Aunque el libro electrónico aún no ha llegado oficialmente a todas las aulas, es cuestión de tiempo. O eso creen muchos, ya que en numerosos colegios se ha propuesto la utilización de esta herramienta. Junto con otros avances tecnológicos, el ebook podría ayudar a dinamizar las clases y facilitar el estudio.
Sin embargo, también son muchos los detractores del formato electrónico. En un mundo dominado por las pantallas, los jóvenes podrían verse afectados por esta constante influencia. Además de agotador para la vista, el libro electrónico podría ser una distracción en las clases. ¿Qué es mejor? Analicemos algunos de los beneficios de estos dos formatos: en papel o electrónico.
Beneficios del libro electrónico
Uno de los principales argumentos de los defensores de este formato es que apenas ocupa espacio. Todos los libros escolares ocuparán “megabytes” (MB), contenidos en el pequeño espacio físico de un único libro electrónico. Y eso significa que su peso en la mochila es ínfimo. Un dato que se debe tener en cuenta, ya que los niños cargan con cada vez más peso a la hora de ir a la escuela.
“Con el libro electrónico, cada uno puede ajustar el texto a sus gustos y necesidades”
Otra ventaja del libro electrónico es que cada usuario puede personalizar su forma de ver la pantalla. El ebook permite ajustar ciertas características del texto a nuestros gustos y necesidades. Así, cada uno puede cambiar el tamaño de la letra, la tipografía y la luminosidad de la pantalla para leer con mayor comodidad.
Además, este dispositivo permite cotejar el texto que estamos leyendo con otras informaciones de Internet. Las nuevas generaciones crecen conectados a la red, en un estado de globalización e internacionalización continuos. Esta herramienta les resultará cercana, lo que estimulará su aprendizaje, creatividad y capacidad de relación de ideas.
Beneficios del libro impreso
Hasta ahora, se ha demostrado que el número de páginas que se puede leer es mayor en papel que en un libro electrónico. Asimismo, los libros impresos son menos pesados para la vista, y no dan dolor de cabeza si se lee durante mucho tiempo.
“El libro impreso favorece la visualización de los puntos clave y la elaboración de un mapa mental, entendiendo mejor el contenido de la lectura”
En cuanto a asimilación, el cerebro absorbe información más fácilmente cuando puede saltar de una página a otra, relacionando los conceptos. Esto permite a los estudiantes elaborar un mapa mental de la lectura, entendiendo mejor el total del contenido. Por ello, al enfrentarnos a textos largos y complejos, se recomienda la lectura en papel, ya que favorece la visualización de los puntos clave.
Además de no distraer durante las clases, los libros impresos son más duraderos y resistentes. Su funcionamiento es muy sencillo y básico (abrir y leer), mientras que la diversidad de funciones del ebook puede complicar la lectura. Y también son más fiables: no dependen de una batería que condicione el tiempo de lectura.
¿Qué opinan los expertos?
“Una combinación de las metodologías tradicionales con los nuevos recursos tecnológicos podría favorecer el estudio en las aulas”
El debate relativo a cuál de estos soportes es mejor gira en torno a la dificultad a la hora de concentrarse en un texto y entenderlo. Muchos estudios han tratado de abordar estas preguntas y solventar la polémica entre el libro electrónico y el impreso. Sin embargo, la respuesta no es ni sencilla ni definitiva, ya que ambos soportes tienen sus ventajas e inconvenientes.
Por ello, los expertos recomiendan implementar en las aulas un modelo pedagógico mixto. Esto permitiría que los niños se adapten a la lectura en las pantallas, al tiempo que se aprovecha el hecho de que los libros impresos favorecen la retención de contenidos más complejos.
En resumen, la propuesta más aceptada sería poder combinar las metodologías tradicionales con los nuevos recursos tecnológicos. De este modo, la enseñanza y educación podrá evolucionar a la vez que los niños, adaptándose a ellos y a los avances de la sociedad en la que van a vivir.
Como apunte final, cabe señalar que este debate está también ampliamente extendido fuera de las aulas. A la hora de leer, ¿qué formato es mejor? Como hemos visto, ambos soportes tienen beneficios y desventajas. Sin embargo, no debemos dejar que esta polémica nos impida ver lo importante: la lectura en sí y, en el contexto escolar, dar la mejor educación posible a nuestros hijos.
Bibliografía
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- Casati, R. (2015). Elogio del papel. Contra el colonialismo digital. Barcelona: Ariel. https://planetadelibrosuy0.cdnstatics.com/libros_contenido_extra/30/29439_Elogio_del_papel.pdf
- Ramírez, M. G. (2002). El libro electrónico: del papel a la pantalla. Biblioteca universitaria, 5(1), 16-22. https://www.redalyc.org/pdf/285/28550104.pdf