¿Reutilizar ropa para mi segundo hijo?

En la mayoría de las familias, que los más chiquitos hereden la ropa de sus hermanos es visto casi como una tradición. Esta práctica trae muchos beneficios, entre ellos, que promueve la solidaridad entre hermanos.

Reutilizar ropa para mi segundo hijo incluso puede fortalecer el vínculo entre ellos.

El primer embarazo trae consigo nuevas expectativas, sensaciones y experiencias. Tras esto, pasan los años y te enteras que estas nuevamente en cinta; la emoción te embarga infinitamente y comienzas a hacer planes, entre ellos los económicos. Allí se genera la pregunta: ¿será bueno reutilizar ropa para mi segundo hijo?

Si eres una experta en conservar en buen estado la ropa que dejó el primer bebé, ¿por qué no utilizarla con el nuevo pequeño? La herencia de vestuario y juguetes es muy común. El hermano mayor se siente protector e importante por otorgar sus cosas al nuevo integrante de la familia, mientras que el pequeño afortunado se divierte cómodamente.

El planificar tener una familia numerosa implica conservar muchas cosas para que los siguientes hijos las aprovechen. En algunos casos, no solo se utilizan artículos heredados del primer parto, sino que también amigos y familiares ayudan con sus tesoros guardados.

Siempre se descartan algunos artículos por motivos de higiene, pero otros son perfectamente aprovechados por el nuevo angelito de la familia. Lo importante es que el bebé tenga todo lo necesario para sentirse bien y cómodo; que no le falte nada material, ni afectivo.

No es malo si piensas “voy a reutilizar ropa de mi segundo hijo”; si está en buen estado, sería terrible idea no aprovecharla.

Reutilizar ropa para mi segundo hijo, ¿es buena idea?

Buena no, es una excelente idea. Los bebés crecen de una manera muy rápida y, a la misma velocidad, las prendas de ropa y demás artículos se van quedando atrás.

Llegado el momento, lo mejor es hacer una selección de todo lo heredado del primer hijo. Debemos considerar con franqueza su estado y utilidad.

Los bebés apenas desgastan la ropa y, por lo general, nosotros como padres exageramos en las cantidades de prendas que tienen. Siempre queremos una nueva combinación, un trajecito de moda y más.

Reutilizar ropa para mi segundo hijo es una excelente idea por muchos motivos.

Si tienen un montón de prendas a disposición, lograrán repetirlas como mucho 2 o 3 veces, por lo que de seguro estarán en muy buen estado y se podrán aprovechar luego.

A la llegada del nuevo integrante de la familia, lo que se recomienda es lavar con detergente suave toda esa ropita guardada y secarla de manera natural. Así, quedará lista para ser reutilizada y disfrutada por el nuevo bebé.

Con respecto a los zapatos, los elaborados en crochet son fáciles de conservar. Estas obras de arte son muy llamativas y a su vez cómodas para los bebés. Este tipo de calzado puede heredarse sin complicaciones, solo debemos lavarlos bien; si algún hilo a perdido su curso, lo volvemos a incorporar al tejido y listo.

En cambio, los zapatos de suela no se recomienda que lo use un niño y luego el otro. El motivo es que cada niño tiene los pies de una forma distinta; por ende, su pisada es diferente.

Si se le colocan solo para vestir no hay problema, pero cuando comiencen a dar sus primeros pasitos, lo más adecuado es que se le compres sus propios zapatos.

“El hermano mayor se siente protector e importante por otorgar sus cosas al nuevo integrante de la familia, mientras que el pequeño afortunado se divierte cómodamente”

Otros objetos que se pueden heredar de los hermanos mayores

¿Sólo puedo reutilizar ropa para mi segundo hijo? Existe un sinfín de objetos igual de importantes que se pueden volver a utilizar. No solo la ropa del hermano mayor nos puede sacar de apuros y ayudar a ahorrar dinero. Algunos otros elementos son:

Bañera u orinal

Estos implementos son de mucha utilidad para el bebé. Las bañeras y los orinales siempre suelen ser de plástico, así que son perfectos para reutilizar.

Debemos lavarlos muy bien, con abundante agua hervida; de esta manera se logra eliminar las posibles bacterias que puedan estar adheridas a estos recipientes.

Aplica un buen desinfectante luego del agua hervida y, para completar con la exhaustiva limpieza, realiza un secado meticuloso para evitar el moho.

Coche

Para poner nuevamente al ruedo al coche, hay que hacerle una inspección minuciosa. La tela de la silla, los arnés, la capota, todo. Recordemos que la seguridad de nuestro bebé dependerá de ello.

El respaldo debe mantenerse rígido durante el rodaje. Los frenos y las ruedas deben estar en buen estado. Si es conveniente, se le puede hechar un poco de grasa para un mejor movimiento.

Cuna

Este es el mobiliario al cual le podemos sacar más provecho. Debemos analizar cuán gastado o no está el colchón para decidir si es necesario reemplazarlo antes de ponerlo en funcionamiento.

Podemos cambiar el color con una buena mano de pintura, verificar que los frenos estén en buenas condiciones —en caso de que la cuna tenga ruedas—. ¡Y listo! ¡La cuna vuelve a circulación!
No solamente es posible reutilizar ropa para mi segundo hijo, sino también los juguetes.

Juguetes

Estos tesoros suelen ser los mas abundantes a la hora de heredar objetos del hermano mayor. El aseo de los juguetes es de suma importancia, ya que los bebés experimentan primeramente al meterse objetos a la boca.

La higienización de los juguetes ha ser profunda. Te recomendamos utilizar agua hervida para ello, además de una buena esponja para retirar la suciedad adherida.

Asimismo, los peluches deben someterse a una minuciosa revisión. Busca aperturas o partes descosidas para remediarlas inmediatamente; así no se saldrá el contenido de su interior. Este tipo de juguetes puede convertirse en la casa predilecta para los ácaros; lo mas recomendable es que los metas a la lavadora con regularidad.

Por todas estas razones, el reutilizar ropa y los objetos es una opción extraordinaria para estos tiempos en los que tenemos una economía tan cambiante. No solo ahorramos dinero y contribuimos con la disminución de desechos sólidos; además, inculcamos a nuestros hijos el ahorro y el hábito de compartir sus cosas entre hermanos.

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