Cómo enseñar la autocompasión a los niños

Enseñar la autocompasión a los niños es fomentar una autoestima sana. Conoce cómo inculcársela a tus hijos desde edades tempranas.
Cómo enseñar la autocompasión a los niños
Maria Fátima Seppi Vinuales

Revisado y aprobado por la psicóloga Maria Fátima Seppi Vinuales.

Última actualización: 09 febrero, 2022

La vara con la que nos medimos a nosotros mismos suele ser mucho mas inflexible y exigente que la que aplicamos con los demás. Con frecuencia, aceptamos y entendemos que las otras personas pueden tener un día mal, pero nos castigamos si no podemos estar sonrientes durante la jornada.

Minimizamos lo que nos sucede porque los otros siempre tienen un problema más grande. Seguramente, estas situaciones te resulten conocidas y déjame decirte que todas tienen un denominado común: la falta de autocompasión.

Además del daño que te produce esta carencia, el problema impacta en tus pequeños, pues esto es lo que ven a diario en el hogar. En consecuencia, interiorizan modelos de comportamiento rígidos, super críticos y hasta imposibles de sostener. Y a la larga, acaban con el sentimiento de frustración porque no son buenos en mates, en tenis ni en dibujo.

Enseñar la autocompasión a los niños es también enseñarles a quererse y a superarse sin castigarse. Veamos cómo hacerlo.

Qué implica desarrollar la autocompasión

familia amor corazon manos bebe nino adulto valores enseña

Desarrollar la autocompasión implica reconocer que, como personas, vamos a estar expuestos a las equivocaciones, a los resultados no deseados y a las frustraciones. Es aprender a admitir que no somos perfectos y a aceptar el dolor como parte de la vida. Sobre todo, el propio dolor.

De esta manera, vamos a aprovechar las diversas situaciones para aprender, mejorar y evitar la ansiedad y el estrés que implica cargarse la obligación de ser perfectos. Asimismo, podremos ofrecernos apoyo y amabilidad en las situaciones difíciles, en lugar de pretender sentirnos de otra manera.

Por supuesto que esto no quiere decir eludir la responsabilidad de nuestros actos, especialmente cuando lastimamos a alguien más. De lo que se trata es de no magnificar o dramatizar, de encontrar una dosis justa para aceptar nuestras equivocaciones, sin ser hostiles con nosotros mismos.



Cómo para enseñar la autocompasión a los niños

Existen diferentes maneras de enseñar la autocompasión a los niños y a continuación, te compartimos algunas ideas.

Sé un ejemplo

En la infancia, no hay mejor forma de intentar inculcar una enseñanza o un valor que a través del ejemplo. Los niños y las niñas, simplemente, nos observan todo el tiempo. Y aquello que ven, es lo que imitan y que luego ponen en marcha.

Si tus hijos se acostumbran a escuchar a sus progenitores ser duros con sí mismos, entenderán que esa es la forma correcta de relacionarse con uno y con los demás.

Promueve visiones equilibradas de la vida

En la vida real existen aciertos y errores, alegría y sufrimiento. Nuestra existencia tiene múltiples matices y no todo es perfecto ni siempre sale como esperamos.

Transmitirles este mensaje les permitirá entender que las cosas pueden salir mal y que esto no es el fin del mundo. De esta manera, su autoestima no se verá resentida ante los desaciertos y aprenderán a lidiar con la frustración.

Ayúdalos a reconocer sus fortalezas y sus debilidades 

La autocompasión también va de la mano del autoconocimiento, de saber que tenemos habilidades que nos ayudan a destacar y otros aspectos que nos favorecen tanto. Significa aceptar ambas facetas y buscar hacer el contrapunto.

Trabaja sus emociones

Acompañar a los chicos a reconocer y a aceptar sus emociones es un puntapié clave para la autocompasión. También, es ayudarlos a identificar lo que les sucede y a no culparse por ello.

Por ejemplo, un niño que acaba de tener un hermanito puede sentir celos de él. Decirle que es lógico que se sienta así, que tenga miedos, que sienta celos es lo más atinado. Ese mensaje lo ayudará a sentirse mejor, a cargar menos culpa y a desplazarse de la idea de “ser un mal hermano”. Asimismo, le permitirá encontrar alternativas para no sentirse así y aprenderá a gestionar dicha emoción.

Evita las comparaciones

Hermanos enfadados porque sientes celos.

Muchas veces, nos evaluamos a la luz de lo que son y hacen otras personas. Pero cometemos el error de medir únicamente sus logros, sin considerar las condiciones y el contexto que rodea a cada uno.

La autocompasión también se desarrolla al aceptar lo que cada quien puede hacer y al aprender de los buenos ejemplos. Pero siempre desde un lugar positivo y no desde la frustración de no sentirse capaz de lograr algo.

Enséñales a no juzgarse a sí mismos, sino a su comportamiento

No es lo mismo decir “podrías haber sido más responsable con tus tareas” a decir “eres irresponsable”. Evita los calificativos y las etiquetas, pues se convierten en cargas muy pesadas y difíciles de abandonar en el camino.



Dejar de ser nuestros propios verdugos

En general, tenemos palabras de aliento y de consuelo para un ser querido o un amigo. “¡Tú puedes!” “¡Lo intentaste y eso ya es suficiente!”

Sin embargo, ¿cuántas veces te hablas a ti mismo con esa amabilidad? ¿Cuántas veces te juzgaste de “inútil” o de “incapaz”? Seguramente, más veces de las que quisieras. Por eso, hay que aprender a tratar a uno mismo como tratamos a otros.

Es importante que podamos hablarnos a nosotros mismos con amabilidad, respetarnos y aprender a valorar nuestro esfuerzo, más allá del resultado.

Este es el primer paso para mejorar nuestra calidad de vida y también, para promover una mejor educación emocional para nuestros niños. ¡Empieza hoy mismo!


Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.


  • Neff, K (2017). Sé amable contigo mismo: el arte de la compasión hacia uno mismo. Barcelona, España: Editorial Paidós
  • Araya, Claudio, & Moncada, Laura (2016). Auto-compasión: origen, concepto y evidencias preliminares. Revista Argentina de Clínica Psicológica, XXV(1),67-78.[fecha de Consulta 7 de Febrero de 2022]. ISSN: 0327-6716. Disponible en: https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=281946989008

Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.