¿Qué comer si tienes náuseas o ganas de vomitar en el embarazo?
Las náuseas en el embarazo son un problema frecuente, sobre todo en las primeras etapas. Sin embargo, hay que tratar de adaptar la dieta para evitar caer en un déficit energético o nutricional que condicione tu estado de salud. Por ello, te vamos a comentar qué comer si tienes náuseas para aliviar el malestar y aportarle a tu organismo nutrientes de calidad.
Antes de nada, has de saber que existen ciertos mecanismos para controlar esta sensación. Una opción eficaz es el consumo de jengibre, pero también se puede recurrir a los fármacos. No obstante, estos han de estar correctamente prescritos por el médico y nunca hacer uso de ellos sin el aval del especialista.
Alimentos para comer si tienes náuseas en el embarazo
Los siguientes comestibles que te vamos a presentar están indicados para su consumo ante las náuseas típicas de las primeras etapas de la gestación. No solo te ayudan a aliviar el malestar, sino que también sirven para aportar nutrientes de calidad y energía a tu organismo.
1. Galletitas saladas
Las galletitas saladas son un alimento que se consigue digerir de forma sencilla. Son apropiadas para cuando se carece de apetito, ya que apenas necesitan masticación. Además, ayudan a controlar el equilibrio electrolítico (balance de agua y sales del organismo), lo que en ocasiones puede desencadenar náuseas.
2. Jengibre
El jengibre es uno de los productos más recomendados para manejar las náuseas, tal y como evidencia una investigación publicada en la revista Canadian Family Physician Medicine de Famille Canadien. Lo mejor es consumirlo en polvo y se puede añadir a casi cualquier infusión caliente.
3. Arroz blanco
Uno de los alimentos mejor tolerados ante el malestar estomacal es el arroz blanco. Además de que forma parte de la dieta habitual, también es muy recomendable para combatir los episodios de diarrea.
Este tipo de cereal consigue aportar una buena cantidad de energía, carbohidratos complejos y una dosis de fibra. Este último elemento ha demostrado ser determinante para asegurar la buena función de la microbiota, lo que ayuda a optimizar el estado de salud intestinal.
4. Caldo de pollo
Resulta fundamental garantizar el aporte proteico durante el embarazo, también si se sufren náuseas o ganas de vomitar. La mejor opción para ello es recurrir al caldo de pollo, un líquido muy suave y poco graso cargado de aminoácidos esenciales.
Al consumirlo caliente, esta preparación puede generar un efecto reconfortante y evitar que la sensación digestiva empeore. Por otro lado, consigue asegurar un buen estado de hidratación ya que se compone principalmente de agua.
5. Infusiones
Existen varias infusiones que se pueden consumir durante el embarazo y que no implican un riesgo para la salud del feto. Entre ellas se encuentran la manzanilla y la menta poleo. Lo mejor es tomarlas calientes y sin azúcares añadidos.
Ten en cuenta que el aporte de líquidos es clave para evitar una alteración de la temperatura corporal, que es bastante negativo para el feto.
¿Cuándo acudir al médico?
Has de tener en cuenta que ante algunas circunstancias lo más recomendable es acudir al médico. Si las ganas de vomitar persisten durante más de dos días, vomitas más de 3 veces en un solo día, o si todo lo que ingieres origina vómitos lo mejor es consultarlo con tu obstetra.
En el caso de que este fenómeno esté acompañado de fiebre y de dolor de estómago, podría tratarse de alguna intoxicación alimentaria. En este contexto puede ser preciso el tratamiento con fármacos a fin de evitar correr mayores riesgos.
Plantea adecuadamente qué comer si tienes náuseas en el embarazo
Como has podido comprobar, existen una serie de alimentos óptimos para comer ante las náuseas del embarazo. Ten en cuenta que esta sensación es relativamente frecuente y no tiene por qué indicar alguna alteración grave de salud. Simplemente, responde a los cambios hormonales y fisiológicos que tienen lugar en todo este proceso.
Por último, recuerda que manejar correctamente la dieta durante toda la gestación es muy importante para garantizar un adecuado desarrollo del feto. Así, se pueden prevenir patologías futuras en el bebé, relacionadas con el metabolismo o con la composición de la microbiota intestinal. No obstante, si tienes más dudas al respecto no dudes en consultar con un especialista.
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