Captar el interés de los niños no es nada sencillo. Durante la infancia la energía que tienen es agotadora y, de la misma forma, deja a los padres exhaustos. Si además tu hijo es muy nervioso ya de por sí, es probable que acabes el día deseando tirarte en el sofá.
Les atrae todo, pero no les gusta nada. Son imprevisibles y volátiles, y conseguir que focalicen su atención es complicado. Aún así, existen ciertas formas de captar el interés de los niños que nos pueden ayudar mucho.
Ser padres es una de las tareas más difíciles que vamos a tener que sobrellevar. Criar a un hijo y conseguir hacer de él una persona responsable tiene mucho mérito. Aun así, no debemos agobiarnos si su comportamiento todavía dista mucho de ser el acertado. Tenemos suficiente tiempo para enseñarle a centrarse.
Hay que tener en cuenta que cada niño es diferente. No podemos tratarlos a todos como si tuvieran las mismas habilidades en la vida, porque no es así. Igualmente, está completamente prohibido humillarlos o hacerles sentir mal por su escasa capacidad de concentración y lo que esto acarrea.
5 formas de captar el interés de los niños
Usa las canciones o las reglas mnemotécnicas
¿Quién no se ha aprendido las tablas de multiplicar con canciones? Seguro que también recuerdas los ríos, valles y cordilleras que, adornados con una melodía, te acompañaron durante toda tu infancia. Las canciones inventadas y las reglas mnemotécnicas suelen ser realmente eficaces.
Al igual que las canciones que oímos en la radio o los trabalenguas, estos se quedan alojados en nuestro cerebro durante mucho tiempo. Si además son unas letras pegadizas y con sentido, tu hijo solo querrá afianzar sus conocimientos de esta forma tan original.
Prémialo
Cada vez que demuestre que ha estado atento, prémialo. Es mucho más productivo reforzar una actitud positiva que reñirlo por una negativa. De esta forma, el niño tratará por todos los medios seguir consiguiendo tus palabras de aliento.
Los piropos y las alabanzas por el trabajo bien hecho son adictivas. Gracias a ellas, conseguirás que tu hijo, de forma consciente y sin que tengas que decírselo mil veces, focalice su interés en lo que debe.
Identifica su tipo de inteligencia
Captar el interés de los niños no es limitarlos. Puede que tu hijo simplemente no haya encontrado una actividad que vaya acorde a su tipo de inteligencia. Existen muchos tipos y cada uno tiene unas características diferentes.
Trata de encontrar sus puntos fuertes y poténcialos. Puede que sea un negado para las matemáticas pero un genio musical, o que se le den mal las letras porque su gran aptitud es el deporte. No intentes que se adapte a un solo tipo de inteligencia preestablecido, es un error.
Valora lo que hace
Siempre que tu hijo diga o haga algo, por minúsculo que sea, valóraselo. Haz que se sienta especial y valioso. De esta forma descubrirás mucho sobre él y su personalidad. Además, volverás a reforzar su autoestima, por lo que hablar y razonar con él será mucho más fácil.
Cuando alguien está a la defensiva, tenga la edad que tenga, es incapaz de hacer nada de provecho. Si tratas de captar la atención de los niños mediante castigos y gritos conseguirás justo lo contrario. Piensa un poco, ¿cómo reaccionarías tú si siempre estuvieran riñéndote por algo que haces sin mala fe?
Todos somos unos genios. Pero si juzgas a un pez por su habilidad para escalar un árbol, vivirá toda su vida creyendo que es un estúpido
–Albert Einstein–
Utiliza los colores
Utiliza colores llamativos para captar la atención de tu hijo. Puede parecer una tontería, pero funciona. Enséñale a estudiar subrayando con colores, esto favorecerá a su concentración. A la hora del examen, podrá asociar la información al color con el que lo haya subrayado.
Estos pequeños trucos pueden parecer triviales, pero son muy efectivos. Si necesitas ayuda o consejo de los profesores de tus hijos, no dudes en preguntarles. Si pese a ello las formas de captar la atención de los niños siguen sin funcionar, plantéate que quizás pueda sufrir algún trastorno, como el TDAH.
Sea como sea, son problemas que tienen fácil solución, siempre y cuando nos molestemos en buscarla.