7 ejercicios para que los hijos toleren mejor la frustración

Aprender a tolerar la frustración es clave para que los niños y las niñas alcancen el mayor bienestar posible. Te enseñamos algunas técnicas sencillas para lograrlo.

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Aprender a caminar, a trepar árboles o pronunciar las primeras palabras son logros que acompañan el desarrollo de los niños a lo largo de su infancia. No todo es “sí” ni “ahora”, pues existen condicionamientos propios, como el momento evolutivo, y externos, como los límites sanos que se establecen para preservar su bienestar.

Así es como detrás de esas limitaciones nos aguarda la frustración. La disputa que se levanta entre el querer y el poder es uno de los cimientos de la propia de la vida y una pieza muy necesaria para el correcto desarrollo socio-psico-emocional del individuo.

Por eso, hoy te vamos a mostrar algunos ejercicios para que tus hijos toleren mejor la frustración. ¿Empezamos?

¿Por qué es importante que los hijos toleren la frustración?

La respuesta es muy sencilla: porque es parte de la vida. Ni los niños ni los adultos pueden tener siempre lo que quieren ni lograr todo lo que se proponen, y su bienestar depende de la capacidad de convivir con las emociones que esto suscita.

Por ejemplo, aprender a expresar la rabia de no llegar primero en una carrera o de no haber obtenido la nota que esperaban es un aprendizaje fundamental para los pequeños.

A su vez, es necesario que los adultos trabajemos las propias frustraciones que nos surgen cuando el niño está frustrado. Quizás por eso buscamos gratificar tan de inmediato, aunque sepamos que no es lo más adecuado.

Madre frustrada intentando seguir los consejos para no consentir demasiado a los niños.

Revisar nuestra propia conducta (y las creencias y pensamientos asociados a ella) nos permitirá entender desde dónde actuamos. Y así, mejorar la forma de acompañar la frustración de nuestros pequeños.

7 ejercicios para que los hijos toleren mejor la frustración

Que los hijos aprendan a tolerar la frustración tiene que ver con adquirir habilidades para aceptar que en la vida se encontrarán con problemas y con impedimentos. Por ende, deben encontrar las maneras de resolverlos y de afrontarlos sin afectar su bienestar.

¡Toma nota de las siguientes estrategias para ayudarlos a lograrlo!

1. Aplica algún juego en donde deban competir

En los juegos de mesa o en los grupales al aire libre se pone de manifiesto una realidad ineludible: que a veces se gana y que a veces se pierde.

De esta manera, con algunas jugadas se puede lograr el objetivo y con otras, todo lo contrario. Lo mejor es que experimenten la situación en este escenario controlado y que tú los guíes en el proceso. Pregúntales cómo se sienten y exprésales también lo que sientes.

2. Usa cuentos, películas, juegos y otros materiales para expresar las emociones

Busca recursos en los que los peques puedan explorar sus emociones (como la frustración), detectar los problemas y hallar soluciones a través de los personajes. De acuerdo a la edad, será más o menos necesario adaptar estas herramientas para trabajar la gestión emocional.

3. Asigna de manera gradual tareas y responsabilidades 

Es importante enseñarles a los pequeños cómo hacer determinadas cosas y fomentar su autonomía. También, permitirles descubrir por sí mismos cómo pueden organizarse y las acciones que deben poner en práctica para cumplir sus tareas.

La frustración está estrechamente relacionada con la autoestima y con el hecho de sentirse capaz de participar de las actividades y de asumir ciertas responsabilidades.

La clave al momento de darles la consigna es dividir la tarea en subtareas, como en escalones intermedios, y siempre adecuados a su nivel de desarrollo.

4. Dales tiempo antes de intervenir

Cuando notes que los niños tienen alguna dificultad, dales tiempo para que piensen, que analicen, que perciban la emoción que les dispara ese problema y que aprendan a utilizar ese contratiempo como un desafío.

Si siempre los asistes de inmediato para que no se frustren, les darás poco margen para conocerse y para resolver sus asuntos con ingenio.

5. Enseña el valor del esfuerzo

¿Tu hijo quiere un determinado juguete? Dile que sí lo tendrá, pero ofrécete a pagar la mitad y proponle que reúna la otra mitad del dinero. Así, le enseñarás que sus ahorros pueden ser un buen medio para satisfacer sus deseos, pero que las gratificaciones no siempre son inmediatas y que exigen un esfuerzo.

Por ejemplo, de acuerdo a su edad, puedes sugerirle que le venda tortas o jugos a la familia, manualidades o tarjetas ilustradas con mensajes lindos para los suyos. Así, no solo lograrás un entretenimiento, sino que también lo “harás parte” de aquello que desea conseguir.

6. Busca alternativas a los problemas

Puedes plantearle un problema o una tarea a resolver e invitar a tus hijos a que piensen que se trata de un “ramo de 5 flores”. Cada flor es una solución al problema y deben reflexionar juntos cómo abordarlo. La idea es que busquen caminos alternativos y demostrarles que hay muchas formas de llegar a un mismo resultado.

A su vez, es un excelente recurso para poner en evidencia que todos opinamos distinto y promover así la tolerancia.

7. Juega con tus hijos a los juegos de avances y retrocesos

Por ejemplo, el de las escaleras y las serpientes o el juego de la oca. En todos ellos hay casilleros que permiten avanzar rápido y otros, más lento. De este modo, puedes guiar la dinámica y remarcarles como, en ocasiones, avanzar y llegar a la meta también implica volver hacia atrás.

Otras recomendaciones sobre la frustración en niños y niñas

Algunas recomendaciones adicionales para acompañar a los hijos a que toleren mejor la frustración son las siguientes:

  • Pon límites sanos. Esto quiere decir, mantenerse firme y tranquilo respecto al establecimiento de las normas y ser respetuoso con las emociones de los infantes. No siempre se puede decir que sí a todo y hay que “saber frustrar” sin dañar. Ayúdalos a aprender que hay un tiempo y un lugar para que ciertas cosas sucedan.
  • Enseña a valorar el proceso y no solo el resultado. El aprendizaje es un camino largo y es necesario reconocer cada paso que los pequeños dan. De modo que, si al final del camino el resultado no es el esperado, sabrán que el esfuerzo y que el aprendizaje son en sí mismos valiosos e importantes.
  • Sé un ejemplo. Especialmente en edades tempranas, los padres son los principales referentes de los hijos. Por ello, ante una situación indeseada, deben ser los primeros en mostrarse expectantes y confiados de que se puede aprender algo de ella y de que vale la pena esforzarse para obtener lo que se desea. También es un buen recurso pedirles ayuda a los niños, pues esto les demuestra que solicitar apoyo ante una dificultad es una opción válida y recomendable.
Claves y beneficios de la crianza positiva.
La vida nos enfrenta a las dificultades y a los obstáculos día a día. Por eso, lo mejor es enseñarle a los pequeños la forma de afrontar los problemas y no de evadirlos.

El peligro de la hiperpaternidad

Los profesionales de la crianza advierten sobre la actual tendencia de los padres sobreprotectores, que buscan complacer y satisfacer a sus hijos a toda costa. Este fenómeno se conoce como “hiperpaternidad” y va de la mano de la culpa de pasar tanto tiempo fuera del hogar, generalmente, por motivos laborales.

La hiperpaternidad es la atención excesiva, que roza lo exagerado y que busca resolverle la vida a los hijos.

La dificultad que implica la sobreprotección es que no prepara a los infantes para el mundo real, aquel en donde deberán valerse por sí mismos algún día. Al resolverles las cosas que ellos mismos deberían aprender a solucionar, se les quita la oportunidad de crecer, de desarrollarse y de consolidar su autonomía.

La hiperpaternidad atenta con la tolerancia a la frustración, una de las claves del bienestar y de la salud mental de las personas.

Bibliografía

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  • Mustaca, Alba Elisabeth. (2018). Frustración y conductas sociales. Avances en Psicología Latinoamericana36(1), 65-81. https://doi.org/10.12804/revistas.urosario.edu.co/apl/a.4643
  • Heras Sevilla, Davinia; Cepa Serrano, Amaya; Lara Ortega, Fernando Desarollo Emocional en la infancia. Un estudio sobre las competencias emocionales de niños y niñas. International Journal of Developmental and Educational Psychology, vol. 1, núm. 1, 2016, pp. 67-73 Asociación Nacional de Psicología Evolutiva y Educativa de la Infancia, Adolescencia y Mayores Badajoz, España
 
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