Bebés con epilepsia: causas, síntomas y tratamientos

¿Tienes un bebé con epilepsia? ¿No sabes qué hacer? Es primordial que te informes sobre las causas, los síntomas y los posibles tratamientos para los pequeños que padecen de esta complicación.

Los bebés con epilepsia pueden encontrar el origen de esta afección en diversos factores.

Los bebés con epilepsia son difíciles de tratar, por lo que se requiere estar bien informado sobre esta afección para poder ofrecerle la ayuda médica y atención personal adecuada, sobre todo cuando presente una crisis o una convulsión.

Causas de la epilepsia en los bebés

En el momento del nacimiento del bebé, el cerebro todavía es inmaduro. Por lo tanto, es muy emotivo y reacciona exageradamente a los estímulos nerviosos.

Además, es propenso a sufrir alteraciones en los neurotransmisores, que se desequilibran y producen descargas eléctricas anormales en las neuronas. De esta manera, se generan convulsiones o crisis epilépticas en los bebés.

Las convulsiones febriles son las principales causantes de la epilepsia en bebés de seis meses hasta los tres años de edad. Otro factor común que la ocasiona en los primeros 6 meses de nacido son las malformaciones congénitas del sistema nervioso.

Asimismo, pueden darse como resultado de un daño cerebral perinatal, trastornos metabólicos, meningoencefalitis o convulsiones neonatales benignas.

En última instancia, se debe señalar que, en algunos bebés, pueden darse sin causa aparente. No obstante, también deben considerarse los siguientes posibles desencadenantes:

  • Síndrome de West. 
  • Intoxicaciones.
  • Enfermedades neurodegenerativas.
  • Traumatismos craneales.

La fiebre es una de las principales causas de crisis en los bebés con epilepsia.

Síntomas que presentan los bebés con epilepsia

Las convulsiones más comunes en los bebés son por fiebre superior a los 38,5º, aunque esta fiebre sea debido a una enfermedad leve. Por lo general, duran segundos o pocos minutos. Algunas veces, los bebés expulsan las heces y la orina debido a la relajación de los músculos.

Estas convulsiones febriles van desapareciendo con el tiempo en la mitad de los niños que las sufren. En otros casos, se denominan atípicas o complejas cuando están asociadas a otros factores y siguen teniendo crisis convulsivas.
En algunos bebés, las convulsiones se presentan con rigidez muscular. Estas se denominan hipertonía. También puede ocurrir lo contrario; cuando hay mucha flacidez o relajación de los músculos, se denomina hipotonía.

En último lugar, otra forma es la alternancia de relajación y contracción involuntaria de los músculos, llamada mioclonía.

Por lo general, las convulsiones se presentan con babeo, ruidos extraños, ojos vueltos y, en muchos casos, pérdida de la conciencia. Después de una crisis convulsiva, los bebés quedan aletargados por un buen rato.

Tratamientos para bebés con epilepsia

Es el neurólogo pediatra quien indica el tratamiento adecuado para cada bebé con epilepsia. Incluso, en algunos casos, no requieren de medicamentos.
Los tratamientos para la epilepsia logran reducir la frecuencia de la crisis o de la convulsión considerablemente, sobre todo si se le administra con regularidad. No obstante, en ciertas ocasiones se tiene que cambiar el medicamento o la dosis, pues algunos niños siguen con convulsiones aún medicándolos.

Básicamente, la mayoría de los tratamientos tienen efectos secundarios; pueden causar pesadez, cansancio, alteraciones en el comportamiento. Como un bebé no sabe explicar cómo se siente, debes informar al especialista inmediatamente sobre cualquier reacción anormal que le notes.

Por otro lado, algunos médicos sugieren la cirugía cuando un niño no reacciona bien a ningún fármaco y las crisis son muy severas.

“Las convulsiones febriles son las principales causantes de la epilepsia en bebés de seis meses hasta los tres años de edad. Otro factor común son las malformaciones congénitas del sistema nervioso”

Proceso de diagnóstico de la enfermedad

Para el diagnóstico, el médico debe tener un historial detallado de la madre durante el embarazo y el parto. Además, ha de conocer si existen antecedentes familiares y tiene que contar con datos del comportamiento del bebé desde el nacimiento.

Es muy importante la colaboración estrecha de los padres con los médicos tratantes de esta anomalía. Ellos deben explicarle cada detalle sobre las convulsiones y la reacción del bebé antes, durante y después de una crisis. Esto facilita al especialista un diagnóstico correcto, corroborado con estudios radiográficos.

Además, se requiere de una evaluación física minuciosa y exámenes de sangre para descartar infecciones u otros males que puedan influir en las convulsiones. Si es conveniente, se debe realizar un electroencefalograma.

La relación entre padres y pediatra es esencial para tratar a los bebés con epilepsia.

¿Se puede curar un bebé de la epilepsia?

Algunos factores son determinantes para que se cure esta enfermedad. Va a depender del tipo de epilepsia, cuándo comenzaron las convulsiones, la reacción a los medicamentos y si presenta alguna otra patología.

Por lo general, tienen buen pronóstico y se curan antes de la adolescencia o la edad adulta. Sobre todo si la epilepsia es causada por fiebre. Asimismo, las idiopáticas, es decir, las que se dan sin ningún motivo aparente, desaparecen a medida que el niño crece.

Además, menos de la mitad de los bebés con epilepsia deben seguir con los anticonvulsivos. Solo una minoría sigue presentando epilepsia durante toda su vida, por tratarse de las sintomáticas o producidas por anomalías cerebrales.

En conclusión, los bebés con epilepsia deben ser atendidos con urgencia y con la debida atención médica. Seguir estas recomendaciones te permite cuidar a tu hijo en mejores condiciones.

Bibliografía

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