La relación entre los hermanos: un vínculo único

El ser humano puede tener muchas relaciones en la vida, pero ninguna con un vínculo tan único y especial como el que se crea entre los hermanos. Nos detenemos en los pormenores de esta conexión.

Los padres tienen una gran influencia en la relación entre hermanos.

Los seres humanos establecen muchas relaciones en su vida, algunas más relevantes que otras. Sin duda alguna, la relación entre los hermanos es única e irreemplazable.

Si bien es cierto que la relación más fuerte y estable es la que establecemos con nuestros padres, se podría decir que la que más se asemeja a esta es la que tenemos con nuestros hermanos.

Desde su primer encuentro, los hermanos crean un vínculo único e inquebrantable que se va fortaleciendo con el pasar de los años, las experiencias vividas y la complicidad forjada.

Un hermano es el amigo incondicional que la vida te otorga. Es alguien que no escogiste a gusto, sino que fue impuesto por algún poder divino para ser tu aliado, compañero, cómplice y, en algunos momentos, sobre todo en la infancia, la peor pesadilla.

Por lo tanto, esta relación puede llegar a convertirse en el pilar de seguridad entre hermanos, fuente de afecto bidireccional. A su vez, es la base de las relaciones con futuras amistades y permite aprender a resolver diferencias entre compañeros y amigos.

Entre hermanos suele desarrollarse la primera relación de igual a igual que se tiene en la vida. Esta es una especie de entrenamiento previo para saber relacionarnos con otras personas en igualdad de condiciones, a medida que se produce la salida paulatina a la sociedad.

El trato y la convivencia establecida entre los hermanos refleja, de cierta manera, las cosas buenas y difíciles de la sociedad. En el día a día entre hermanos, se vislumbran el amor fraternal, los juegos, la práctica de valores y principios y también grandes conflictos y riñas que deben aprender a sobrellevar.

Nuestros hermanos: seres fundamentales en la vida

La relación entre los hermanos está llena de vínculos e historias irrepetibles e incomparables con ningún otro lazo afectivo, puesto que este es uno de los más importantes, duraderos y constantes en la vida.

Los hermanos son esas personas de las que aprendemos y a las cuales enseñamos; ellos representan nuestros inicios con el establecimiento de vínculos sociales. Entre hermanos se aprende a compartir, negociar, ceder o a defender lo que se cree justo.

La relación entre hermanos no siempre es perfecta; puede haber desacuerdos y riñas.

Fomenta una buena relación entre los hermanos

Como padres, debemos saber canalizar la buena relación entre los hijos. Es necesario demostrarles el equilibrio y la armonía que representan en la familia y la importancia que todos tienen en ella. También podrían ser de mucha utilidad los siguientes consejos:

Promover la sana convivencia

Evita rivalidades a través de palabras o acciones que puedan reflejar favoritismo hacia alguno de ellos. Fomentar un vínculo sano entre tus hijos garantizará una buena relación a futuro.

Valora sus individualidades

Cada uno es único y merece la misma atención por parte de ambos padres y todos los familiares. Aprende a valorar los aspectos positivos de cada uno y aplaude sus logros. 

Entrega tiempo de calidad

Compartir tiempo de manera conjunta e individual con cada uno de ellos también es importante. Procura generar espacios de comunicación, juegos, alegrías y actividades para darles la oportunidad de que tomen decisiones juntos.

“Nuestros hermanos y hermanas están ahí desde el amanecer de nuestras vidas hasta el inevitable atardecer”
—Susan Scarf Merrell—

No los compares

Evita las rivalidades comparándolos entre ellos. Para fortalecer la individualidad entre hermanos, debes reconocer que cada uno de ellos tiene intereses y destrezas particulares que les ayudan a encontrar un lugar especial dentro de su núcleo familiar.

Estimular y desarrollar las capacidades de tus hijos y reconocer sus virtudes será un buen ejemplo para que se desarrolle entre ellos una comunicación positiva y valoren, a su vez, las cualidades de sus hermanos.

Bríndales un hogar con espacios para compartir

Las relaciones interpersonales se basan en la convivencia e interacción. Es por ello que se recomienda facilitar espacios lúdicos comunes alejados de la tecnología, que regularmente aíslan al individuo a un espacio virtual.

Si ellos tienen un lugar agradable donde compartir y desenvolverse, de seguro las tensiones derivadas de cualquier conflicto pronto desaparecerán.

Asigna responsabilidades por igual

Debemos lograr un balance en las responsabilidades del hogar; esto ayuda a desarrollar un vínculo fraterno y de cooperación entre los hermanos. Repartir las tareas domésticas de manera equitativa evitará conflictos y promoverá el apoyo entre ellos.
La relación entre los hermanos se cultiva desde el inicio de sus vidas.

Sé el ejemplo

Como madre, debes ser el ejemplo a seguir. Es por esta razón que, para tener un ambiente armónico en el hogar, se recomienda evitar el maltrato físico y/o verbal. Lo que hagamos a nuestros hijos, ellos lo replicarán en sus relaciones fraternas.

Si bien es cierto que el vínculo entre los hermanos es algo que poco se ve en otras relaciones, el ejemplo que los padres les ofrezcan con la familia y el entorno será un elemento fundamental para que esta relación sea confortable y cercana.

Un hermano siempre será el mejor amigo que cualquiera podría tener; es ese aliado más que especial que dura para toda la vida. Valora la relación entre hermanos, ayuda a tus hijos a cosechar un vínculo fuerte y lleno de amor. Así, siempre tendrán ese apoyo incondicional el resto de sus días.

Bibliografía

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