10 claves para lograr que los hijos colaboren en casa

Para lograr que tus hijos colaboren en casa, hacen falta instrucciones claras y no hacer todo por ellos. Aquí te brindamos algunas claves más. ¡No te lo pierdas!
10 claves para lograr que los hijos colaboren en casa
Maria Fátima Seppi Vinuales

Escrito y verificado por la psicóloga Maria Fátima Seppi Vinuales.

Última actualización: 20 julio, 2022

Colaborar en la casa es mucho más que alivianar la carga para los adultos del hogar. También, es aprender cuestiones esenciales para la vida, como la autonomía, la responsabilidad y la empatía con nuestros convivientes. Por eso, no temas pedir que tus hijos colaboren en casa, pues verás que los haces sentir más importantes de lo que crees.

A continuación, te acercamos algunas recomendaciones para ponerlo en práctica hoy mismo y lograr los mejores resultados. ¿Empezamos?



Cómo lograr que tus hijos colaboren más en la casa

La ayuda de los menores en las tareas del hogar va más allá de una mera colaboración, pues constituye una enorme lección de autonomía y de responsabilidad. También, los ayuda a poner en práctica habilidades sociales y resolver situaciones diversas en un ámbito seguro, para poder desenvolverse solos cuando la situación lo requiera.

Toma nota de nuestras recomendaciones para poner en práctica.

1. Asigna tareas y responsabilidades según la edad de tus hijos

Cuando no tenemos en cuenta el factor de la edad, podemos frustrar a los niños y hacerlos sentir incapaces.

Desde los 3 años, los menores ya pueden comprender qué significa colaborar y podemos pedirles que ordenen la habitación y sus juguetes, como parte de las tareas para el autocuidado. Para eso, también hay que facilitar las circunstancias y proveer de canastos, cajas y muebles bajos, para que puedan poner y sacar sus objetos personales sin ayuda.

En la adolescencia, hay que incorporar a los jóvenes de lleno en las tareas domésticas y enseñarles cómo hacerlo la primera vez, si fuera necesario. Por ejemplo, poner el lavarropas y tender la ropa. Otras actividades que se les puede solicitar son mantener la higiene de su habitación y anotar en la lista de la compra lo que se haya acabado en la nevera.

Ordenar la habitación o poner a lavar la ropa son actividades que pueden cumplir los niños en diferentes edades. Los padres deben explicar primero cómo se hacen las cosas y luego, dejar que lo intenten ellos mismos.

2. Convierte la tarea en una asignatura más del día

Al pedir ayuda a los niños es importante no asignarles tareas que interrumpan sus otras actividades, sino que se puedan complementar con estas o realizarse en otro momento.

Así, lo mejor es no pedirles algo mientras juegan con sus amigos, pero sí anticiparles que deberán hacer algo más tarde. Por el contrario, cuando se interrumpe su actividad, la respuesta del menor suele ser de oposición o tedio, e incluso, puede ser ejecutada con prisa y con poco compromiso.

3. Enseña a hacer cosas y a desarrollar la responsabilidad

Los adultos deben comprender que los chicos no harán las cosas del todo bien a la primera. Muchas veces, se olvidarán de guardar algunos elementos en la mochila o se pondrán la camiseta al revés hasta que logren vestirse solos. Quizás, esos momentos nos encuentren con prisa, pero hay que ser pacientes y mostrarles cómo se hacen bien dichas tareas.

4. Acepta que existen modos distintos de hacer las cosas

A menudo, ayudar en la casa se vuelve algo molesto para los menores, ya que suelen ser blanco de numerosas críticas u observaciones. Hay que permitirles explorar, probar, intentar una y otra vez y descubrir por sí mismos cómo les resulta más cómodo organizarse y cumplir con el deber.

5. Dales instrucciones claras

En ocasiones, se le brindan a los chicos algunas consignas muy amplias o no se les explica bien lo que se pretende de ellos. Esto puede dar lugar a dudas y a malas interpretaciones. Por eso, es importante explicar y pedir las cosas de manera clara y concisa para que los menores puedan desarrollar las tareas de la manera correcta. También, se les puede preguntar si se entendieron bien la consigna o si necesitan que se las expliques de nuevo.

6. Sé constante con los pedidos

Los progenitores deben ser constantes en el pedido hasta que este se convierta en hábito. Si un día se cumple con una tarea y al otro no, el mensaje se torna confusos. Incluso, para una mejor organización, se pueden acordar algunas reglas antes de empezar. Por ejemplo, los miércoles se debe ordenar la habitación y los jueves se guarda la ropa en el ropero.

7. Evita hacer las cosas por ellos 

Si los adultos realizan las tareas pendientes de los niños, ellos cada vez cumplirán menos con sus obligaciones. Hay que recordarles que tienen que ocuparse de los trabajos que quedaron sin hacer y motivarlos a completarlos.

8. Refuerza su conducta de cumplimiento

Esto es muy importante, especialmente las primeras veces. Reconocer y destacar el trabajo de tus hijos, los alentará a colaborar cada día. Además, se sentirán útiles y notarán que puedes darte cuenta cuando le ponen empeño a sus responsabilidades.

Se debe mostrar a los menores que no cumplir con sus tareas trae consecuencias. Por ejemplo, no jugar con la consola hasta no terminar de guardar sus juguetes.

9. No apliques castigos, explica las consecuencias de los actos

Los castigos solo traen frustraciones y enojos. Sin embargo, es importante destacar que cuando los pequeños se comprometen a hacer algo y no lo cumplen, hay consecuencias lógicas para sus acciones. Por ejemplo, si no terminan de guardar la ropa, no habrá lugar para jugar videojuegos.

10. Educa con el ejemplo

Los niños nos observan todo el tiempo, por lo que debemos educar con el ejemplo y no solo con las palabras. En este sentido, si les pedimos o les exigimos cosas que nosotros mismos no cumplimos, lo más probable es que ellos tampoco las hagan.



Niños colaboradores, adultos responsables

Cuando empezamos a responsabilizar a los niños con pequeñas actividades diarias vinculadas a lo doméstico, logramos más que orden en la casa. Sentamos las bases para que sean personas atentas a las necesidades de los demás y comprometidas con los cuidados del entorno.

A su vez, participamos más a nuestros pequeños de la dinámica familiar y les enseñamos que no todo tienen que hacerlo “los grandes”. Cuando sobreprotegemos a los hijos les damos un mensaje erróneo respecto a la confianza que tenemos sobre ellos.

Hacerlos parte de las labores de casa crea espacios más amenos, reduce los conflictos cotidianos y genera relaciones más simétricas e igualitarias. No debemos olvidar que aún existe una brecha de género en términos de los trabajos de cuidado que se realizan en el hogar, por lo que inculcar las nociones de roles desde temprana edad es crucial. ¿Cómo podemos esperar que un varón se comprometa con las tareas domésticas o de cuidado si jamás se le ha incentivado a implicarse en ellas?

En conclusión, lograr que tus hijos colaboren en casa es mucho más que reducir la carga diaria, es enseñarles buenos valores para la vida.


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