El teatro es una actividad que tiene muchos beneficios terapéuticos. De hecho, se trata de una disciplina que permite trabajar, liberar y expresar los sentimientos. Por ello, en este artículo vamos a repasar cómo trabajar las emociones desde el teatro.
Expresar los aspectos más oscuros de la experiencia humana puede ser extremadamente reconfortante para las personas. Actuar brinda muchas oportunidades para explorar las sombras y los aspectos que permanecen en el interior. El hecho de interpretar personajes da la oportunidad de transformarse a nivel personal.
Asimismo, el aspecto más importante de expresarse a través de una forma creativa es que brinda oportunidades para sacar al exterior los aspectos más oscuros que habitan dentro de uno mismo.
Al interpretar personajes que son tiránicos, egoístas y destructivos, se libera la energía negativa reprimida que ha quedado atrapada dentro de la persona. Esto, de no exteriorizarse, podría generar grandes problemas que afectan la salud psicológica y mental.
El teatro contribuye al desarrollo de los más jóvenes
El teatro es un elemento que contribuye al desarrollo y al bienestar de las personas. Se trata de una oportunidad para que los jóvenes aprendan a trabajar las emociones experimentando y preguntándose acerca de la relación con el cuerpo, con el otro, con la belleza, con la ideología y con los valores, temas que son muy importantes en esta época.
Los adolescentes encuentran en el teatro una combinación de situaciones y emociones que viven todos los días, pero que trascienden un poco con la dimensión artística. Esto significa que viven una experiencia gratificante, a medida que construyen su relación con el mundo.
Entre otras cosas, el teatro ofrece a los más jóvenes conocimiento del propio cuerpo, de las propias emociones y reacciones. Además, también brinda capacidad de escucha, trabajo en equipo, empatía, mejora de las relaciones y un aumento de la autoestima.
En sí mismo, el teatro genera un espacio para poder plantear diferentes situaciones, recreando e interpretando roles para poder utilizarlas con un fin.
De hecho, cada vez más escuelas incorporan el teatro dentro del plan educativo, ya que la educación emocional tiene un papel muy importante en el desarrollo íntegro de las personas. La idea de contar con clases de teatro permite a los estudiantes trabajar este aspecto, lo que representa una excelente vía para conectarlos con el mundo de las emociones.
Ejercicios para trabajar las emociones a través del teatro
Si deseas trabajar las emociones a través del teatro, debes saber que existen algunos ejercicios sencillos. Toma nota, ya que te explicamos algunos que son muy simples a continuación:
1. Dado para expresar las emociones
Para llevar a cabo el primer ejercicio, se necesita un dado grande que contenga 6 caras representadas con cada emoción que se desea trabajar. Por ejemplo, se pueden incluir tristeza, admiración, miedo, etc.
Los alumnos deben sentarse en un círculo y cada participante debe esperar su turno. Una vez que tire el dado, deberá expresar la emoción que le tocó y explicar qué ha experimentado con relación a ese estado en ocasiones pasadas.
“Expresarse a través de una forma creativa es que brinda oportunidades para sacar al exterior los aspectos más oscuros”
2. Juego de roles
Este segundo ejercicio es, sin ninguna duda, el más divertido de los tres. Se necesitan varios participantes, los cuales serán encargados de mantener una conversación entre ellos representando diferentes roles y emociones.
Antes de empezar, repartiremos unos papeles en blanco con diferentes emociones a cada uno. Luego, al final del ejercicio, se deberá descubrir qué tipo de emoción representaba cada participante.
3. Adivina las emociones
Por último lugar, te presentamos un ejercicio muy sencillo para trabajar las emociones. Al igual que en la primera actividad, los niños deben sentarse formando un círculo uno al lado del otro. Cada participante debe representar una emoción y los compañeros deben adivinarla; cuando lo logran, se pasa al siguiente joven.
Antes de acabar, cabe remarcar que el teatro es una herramienta fantástica para trabajar la educación emocional de jóvenes, pero también de los mayores. De hecho, todos pueden hacer uso de las habilidades que en él se practican.
Esta actividad permite a las personas controlar las emociones de manera positiva y entrenar habilidades imprescindibles para el desarrollo personal y social. Realizando teatro se mejora la autoestima, la empatía, la responsabilidad, el trabajo en equipo y la confianza, tanto en los demás como en uno mismo.
Bibliografía
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