termine lo que comienza

  • Recapitular lo avanzado y compensar al niño por su esfuerzo
  • Alentarle a concluir lo que comenzó
  • Enseñarle a cumplir sus promesas
  • Enseñarle a que no mienta para justificar sus faltas. Asumir sus responsabilidades
  • Motivarlo a la acción de tareas complejas o que él dice que no puede hacer, para que vea que sí puede
  • Organizar los espacios y horarios de estudio
  • Apoyarlo a hacer su tarea cuando así lo pida
  • Dividir grandes tareas en pasos o procesos más pequeños
  • Recompensarle cuando llegue al final
  • Fijar una fecha límite
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