Hacer tai chi en el embarazo desarrolla el equilibrio, mejorando la estabilidad y postura corporal, ayudando al cuerpo a tener energía y estar más saludable. Por lo que es importante destacar que, gracias a este grandioso ejercicio, las madres embarazadas podrán moverse con mucha más facilidad, sin que el peso corporal afecte.
En este sentido, los movimientos del tai chi ayudan a desentumecer las articulaciones y a tener los músculos en forma, ofreciendo energía y bienestar al cuerpo.
Son muchos los beneficios que este ejercicio pueden traer durante el embarazo, sobre todo en la parte física. Esto es debido a que el aumento de peso puede llegar a ser un problema por el simple hecho de que afecta la columna vertebral y la zona lumbar.
Beneficios del tai chi en el embarazo
Es importante resaltar que la lentitud y tranquilidad con la que se hacen estos movimientos hacen que sea el ejercicio adecuado para las mujeres embarazadas, debido a que no existen movimientos bruscos. Esto hace que no haya ningún tipo de riesgo para la madre o el bebé.
Favoreciendo la alineación de la columna vertebral, el tai chi ayuda a combatir el dolor de espalda y el estrés de forma eficaz. Debemos recordar que para ejercer esta disciplina se necesita paciencia y un poco de constancia.
Ayuda al rendimiento físico
Estos movimientos ayudan a la flexibilidad y a tener tonificados los músculos, agregando que se puede adquirir mayor equilibrio en el cuerpo y mantener un peso estable. Esto es de suma importancia para la salud mental y física de la embarazada.
Los estiramientos del tai chi en el embarazo ayudan a la flexibilidad, tener un buen estado físico y a la regulación de la presión arterial.
Tai chi en el embarazo: combate el estrés
Además de traer todos estos beneficios anteriormente mencionados, asistir a clases de tai chi en el embarazo les permite a las mujeres dedicar un poco de su tiempo para hacer una actividad distinta y, a la vez, socializar con otras mujeres embarazadas.
En la parte psicológica, también existen muchos beneficios debido a que el tai chi también se conoce como la meditación en movimiento. Al concentrar la coordinador de los movimientos con la respiración, este ejercicio ayuda a liberar la mente, reduciendo la tensión y el estrés de manera efectiva. La madres actuales están más conscientes del cuidado de su cuerpo, por lo que deciden practicar este tipo de ejercicios.
El tai chi es una disciplina que suele combinarse con otras artes orientales, como el yoga, Qi Gong y Tui Na. El objetivo es que las madres actuales tengan la oportunidad de tener una preparación buena y específica para su estado.
Es importante que las embarazadas puedan realizar ejercicios para reforzar el suelo pélvico, lo cual se basa en el Qi Gong, un tipo de arte o ejercicio taoísta que ayuda a trabajar la zona muscular para el momento de la dilatación y el parto.
Tai chi después del parto
Siempre hay que esperar dos semanas después del parto para poder retomar esta disciplina, siempre y cuando sea parto natural. En caso de ser cesárea, lo recomendable es esperar dos semanas más. El tai chi restablece el equilibrio y postura, compensando las posiciones indebidas que en momentos se adoptan para dar el pecho.
Adquirir un buen hábito con esta disciplina ayudará a combatir el cansancio e inyectar una buena dosis de energía al cuerpo que, después del parto, toda madre necesita. Es importante saber que los ejercicios también se pueden hacer con el bebé, siempre y cuando tengamos las herramientas necesarias, como un portabebés.
El tai chi en el embarazo, puede transformarse en una actividad increíble que beneficia la fuerza y el vínculo entre madre e hijo. Su práctica es totalmente recomendada y positiva tanto para el embarazo como para la salud.