¿Qué mordedor es el mejor para el bebé?

Cuando a los bebés le salen los primeros dientes, sufren mucho, están molestos, presentan fiebre y quieren morder todo lo que encuentran a su paso para aliviar su dolor de encías. Por ello, comprarle un mordedor es fundamental para que puedan sobrellevar esta etapa. Entérate cuál elegir en el siguiente artículo.

Cuándo comprar un mordedor para el bebé

Muchos padres se preguntan si son útiles o no los llamados mordedores o “mordillos” para el bebé. Esta especie de juguete es uno de los primeros que recibe un niño apenas comienza a llevarse todo a la boca.

Cuando esto sucede es porque, como se dice popularmente “está por cortar los dientes”. El dolor y las molestias que provoca que una pieza dental quiera salir son tales, que mordiendo todo lo que encuentra se alivian temporalmente.

Los síntomas de la eminente aparición de los dientes pueden comenzar a partir de los tres meses, aunque recién las piezas asomen a los seis. Algunos indicios de esta etapa son:

• Encías rojizas.
• Salivación excesiva.
• Inquietud, llanto, siestas más cortas.
• Quitarse el chupete y meterse manos en la boca.
• Morder cualquier objeto que tenga a disposición.

Para no permitir que el bebé muerda cualquier cosa (incluyendo nuestros brazos o manos), podemos optar por comprarle un mordedor, un objeto especialmente diseñado para que pueda reducir los síntomas de la salida de los dientes.

Características y beneficios del mordedor para el bebé

Como se ha dicho antes, la aparición de los dientes tiene un efecto más que molesto en el bebé. Por lo tanto, ofrecerle un mordedor puede ayudarle bastante a sobrellevar esta etapa dolorosa. La principal ventaja de los mordedores es que calman las molestias, pero además tienen otros beneficios entre los que podemos destacar:

• Tienen una forma adecuada para ser tomado con sus manos y son de diferentes texturas.
• Son llamativos y ayudan a agudizar la vista.
• Cuentan, en algunos casos, con componente sonoro (como un sonajero), estimulando la función auditiva.
• Están fabricados con materiales naturales y no tóxicos.
• Se pueden congelar o enfriar para calmar el dolor y reducir la inflamación de las encías.
• Pueden ser usados como juguetes una vez que el niño no necesita aliviar las molestias.

¿Qué mordedor le compro a mi bebé?

En el mercado podemos encontrar decenas de modelos de mordedores, por lo que, a veces, eso dificulta un poco la elección. Más allá de la marca, del diseño o del precio, es necesario que cumpla con ciertos requisitos:

1. Que esté fabricado con materiales naturales o hipoalergénicos

Los mordedores más comunes son de silicona o de caucho natural. No es nada conveniente comprar de plástico ni de ningún otro material.

2. Que no tenga piezas pequeñas

Teniendo en cuenta que el mordedor estará mucho tiempo en la boca del bebé, resultaría peligroso que alguna pieza muy pequeña se pueda desprender y provocar asfixia.

3. Que sea fácil de manipular

A los pocos meses de vida, el bebé aún no tiene la capacidad para tomar objetos muy grandes o pesados. Por lo tanto, un mordedor debe ser simple de tomar y sostener con las manos.

4. Que no lleve pilas ni sea eléctrico

Quizás hayas visto algunos modelos de mordedores que cuentan con luz y sonido. Para poder funcionar seguro que llevan pilas o se enchufan. ¡Esto es muy peligroso para el niño! No olvides que lo tendrá siempre en la boca.

5. Que se pueda congelar

Los mordedores que se colocan en la nevera o el congelador son los más recomendables porque reducen el dolor y la hinchazón de las encías. Los que se pueden congelar o enfriar están rellenos con agua, no con gel.

6. Que sea redondo y sin puntas

En la mayoría de los casos, los mordedores son circulares. ¿Te has preguntado por qué? Porque de esta manera se pueden llevar a la boca sin problemas, se los puede sostener con las manos y no causan ninguna herida ni rasguño por puntas afiladas.
Un mordedor es algo completamente beneficioso y útil para el bebé cuando le están saliendo los dientes. Si tienes alguna duda sobre cómo debería ser o en qué momento ofrecérselo a tu hijo, pregúntale al pediatra o al odontopediatra. Ellos podrán darte más información y recomendarte algún diseño en particular que consideren adecuado para el niño.