Los clásicos juegos para niña incluían ideas muy limitadas acerca del concepto de la mujer y lo femenino. A pesar de que, a simple vista, pudiesen parecer inofensivos, en realidad, los juegos no solo buscaban entretener, sino inculcar un modelo de comportamiento socialmente aceptado y mantener todo un estilo de vida.
¿Cómo eran los juegos para niña antes?
Previo al siglo XXI, los juegos para niñas tenían parámetros muy restringidos. En su mayoría, no buscaban solo entretener, sino inculcar a las niñas las formas y maneras que debían tener una vez llegasen a la edad adulta. Así pues, se consideraba que lo apropiado para ellas era: cocer, cocinar, cuidar a los hermanos, recolectar flores, jugar con muñecos de bebés y otras actividades afines.
En otras palabras, la finalidad de los juegos para niña era fijar un concepto basado en serie de expectativas acerca de lo que, entonces, se entendía como “correcto” y “propio” del sexo femenino.
La niñez no se trataba de educar en variedad y riqueza intelectual sino de seleccionar y etiquetar, una y otra vez, qué era lo que convertía a la niña en una mujer y qué no. Por ejemplo, durante mucho tiempo se consideró que, para ser femenina, había que tener gusto por el color rosa antes que por otros colores.
Esta línea de pensamiento tradicional establecía también que las cocinas de juguete eran solo para las niñas y los aviones para los niños. ¿Y qué pasaba si el niño quería jugar con la cocina de su hermana? ¿Y si la niña prefería los monstruos de su hermano antes que los muñecos bebé y las cocinas?
Siempre han existido niñas que prefieren jugar con los coches y los dinosaurios en vez de con muñecos bebés, y no por ello son menos ‘femeninas’ o desmerecen su género.
Ver más allá del color rosa
La discriminación de género, tanto en juegos como en juguetes, siempre ha estado presente. Sin embargo, han surgido varias propuestas que invitan a buscar un panorama mucho más alentador e igualitario. La consigna incluye, permitir que un niño juegue libremente con lo que desee, sea del color que sea, siempre y cuando se divierta.
Es necesario indagar las propuestas de educación en igualdad de género. Muchas de ellas hacen referencia al valor del juego en la infancia y la necesidad de abandonar ciertas restricciones relacionadas al mismo.
Lo ideal es que los padres se preocupen más porque lo lúdico tenga un potencial de desarrollo cognitivo. Por realizar colocar etiquetas y promover distinciones de género que solo consiguen limitar la diversión de los niños. Cuando los padres deciden prestarle menos atención a los colores y se enfocan más en que las niñas elijan aquello que les interesa, agrada y complace, los resultados son muy positivos.
Como explica la escritora Chimamanda Ngozi Adichie en su libro: Querida Ijeawele: Cómo educar en el feminismo…
”Si le gusta el maquillaje, deja que se maquille. Si le gusta la moda, deja que se arregle. Pero si no le gusta ni una cosa ni la otra, déjala tranquila. No creas que criar a una feminista consiste en obligarla a rechazar la feminidad. Feminismo y feminidad no se excluyen mutuamente. Es misógino sugerir lo contrario”.
El aporte de la variedad
Aunque las cocinas de juguete ya no son “cosa de niñas”, aún hay muchas contradicciones en materia de igualdad de género en los juguetes y feminismo. Por ejemplo, los juguetes deportivos siguen teniendo ciertos conceptos de diseño arcaicos: los patines en línea y las pistolas de agua ‘para niñas’ siguen siendo, de color rosa.
En vista de ello, muchas personas consideran que este tipo de juguetes tienen una imagen falsa de igualdad y empoderamiento femenino. Y es que sigue habiendo una clara discriminación de género latente en término de diseño y publicidad.
Como padres, es necesario intentar superar esas barreras aportando variedad. Por otra parte, aunque en muchos casos existe cierta resistencia social a aceptar la igualdad de género, cada día hay una mayor toma de conciencia por parte de los padres. Está claro que, en la actualidad, es necesario brindar más posibilidades que restricciones a los niños.
Aún queda mucho por ampliar en lo que respecta a los juegos para niña, pero es necesario tener en cuenta las mejoras para seguir avanzando. Y en lo que respecta a las campañas, es necesario estar al tanto de sus propuestas y mantener una actitud crítica.